Vuelta por Francia haciendo autostop, parte 16

Domingo 28 de agosto de 2016 - día 27

A pesar de la noche de ayer, me levanto bastante pronto porque el objetivo del día es... ¡París! Se dice pronto, y de momento parece que queda lejos. Está a 500 kilómetros de Rostrenen, que además tiene un nombre de pueblo de los que se resisten una y otra vez a las invasiones. A las diez de la mañana estoy listo, he guardado todo en la mochila. Me despido de Maëla, Chloé y Nolwenn y les doy las gracias (también se han despertado pronto). Ben y Vole duermen profundamente. Me pillo un trozo de cartón y empiezo el viaje.

Vuelta por Francia haciendo autostop, parte 16

Primera parada: ¡Rennes (Roazhon)! Myriam un tanto desconfiada, de unos 50-60 años es la primera que se para y me acerca 5 minutos. ¡Gracias! Luego dos fumetas, Karim y Cyril, que también vuelven de un festival (pero otro). Me llevan y me acercan un poco más hasta el cruce de caminos. ¡Gracias tíos! Moláis.

Luego, tras esperar un poquito (no habían muchos coches al ser domingo por la mañana), me subo en el coche de Philippe el bretón. Es muy simpático y además es fan del Ol, por lo que en seguida nos hemos puesto a hablar de fútbol. Hemos pasado una media hora muy buena, ¡incluso hemos pasado al lado del famoso lago de Guerlédan! Me deja en otra rotonda cerca de otro cruce de caminos (vamos, un clásico del día hoy).

Vuelta por Francia haciendo autostop, parte 16

Luego, tras esperar unos minutos, un 307 se para tras pensárselo un segundo (se notaba mucho). Me acerco al coche y me subo. Conozco a Mathieu, un forofo del fútbol súper majo de 24 años. Hablamos de fútbol otra vez, pero no solo de eso. Me dice que ha estado viviendo en Nantes (y me habla del equipo del que es fan desde siempre). Luego me cuenta que la ciudad está genial, pero que una noche unos imbéciles le pegaron a él y a su amigo... En cualquier caso, nos llevamos muy bien y seguro que si nos viéramos más seríamos muy buenos amigos.

También me cuenta cómo conoció a su novia hace seis años. Una historia muy bonita. Mathieu va a Rennes porque precisamente tiene que jugar un partido de fútbol. Después de una hora en coche, llegamos a Rennes. Veo "La Vilaine", el "immeuble de fou" (Gourcuff, Arnaud Clément, etc. ). Mathieu ya ha estado porque trabaja como paisagista y me dice que por dentro es precioso. Incluso hacemos una parada delante del Roazhon Park para que pueda hacerle una foto. Majísimo, como decía. Bueno, llegamos al punto de separación y nos decimos adiós. Me ha encantado conocerte, tío, ¡hasta pronto y que tengas buen partido! ¡Gracias por todo!

Mon tour d'France en stop, partie 16

Mon tour d'France en stop, partie 16

Mon tour d'France en stop, partie 16

Tengo poco tiempo en Rennes (sólo quiero comer allí para poder cumplir mi objetivo de llegar a París esta noche), cruzo la Vilaine para ir a comer a... la calle de la Soif. Es un poco decepcionante de día, no tiene nada. Me pillo una hamburguesa en un kebab para comer (¡Hacía tanto tiempo! ) y salgo fuera de "Roazhon" en metro. Me hago un nuevo cartel, en plan voy a París: LE MANS - PARÍS y me pongo en una rotonda (otra vez). Pero a partir de ahí, se me acaba la suerte y me muevo a paso de caracol, qué raro.

No mucha gente pero al final para el coche de Pascal el comercial y me subo en su 4x4. Noto que no se termina de fiar, como ya me ha pasado antes con otro, pero igualmente quiere ayudarme. Qué bonito. Este vendedor de cebos de pesca y bicicletas de montaña en su tiempo libre, iba a algún punto de la BTT y me acercó unos pocos kilómetros y me bajo en una nueva rotonda a la entrada de otro cruce de carreteras. ¡Gracias Pascal!

Pero esto va de mal en peor. Un caos que se hace cada vez más grande. Casi nadie, un coche cada 5 minutos, si paran es un poco peligroso... Termino caminando a la siguiente rotonda a dos kilómetros esperando que vaya mejor la cosa. Pues va a ser que no... Pasan todavía menos coches, aún más peligroso, desesperante... Incluso consigo hacer autostop durante dos minutos cruzando la barrera de seguridad desde el carril de emergencia con coches que circulan a 110 km/h. ¿Hasta dónde llega mi desesperación?... Ridículo.

Enseguida me digo a mí mismo que soy un poco idiota, recobro la razón y me vuelvo por el mismo camino al lugar de mierda. Al final, después de una eternidad, una madre majísima llamada Gaëlle, me saca de este puto lío. Solo me acerca unos kilómetros, pero la cosa va a ir mejor porque ahora estoy en un lugar bueno. Justo cuando me preguntaba en qué lugar perdido entre Rennes y Le Mans iba a tener que acampar por la noche... Tenía muchas ganas de llegar a París por la noche, pero ha sido un día muy largo y difícil (sobre todo a nivel psicológico), además del cansancio, los 3-4 días sin ducharme... Empieza a juntarse todo. Así que, ¡gracias 1000, Gaëlle, por ayudarme!

Otra vez me toca esperar un rato largo. He tenido que hacer unos veinte kilómetros en tres horas, pero 25 minutos más tarde, me subo en el coche de una pareja de ancianos ricachones, para nada el tipo de gente que me esperaba. En el coche de Odile y Michel mientras suena música clásica y todo. La verdad es que fue como entrar a otra dimensión.

Van hasta Mans, pasado un poco. ¡Perfecto! Volvemos a los años 40 con Odile y Michel. ¡Qué monos son! Les gusta hacer senderismo y me cuentan sus hazañas: se han hecho Córcega andando, Italia... Años y años de vida compartida y miles de bonitas historias alocadas que cuentan con tanto amor. Qué tierno. Pero tras esta escapadita de más de una hora, toca cambiar de carretera (se acerca otro peaje). ¿Qué se dice? ¡Gracias Odile & Michel!.... Perdón.

Mon tour d'France en stop, partie 16

Y ahí sigo por la carretera, a buen ritmo. De hecho, un cuarto de hora más tarde, a pesar de que pasaba poca gente, me subo a un nuevo coche y a un nuevo mundo, de derechas, fillonistas a muerte, para que nos entendamos. Es cierto que estamos en el Sarthe, el feudo de François Fillon (nota futurista: por aquel entonces era imposible imaginar que ganaría las primarias de la derecha cuatro meses más tarde en las narices de Juppé y Sarko, antes de hacer una desastrosa campaña presidencial, con un nuevo asunto casi todos los miércoles, el día de la liberación de la Canard Enchaîné). Así que me topé con el coche de Antoine (camisa azul claro, más UMP no puede ser, que no lo digo por decir) y Charlotte que vuelven a las afueras de París tras un meeting de Fillon en Sablé-sur-Sarthe.

Hablo un poco de política con ellos. Me cuentan un poco la vida de sus 5 hijos (Charles, Marie, etc., toda una familia de clichés conservadores de derecha). Los escucho atentamente. En un momento dado, nos adelanta un coche y veo al pasajero delantero, de unos 25 años, saludándonos así. Me divierte mucho, así que respondo con un súper "holi", riendo. La cosa es que no era un extraño, era amigo de uno de sus hijos. Creo que no sabe quien soy, qué hacía en ese coche y por qué le saludaba. Madre mía, este malentendido han sido risas. ¡Gracias Fillonistas! Me dejaron en el último peaje, entre Chartres y París.

Mon tour d'France en stop, partie 16

Son las 19:15 y todavía me quedan 80-90 kilómetros. Aún no he terminado. Un peaje muy ajetreado y allí mismo, mientras hago autostop allí me encuentro... con un coche compartido. O mejor dicho, la "Felicidad Compartida". Sí, otro nuevo mundo, eso es mucho hoy ya que es mi noveno coche del día... Caroline y Julien, una pareja joven, feliz y viva, les quedaba un asiento y medio a la izquierda. Llevan a una chica, Inés, de 25 años, que se está preparando para ser abogada en París.

Todos vienen de Le Mans. Durante el trayecto dominguero han creado muy buen rollo en el coche. Y me recibieron con los brazos abiertos en la alegría de este Twingo (Twingooo! Bingoo! ) parando "gracias a mi sonrisa". Significa mucho para mí escuchar eso, me hace muy feliz. Nos contamos un poco nuestras vidas, lo que pensamos de la vida. Transmiten alegría e interés por los demás. Son buena gente. Una hora de pura felicidad en el coche, ¡de verdad! Y ahora me dejan en la Puerta de Saint-Cloud, justo al lado del Parque des Princes, ¡para añadir un nuevo estadio a mi gira por Francia! ¡Muchísimas gracias!

Mon tour d'France en stop, partie 16

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Más de treinta minutos de metro (donde me felicitan por los cartones enganchados a la mochila, es un placer, una vez más). Vuelvo a París por primera vez desde que vivía allí - casi 3 años - es agradable. Al final me uno a Aurélie en Valentin & Maylys, que están comiendo con sus amigos. Ya está, lo he hecho...

Después de 11 horas, 9 coches, 500 kilómetros, tanta espera, caos, rabia, soledad, saco pesado, cansancio pero también alivio, giros y vueltas, muchos encuentros tan diferentes, únicos y enriquecedores cada uno a su manera, finalmente llego agotado (o casi) al final de este día tan loco y tan intenso. Pero todos alrededor de la mesa me atacaron a preguntas. Es muy bonito pero estoy súper muerto, destrozado, KO, kaput, reventado, como quieras decirlo. Me termino la pasta lo mejor que puedo y sobre las 11 de la noche volvemos por fin a casa de Lili para disfrutar de un merecido descanso.


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