Irse al extranjero

Esto es un ejemplo de cómo podría ser tu experiencia, ¡deja tus comentarios abajo!

ESN blog

He sido estudiante de intercambio en Bruselas durante el año académico. Estaba estudiando en la universidad y me fui de viaje para mejorar mi francés oral y estudiar la misma materia pero con diferentes asignaturas a las de mi universidad.

Estaba lista para hacerles difícil a los belgas que descubrieran que era extranjera pero no funcionó. La universidad estaba obligada a ponerse en contacto con Francia y menos mal que yo hablaba bien francés. Además, estaba contenta con mi universidad de intercambio, que solía trabajar con los estudiantes de intercambio y el papeleo y las clases que había que escoger eran fáciles.

Me enamoré de las clases de cultura española y latinoamericana y me saqué muy buenas notas. Todo era, por tanto, mucho mejor de lo que fue, sin problemas en el piso (salvo en invierno, cuando hacía bastante frío porque el casero le dio una patadita a la calefacción). Aparte de la casa, había compañeros raros que, por ejemplo, quemaban cosas dentro o cocinaban con muchos olores) aunque también me hice amigos compañeros de piso.

Además, Bruselas es una ciudad muy internacional llena de gente de toda Europa, donde en un día se habla inglés, francés, español, portugués y sueco.

Por otro lado, el hecho de que siempre había alguien que llegaba o se iba hacía difícil poder hacer amigos.

Lo bueno fue el certificado de intercambio, un mejor francés y buenos recuerdos, y si no te sientes bien ahora, al menos deja que tus amigos sí, incluso si ya no echas de menos Bruselas.

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