Parada en Ginebra

"Parada en Ginebra". No podría haber elegido mejor título para esta página en la que describiré mi pequeña aventura en la ciudad más grande de los cantones franceses de Suiza. Era un 20 de enero y, habiendo terminado hace tiempo ya las vacaciones de Navidad, tenía que volver a Burdeos para realizar el segundo semestre de mi Erasmus. Para el viaje de vuelta a Francia, elegí una opción bastante particular: saliendo desde Milán, cogí un tren hacia Ginebra y desde allí el vuelo a Burdeos. Así que, mi parada en Suiza duró solo medio día; a pesar del tiempo limitado del que disponía, pude de todas formas visitar con calma el centro histórico y todos los puntos de interés de la ciudad que voy a exponer en los siguientes párrafos.

Antes de empezar a describir la ciudad, quería hablaros del precioso paisaje que tuve la oportunidad de admirar durante mi viaje en tren a través de Suiza. El trayecto ferroviario Milán-Ginebra es verdaderamente evocador; montaña, bosques, ríos, lagos y pequeños pueblecitos dominan todo el paisaje. Lo más espectacular de todo era la nieve, que cubría completamente el terreno y las montañas. Si tenéis un día la oportunidad de viajar con este trayecto, olvidaos del periódico y el smartphone; mejor, llevaos un par de cascos para escuchar música y disfrutad todo el paisaje. Por desgracia no tengo fotos que puedan reflejar bien esta descripción, de todas maneras pongo una para que os hagáis una idea del paisaje:

Mi llegada a la ciudad

Llegué a Ginebra a mediodía, después de cerca de cuatro horas de viaje. Bajé del tren, dejé mi maleta en el guardaequipajes, cambié euros por francos y comencé mi primera experiencia por Suiza. Aquí una foto de recuerdo que saqué en el bar de la estación, con un café y un mapa de la ciudad para ver qué lugares visitar:

Puede parecer una cosa antigua, pero ha sido verdaderamente fascinante pasear por las calles de la ciudad con un mapa turístico entre las manos y no con un mapa digital de un estresante smartphone.

Lo que vi en Ginebra

Si echáis un vistazo al plano de la foto, podéis fijaros en que Ginebra está situada en las orillas de un lago. Entre medias de este, se encuentra una de las atracciones turísticas principales de la ciudad, símbolo de Ginebra; se trata de un gran chorro de agua generado por una fuente implantada en el fondo del lago. Se conoce como "Jet d'eau". Aquí una foto tomada al inicio de mi tour por la ciudad:

Debo admitir que de todas las grandes ciudades que he visitado hasta ahora, Ginebra es la que ostenta el mayor número de monumentos históricos importantes. Uno de estos es la Catedral de San Pedro, que se sitúa en el centro histórico:

Lo de aquí abajo es el Monumento internacional a la Reforma, también conocido como "muro de los reformadores", en el Parc des Bastions:

A pocos metros del monumento antes mencionado está la Universidad de Ginebra, uno de los puntos de interés que más me gustó de la visita a Ginebra. Este es el edificio principal visto desde el parque:

Y esta es la biblioteca:

Si pasáis por aquí, os aconsejo encarecidamente que deis una vuelta por dentro del edificio principal para visitar el aula magna:

Si algún día vais a Ginebra y queréis ver el bonito edificio que alberga la oficina de Naciones Unidas, que sepáis que también está la posibilidad de hacer el tour por dentro y que las visitas para turistas están disponibles hasta las 16.00 horas. Por desgracia, yo no sabía que había esta opción y, después de un largo paseo en tranvía, sólo pude hacer una foto al edificio únicamente desde fuera porque ya había terminado el horario de visitas. Aquí una foto:

Una de las zonas más increíbles de la ciudad es la que bordea el lago. Por ahí se puede disfrutar de un paisaje magnífico y se pueden tomar fotos preciosas, sobre todo si se observa el paisaje desde el Jardín Inglés. Entre las fotos que hice durante mi aventura en Ginebra, esta es una de mis favoritas:

En la siguiente foto, un vistazo del Jardín Inglés y algunas fotos que tomé desde la otra parte del parque:

Y por último, menciono un monumento ginebrino en este párrafo, el original reloj de flores:

La arquitectura urbana

Una cosa de Ginebra que me llamó la atención en particular fue la arquitectura de la ciudad. Paseando por las calles del centro, contemplando los edificios de alrededor, puede admirar una ciudad que tiene contrastes entre lo antiguo y lo nuevo. En la mayor parte de los casos, contemplé que incluso los edificios de recientes construcción tienen un aspecto bastante agradable. Estas son las vistas del centro de la ciudad:

La foto de abajo podría representar perfectamente el concepto que he expuesto antes en relación a los contrastes entre lo antiguo y lo moderno; el edificio de la derecha, claramente de reciente construcción, crea un notable contraste con el de la antigua torre con el reloj y el edificio que está a la izquierda. De todas formas, estos detalles de la arquitectura pueden resultar más agradables o menos según los gustos personales de cada uno.

El edificio que podéis observar en la foto de abajo se encuentra en una zona periférica de la ciudad. Recuerdo que me llamó en especial la atención porque aunque se tratase del típico edificio de viviendas de las afueras, tenía un estilo arquitectónico muy agradable de observar.

Para concluir con este apartado sobre la arquitectura de la ciudad, esta es una foto de la bonita estación principal, que hice al final de esta aventura poco antes de coger el tren hacia el aeropuerto:

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