La magnífica Gante
De Bruselas a Gante
El 8 de febrero por la tarde estábamos en la estación central de Bruselas, miramos el horario de trenes a Gante y fuimos a la ventanilla a comprar los billetes. Ahí fue donde descubrimos las ventajas de tener menos de 25 años, en Bélgica no importa si eres estudiante o no, los descuentos en el transporte son según la edad.
Con el descuento el billete de Bruselas a Gante nos costó unos 6 €, los estábamos mirando así por encima cuando nos dimos cuenta de que ponían Genk y no Gante. Fuimos al mostrados y el chico nos dijo que suele pasar, que se suelen confundir, así que nos imprimió los nuevos billetes que nos costaron lo mismo. Nos dijo que su precio, 6, 40 €, era lo más caro que costaba un billete para menores de 25 años a cualquier sitio.
El tren tardó menos de una hora y enseguida estábamos en la estación de tren principal de Gante: Sint Pieters. Ya estaba oscuro y lo mejor es que aún no teníamos un sitio donde quedarnos, o al menos no lo habíamos reservado antes. Habíamos encontrado algunas buenas opciones, pero en lugar de reservarlo online preferimos ir en persona.
Alojamiento
El hostal que más nos gustó se llamaba Hostel Upplelink y estaba justo en el casco antiguo de la ciudad. Tardamos unos 40 minutos andando en llegar desde la estación, y por el camino nos encontramos un montón de sitios bonitos en los que las luces de los edificios se reflejaban en los canales y se creaba un ambiente mágico.
El hostal nos costó unos 16 o 17 € por noche, y teniendo en cuenta lo bien situado que está, lo recomiendo totalmente. Además, tienen una zona común muy agradable en la que tuvimos una conversación muy interesante con dos chicos que estaban también de viaje, uno era de Argentina y otro que era de Escocia pero estudiaba en Holanda.
Nos fuimos pronto a la cama para prepararnos para el día tan genial que nos esperaba a la mañana siguiente.
¡Explorar!
Al principio pensábamos ver Gante con un tour turístico, pero no conseguimos apuntarnos a ninguno. De todas formas teníamos el mapa de la ciudad, así que después de desayunar nos organizamos nuestra propia ruta.
Catedral de San Bavón
Empezamos por la magnífica Catedral de San Bavón, una catedral del siglo XVI que es una obra de arte de la arquitectura gótica.
Hay mucho que ver en la catedral, pero lo que más me llamó la atención fue el esqueleto de 12 m de largo de una ballena que había colgado del techo. La ballena había muerto en el mar y la transportaron a Gante desde Brasil para colgarla cerca de donde se cuenta la historia del profeta Jonás y la ballena. Esta historia se puede leer tanto en el Corán, el libro sagrado de los musulmanes, como en la Biblia.
Además, en la Edad Media se consideraba un mal augurio que una ballena apareciera en la orilla, por lo que, probablemente, la razón por la que pusieron a Leo (así llamaron al animal) en la catedral es por su conexión con la religión y creencias.
En el sótano se expone una rica colección de objetos antiguos, sobre todo de índole religiosa.
Campanario de Gante
A unos pocos pasos de la catedral se encuentra el campanario más alto de Bélgica, el Campanario de Gante. También es de la Edad Media, en la que se usaba no solo como una forma de anunciar la hora o de advertencia, sino también como torre de vigilancia. Subimos hasta la cima. Bueno, no, más bien nos subió el ascensor, nos quedaba mucho por ver ese día y no queríamos morir ya subiendo esas interminables escaleras. Sin embargo, por las vistas desde lo alto habría merecido la pena subirlas. El tiempo no era precisamente el mejor cuando estuvimos allí, pero aun así eran geniales. Seguro que son magníficas en un día más despejado.
Iglesia de San Nicolás
A unos pocos pasos se encuentra la iglesia de San Nicolás, que al igual que los otros dos sitios es uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad. Estos tres edificios son los que caracterizan la silueta en el horizonte de la ciudad.
También fuimos a ver la iglesia de San Jacobo, pero estaba cerrada.
Castillo de los Condes de Gante
Nuestra siguiente parada fue el castillo del siglo XII conocido como Gravensteen o el Castillo de los Condes de Gante.
El castillo no es que esté en las mejores condiciones, pero te acabarás pasando una hora o más allí sin darte ni cuenta.
Se puede entrar por muchas puertas, arriba y abajo. El castillo fue una prisión en su momento y se exponen algunos de los instrumentos de tortura que se utilizaron de verdad. Después de ver algunos de los instrumentos me quedé en shock. Me entristeció y me dio pena por la humanidad, solía creer que todas las cosas tan horribles y desagradables que pasan en el mundo eran cosa del presente, ¡pero no es así! Hay muchos humanos que han perdido la cabeza a lo largo de la historia.
Fin
Nos fuimos a por la cena, que básicamente eran patatas fritas belgas (muchas), recogimos el equipaje del hostal y nos dirigimos a la estación principal. No me gusta creerme algo hasta que lo veo con mis propios ojos, así que nos fuimos a Brujas para decidir qué ciudad de las dos era la mejor.
¡No te puedes perder Gante si vas a ver Bélgica!
Galería de fotos
Contenido disponible en otros idiomas
- English: The Gorgeous Ghent
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