Nieve en Sagarejo

(Este es un cuadro mío de un paisaje de invierno)

Al salir a la calle, noté el helado invierno sobre mí... Nevaba tanto que no podía ver nada... ¡Vaya! Qué preciosidad. Es un sentimiento que no puedo llegar a describir, pero lo voy a intentar.

¿Por dónde iba? Ah. sí. Cuando salí de casa no veía nada. Quería que ese momento durase para siempre. Todo estaba blanco... ¡todo! Parecía que estaba sola en el mundo, pero no estaba sola en absoluto... ¿Alguna vez os habéis sentido así? Podía ver trocitos negros de tejados lejos, muy lejos, todos cubiertos de nieve. Era mágico. Los pequeños copos me caían en la cabeza como pequeños caramelos dentro de un regalo de Navidad. Todo estaba tranquilo... El silencio era ensordecedor...

Desde que nací he vivido veintidós inviernos, que no son pocos. Los inviernos en Sagarejo son geniales, con mucha nieve. Me acuerdo de las noches de Navidad con un frío que pelaba fuera. Hay una tradición navideña en Georgia: en Navidad, especialmente los niños, se va de puerta en puerta y se cantan villancicos. A cambio te dan dinero como regalo. Hace años también ponían cestas con huevos para darlos en vez de dinero. Así que cuando sales con tus amigos con ese tiempo se supone que deberías tener frío, pero es una sensación extraña porque sientes calor. Cantar te da calor y ver las caras de la gente que te escucha te calienta aún más.

A todo el mundo le encanta la nieve. O al menos verla caer. He oído a gente decir que le gustaba la nieve, pero lo que querían decir es que le gustaba verla caer, no la nieve en sí.

Me acuerdo de un día de invierno en 2009 que estábamos de vacaciones. Fui con los vecinos y con mi hermano a nuestra pequeña pista a jugar a la pelota.

Eran casi las once de la noche, pero decidimos jugar al fútbol. Parecía que estábamos volando. Un proyector iluminaba un trozo de cielo y al mirarlo vimos un montón de copos de nieve que caían sobre nosotros.

A veces nos caíamos, nos hacíamos daño, nos chocábamos, nos resbalábamos con la nieve, nos mojábamos... pero era genial.

Galería de fotos