Dónde quedarse en Ginebra: Tiffany Hotel

En mi primera noche en Ginebra me quedé en el Tiffany Hotel. Fue un momento muy importante para mí ya que debía estar corriendo por ahí y organizándolo todo para mis seis meses de Erasmus en la ciudad. Tuve que escoger el hotel de manera estratégica basándome en los lugares a los que debería ir, pero tengo que decir que el nombre fue lo que más me gustó, a ver, ¿a quién no le gustan los diamantes de Tiffany’s?

El hotel está en el centro de la zona cultural y teatral de Ginebra, cerca del Grand teatro en Place de Neuf y del Museo de Arte Moderno. El hotel en sí, refleja sus alrededores artísticos con su estilo Art Nouveau combinado con las modernas habitaciones.

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Cuando entras a recepción recibirás una calurosa bienvenida por parte de los empleados, que te otorgarán la llave, y ya está, todo muy rápido y eficiente. Yo estaba en la segunda planta así que subí en un ascensor antiguo directamente a mi habitación.

Las habitaciones son muy espaciosas con camas dobles y de decoración contemporánea, minimalista con motivos muy naturales que crean un ambiente de calma y elegancia. Todas están completamente equipadas e incluyen Wi-Fi, televisor, minibar, aire acondicionado y calefacción con control individual y una cafetera.

El Tiffany Hotel ofrece unas pocas opciones en cuanto a comida se refiere, cuando hace buen tiempo, puedes comer en la terraza, disfrutando tanto del sol como de la comida.

¿Desayuno con diamantes? Pues bueno, el desayuno se sirve en un gran bufé con fruta fresa, cereales, huevos, jamón, queso y otros. Los sábados y domingos entre las once de la mañana y las dos y media de la tarde, puedes optar por el brunch que incluye pequeñas porciones de comida así como el bufé del desayuno común.

El restaurante del Tiffany Hotel tiene una carta extensa con varias opciones que incluyen las ensaladas, tartar de ternera, rissotto de bulgur, pasta, filete de pato y lenguado. La carta de postres incluye opciones muy ricas como la panna cotta de mango, la isla flotante con vainilla de Tahití o piña asada, caramelo picante y corte de helado. A diferencia de la mayoría de los hoteles, la comida de aquí está muy rica.

Para algo más ligero como unas tapas, puedes ir al bar de Tiffany para matar el gusanillo o a por un café a la tarde. Es una zona muy acogedora con el ambiente perfecto para sentarse y relajarse.

En el hotel también hay un centro de bienestar que incluye un gimnasio, una sauna, un baño turco y una sala de masajes, es ideal para un día de relajación. Después de estar todo el día corriendo por Ginebra organizando las cosas de mi universidad, abrirme una cuenta bancaria y hacerme un contrato de teléfono, no había nada que quisiera más que ir a la sauna y relajarme.

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