Anogeia, la Creta interior.

Publicado por flag-es Julia Rodriguez — hace 7 años

Blog: Los recodos de Atenas
Etiquetas: flag-gr Blog Erasmus Grecia, Grecia, Grecia

Hoy os voy a contar la experiencia de mi viaje a Anogeia (Ανώγεια en griego), un pequeño pueblo de la montaña cretense.

Decidí ir ya que allí se celebra un torneo internacional de ajedrez cada verano, durante 8 días de partidas, así que puede que este post sea especialmente útil para los viajeros ajedrecistas. 

El pueblo de Anogeia.

Un poco de historia.

Lo que cuentan de la zona rural de la isla de Creta en general no da tranquilidad. Lo que habia oído de palabras de amigos y conocidos era que, además de un dialecto profundo propio, que incluso a los griegos les cuesta entender, había una historia detrás que incluso lo hacía sonar peligroso.

Lo que cuentan y se sabe en general es que en Creta, antiguamente, se acomodaban bastantes familias relacionadas con la mafia, la compra-venta de armas, y el tráfico de drogas. Anogeia en tiempos tenía sus propios locales de tabaco importado y consumo de marihuana, así como acontecían peleas y enfrentamientos demasiado frecuentemente.

Sin embargo, hoy en día poco de aquello queda, y Anogeia es un pueblo como otro más, pequeño (2000 personas) y silencioso por encima de los valles.

Cómo es, cómo parece.

El pueblo tiene una calle principal por la que atraviesan los coches que provienen de la ciudad capital, Iraklio, o de los valles hacia los pueblos más lejanos. En medio de esa calle hay varias plazas presididas por iglesias ortodoxas, la religión predominante del país y de la que la población del pueblo es practicante.

Las casas recorren esta calle y se extienden por la ladera abajo de la montaña. Está en un sitio verdaderamente bueno porque es muy cercano a los pastos altos del monte, y a pocos minutos de la llanura del valle.

En general las casas más alejadas tienen huertos y pastos pequeños, pero en el centro son casas familiares, abiertas la mayoría del verano para que entre el aire que refresca y, gracias a eso, permitiendo ver que están decoradas de una forma muy tradicional.

Anogeia, la Creta interior.

Hay varias tabernas conocidas dispersas por el pueblo, y lo que sin duda abunda más son los cafeníos, esas cafeterías antiguas y conocidas por estar pobladas de hombres que juegan a las cartas o charlan mirando hacia la calle. También hay algunas tiendas de materia artesanal, zapatos y botas para el campo, un par de farmacias, un banco, un kiosko, y...ya. Es un pueblecito al fin y al cabo, y para más ver la gente siempre puede bajar a la ciudad.

Para hacer no hay mucho más que la vida en el pubelo. Hay únicamente dos pequeñas rutas hacia dos iglesias situadas en la ladera de la montaña vecina que se pueden visitar tras una pequeña caminata, y de ahí subir a los picos de las colinas. Es un lugar enteramente para montañeros.

La cultura y sus historias.

Anogia, lejos de lo que recalcaba antes, tiene una historia particularmente fiera sobre la guerra. Y es que Creta fue la isla griega más resistente a la entrada alemana durante la Segunda Guerra Mundial. La isla entera fue invadida por diversas tropas de bandos aliados, y finalmente tomada por las tropas alemanas, con lo que sufrió las batallas y entradas sorprendentes de los que acudían a la lucha.

En el pueblo pueden verse fotografías y poemas sobre este tiempo que ensalzan la valentía y el sufrimiento por el que pasaron sus gentes durante ese tiempo, y siempre recordarlo.

Los ''anogienses'' tienen una cultura muy fuerte además. Aún hacen uso de sus trajes tradicionales en fiestas populares y eventos como bodas y bautizos (siempre unidos en general a la religión, que aún tiene mucho poder en el país) y llevan una vida rutinaria, en cierto modo, chapada a la antigua.

Esto es, la composición de las familias es muy tradicional, conocidas parejas casadas en que el padre trabaja la tierra o el negocio cada dia, la mujer se encarga de los hijos y la casa, y quizá de ayudar si son propietarios de un establecimiento. También hacen vida comunitaria con abuelos y tíos, o incluso familiares lejanos. Quien haya visto el clásico español ''Bienvenido Mr. Marshall'' puede hacerse una idea de cómo funciona, sólo que ahora hay coches modernos e internet.

Hoy en día, sin embargo, el código de vestimenta cerrado en las mujeres por ejemplo sólo se ve en las ancianas y en algunas esposas, pero en general los jóvenes visten como en la ciudad y se comportan como cualquiera que va al pueblo una temporada (hago esta distinción porque me advirtieron especialmente de que podía ocasionar problemas la vestimenta. Cabe decir que en pueblos más internos sí puede ser algo a tener en cuenta.)

Hay niños jugando en la plaza, corriendo, y comprando chucherías. Los señores, al final de su jornada se sientan en las tabernas a comer y beber café o raki. O ambos. Es una parte importante de la cultura el invitar a comidas y bebidas copiosas hasta la madrugada, con lo que dan una bienvenida cálida a quien no es de allí o a sus viejos conocidos con alegría. Importante es que, si te invitan, no puedes negarte. Es una gran falta de respeto.

Tampoco continúan los comercios ''oscuros'' de armas y drogas como antaño, aunque sí que guardan pistolas y escopetas para su uso. Esto es, y me sorprendió saberlo, porque aunque la mafia se ha marchado de la ciudad, continúan guardándose tretas y venganzas pasadas entre ciertas familias y, de vez en cuando, puede organizarse algún altercado. Así que en primera instancia las guardan como forma de defensa personal.

En segunda instancia, y en línea con el estilo de vida social, el arma de fuego otorga al hombre un símbolo de poder y fuerza con el que demuestra defender a su familia. Esto, aunque es fácil decirlo por decir, no me lo invento, lo vi con mis propios ojos y me lo explicaron los residentes. Os lo cuento ahora.

En general, es una cultura cálida y que gusta de recibir a extranjeros o viejos parientes. Tienen muy en cuenta el sentido de ofrecer y verse todos alegres en general, pudiendo hacer parte de su rutina a quien quiera participar en ella.

Una boda en el pueblo.

Tuvimos la suerte como grupo de asistir al torneo en una semana en que se celebraba una boda. Allí, sin duda, esto es una auténtica fiesta y motivo de celebración a lo grande. Tanto que no hubo día de la semana en que no lo celebrase la familia de los novios con comidas y cenas en conjunto.

Nosotros jugábamos justo debajo de la casa de la novia y, aunque no nos invitaban cada noche, nos dieron cuenta de que no podíamos faltar al gran día de la celebración, a lo que claro, no podíamos decir que no.

Lo recalcable fueron dos cosas, una mala y una buena:

  1. Una noche en que, como de costumbre, nosotros esperábamos a que terminase la ronda de ajedrez y la familia de la novia se reunía en su casa para cenar con invitados, escuchamos un estruendo terrible que provenía de dentro de la casa.

    Un poco antes habíamos oído disparos, aunque ya nos habían advertido de lo común que era esto en tiempos de celebración. En general disparan al aire como quien tira petardos, con un buen sentido. Sin embargo, esto no parecía nada alegre.
    Oíamos platos y cristales romperse y muchos gritos. Claro, el cretense no es igual que el griego y ni mis compañeros entendían bien que pasaba, hasta que el griterío se trasladó a la terraza y entendimos la razón del altercado.

    Al parecer, la novia y varias familiares, tras un joven haber disparado al cielo tras haber bebido, habían decidido requisarle el arma para prevenir desgracias. Pero esto es una auténtica deshonra para un hombre de Anogia, pues una mujer no puede bajo ningún concepto privar de su arma a un hombre, así que la tomo con todo el mundo. Rompía cosas mientras varios amigos intentaban alejarle y tranquilizarle, y las mujeres guardaban a salvo el arma aún.

    Al final se lo llevaron y se aclaró aparentemente, pero el susto nos lo llevamos, sobre todo al saber que no es tan fácil imaginar que alguien con ira y alcohol en la sangre posee un arma en sus manos. Pero quiero pensar que aquí están acostumbrados y nada malo suele pasar.

  2. La noche de la boda.fue una auténtica fiesta. Habían puesto mesas alargadas por las calles para todo aquel que quisiese comer. Al contrario de una boda elegante y cara, aquí se cocinaba a lo grande en la calle y podías sentarte a beber y comer cuanto y como quisieras.

    Así mismo, habían traído a un grupo de músicos que tocaban en directo música típica cretense, y todos bailaban juntos. El hecho de disfrutar en común con el pueblo algo tan personal sin duda era seña de que les importa la alegría de quienes tienen cerca, y que estan dispuestos a ofrecer sin más sólo por dar a una pareja el mejor recuerdo de todos.

    Como apunte, decir que el vino del pueblo estaba muy fuerte pero era bastante bueno.

El 6º Torneo de ajedrez de Anogeia.

Este era el motivo por el que yo iba.

Es un torneo internacional que se lleva celebrando 6 años (esta era la sexta edición), y acudían griegos de muchas zonas del pais, así como varios Grandes Maestros de Moldavia, Francia e Italia. Y luego yo, la española de turno. El caso es que daba igual de donde fueses, el ambiente que creaba el pueblo y los participantes hizo del torneo lo mejor que puede ser.

Anogeia, la Creta interior.

En general, los que no teníamos ninguna relación con el pueblo nos alojábamos gratuitamente en una residencia situada a la entrada del mismo. Estaba compuesta de dos pisos con habitaciones para tres personas, y era algo que ofrecían para reducir los costes a los que veníamos de lejos o de otro país. En esta residencia vivían ya algunos refugiados africanos y árabes a los que han dado asilo de forma indefinida mientras encuentran la manera de llegar a una ciudad.

Así mismo, ofrecían a los participantes cierto descuento en una taberna, y conociendo que jugábamos por las tardes dejaban dos cafeníos abiertos por la noche para que descansásemos con cervezas, análisis y juegos hasta dormir. No dudo que era un esfuerzo para los dueños, aunque también un beneficio extra en comparación con lo que suelen recibir. En cualquier caso nadie niega la consideración.

El torneo estaba compuesto de 9 rondas y un premio de 1000€ para el ganador, 500€ el segundo y 400€ el tercero (curiosamente se lo llevaron los tres jugadores extranjeros). El precio total era de 40€ para participar. La participación era abierta a todas las edades también, así que muchos niños de allí aprovechaban a darlo todo. Además, al terminar nos obsequiaron a todos con hierbas y tés típicos de Creta como regalo.

Anogeia, la Creta interior.

Yo sé que la mayoría de aquí no seréis ajedrecistas, pero para los que nos gusta jugar de vez en cuando en torneos este es sin duda uno de los mejores a los que he asistido, así que si vienes a Grecia y te interesa, te recomiendo muchísimo que lo mires y te apuntes.

Para ver más sobre esta edición puedes visitar https://chess24.com/es/watch/live-tournaments/6th-idaion-andron-2017. Guarda partidas live de todas las rondas.

Cómo llegar hasta el pueblo.

Bueno, he decidido poner este apartado el último dado que, si todo lo anterior no te atrae, no considero que vayas a buscar cómo llegar específicamente. Si lo lees, aquí va:

Desde Atenas hay dos opciones, y la más barata es en barco y bastante fácil, ya que sólo la empresa de barcos ANEK tiene rutas hacia Creta de ida y vuelta. Lo más recomendable es tomar un ferry nocturno.

  • Ferry ANEK: nocturnos hay dos, de 9h y 10h, con mismo precio y diferente hora de salida y llegada.

    Precio normal: 38€ (un sólo viaje)
    Precio reducido (estudiantes o mayores de 65): 19€ (un sólo viaje)
    Horas: de 21:00 a 6:00 o de 22:00 a 8:00

    Puerto de salida: Peiraios
    Puerto de llegada: Iraklio

También hay ferrys que llegan a otras ciudades de Creta, pero lo más conveniente es que lleguen a Iraklio (la capital).

La opción del avión tiene el inconveniente de que es más cara (60€ un viaje), pero sin duda ahorra muchísimo tiempo (50 min. dura el viaje).

Una vez en Iraklio debes tomar un autobús de la compañía KTEL (también los hay en Atenas) hasta el pueblo. No cuesta más de 5€, y puedes llegar a la estación fácilmente tanto desde el aeropuerto como desde el puerto. Tiene horarios especificos que encontrarás en las paradas. No te recomiendo que llegues en domingo.

  • Buses KTEL: diurnos únicamente. Su horario depende del día de la semana.

    Precio general: 5€ (un viaje)

    Horario de lunes a viernes: cada 3 horas desde las 8:00 am hasta las 11:00 pm
    Horario de sábados: cada 4 horas y media desde las 7:30 hasta las 21:00
    Horario de domingo: a las 14:00 hacia Iraklio y a las 15:00 desde Iraklio (sólo viaje de ida o de vuelta, en resumen)

IMPORTANTE: en Anogia no hay puestos de venta de tickets de barco, algo necesario adquirir para entrar en un ferry, así que asegúrate de llegar con tiempo de antelación al puerto si necesitas adquirir el billete impreso.

Espero que haya servido para los interesados o amantes de las experiencias en pueblecillos escondidos. A quien se aventure a visitarlo, ¡que le acompañen la suerte y las ganas de comer!

*Crédito por las fotografias a la fotógrafa oficial del torneo y cretense Tzoulia Ntagianta (facebook).


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