Durón (Guadalajara) 2/2

Las calles del pueblo

Lo cierto es que Durón en sí es muy pequeño; aunque ofrezca deliciosos lugares donde dar largos paseos e incluso no encontrarse con nadie, perderse es imposible. De hecho, podemos hacer un pequeño recorrido por algunas de sus calles más destacadas:

La calle de Mesones, esta calle llegó a albergar hasta cuatro mesones en el pasado pero si ahora resulta atractiva es por las casas solariegas que allí se encuentran con sus correspondientes escudos herádicos en la fachada.

La calle del Molino es donde se sitúa el Centro Social, lugar que antaño ocupaba la escuela.

La Plaza del Ayuntamiento, el edificio que actualmente alberga el Ayuntamiento fue hace siglos un lugar donde almacenar productos alimenticios, como trigo, y una carnicería. El pórtico consta de dos pilares y cuatro columnas; unas enormes vigas de madera sirven de sujección.

El Ayuntamiento de Durón

Fuente del siglo XXVIII en la Plaza del Ayuntamiento con un fauno de bronce como caño

Junto al Ayuntamiento hay una casa, popularmente conocida como "La casa de los Leones" que sirvió como hospital durante la Guerra Civil. Un poco más allá está la llamada Cuesta del Hospital; cuentan en el pueblo, quienes entonces eran niños y lo presenciaron, que durante la guerra, las imágenes de los santos de la Iglesia de Santa María de la Cuesta eran arrastradas por esa cuesta para ser quemadas justo al final, en ese punto al que se le llama "Bajo el olmo".

La casa de los leones

La calle del Castillo, al comienzo de la calle hay una casa de estilo barroco de notables dimensiones; destaca el arco de sillares en torno a la portada.

La calle Juan Pablo Serrano, aquí se encuentran varias casas cuya construcción llama la atención, algunas del siglo XVIII.

La cuesta del Horno, no existen vestigios en la actualidad pero en esta calle se hallaba el horno donde se hacía el pan. En ese horno trabajó mi bisabuela, a quien no llegué a conocer.

La cuesta del horno desemboca en un muro de la Plaza Mayor

La cuesta de Marivaquera, en esta calle hay una preciosa casa blasonada, no es difícil encontrarla porque llama la atención, consta de dos puertas y un acceso en arco de medio punto.  El escudo de armas es parecido a los dos que hay en la Plaza Mayor.

Ojalá estas entradas sirvan para dar un empujoncito a la región y que algún día deje de tener sentido eso que el propio Camilo José Cela comentaba: “La Alcarria es un hermoso país al que a la gente no le da la gana ir“.

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