Día 1: Route 66 (parte 2)

¡Hola a todos otra vez y bienvenidos un día más a mi blog! En el último post no os terminé de contar los pueblos que hemos estado visitando de la ruta sesena y seis, así que hoy simplemente tengo que sentir dando algunos detalles sobre los que me quedan que son Seligman y Williams. Así que… ¡Vamos a ello!

4) Selligman

Para llegar al pueblo de Seligman desde Kingman hemos tenido que coger una carretera que tenía bastantes curvas, y yo reconozco que me he mareado un poquito… Así que id con esto en mente si vais por esta zona.

Antes de llegar al pueblo de Selligman he de decir que hemos pasado por el llamado Hackberry General Store, que es una antigua gasolinera que actualmente se ha convertido en una tienda de souvenirs. La verdad que verlo ha sido bastante curioso, y ya después hemos retomado nuestro camino hacia el pueblo.

Nada más llegar a Selligman me he quedado alucinada porque era otro pueblo en el que solamente había una calle, sin embargo, este tenía bastante más encanto. 

Este pueblo es una parada obligatoria para todos los que hacen la ruta sesenta y seis, y ya que estábamos por allí nosotros, hemos decidido parar a ver que había… Antes de nada he de decir que era un pueblito rarísimo, y es que aunque el resto que ya os he contado también lo eran… ¡Este me ha parecido que lo era aún más!

En este pueblo sí que hay varios sitios de interés, entre los que destacan los siguientes:

- Delgadillo Brothers

Delgadillo Brothers es una hamburguesería mundialmente conocida que fue fundada por Juan Delgadilo y que actualmente está llevada por sus familiares debido a que falleció hace unas décadas. Cabe destacar que Ángel Delgadillo, su hermano, era un peluquero que transformó su peluquería en un pequeño museo que también hay por la zona y que se ha puesto muy de moda entre todos los que recorren la ruta sesenta y seis.

Es un sitio súper extravagante, con una decoración que yo no había visto en mi vida. En la puerta se puede ver un coche pintado de blanco en el que detrás pusieron un árbol de navidad. El por qué no lo sabe nadie, pero esto se ha convertido en el símbolo de esta hamburguesería. Aquí os dejo una foto para que lo veáis (aunque es cierto que el árbol de navidad no se aprecia bien, me tenéis que creer cuando digo que está ahí):

Pero esto no es todo, la parte de atrás es todo un espectáculo, ya que tiene todo lo que te puedas imaginar. Aquí os dejo una foto para que lo veáis:

Lo que más me ha llamado la atención es que había un montón de váteres, cada uno con algo distinto, y yo le he hecho una foto a éste que se encontraba dentro de una cabina de teléfono (lo sé, no tiene ningún sentido…):

Las hamburguesas de este restaurante creo que están muy ricas, y a mí la verdad es que me hubiese gustado probar una. Sin embargo, cuando hemos llegado no teníamos mucho hambre y por eso hemos decidido esperar y comer en el siguiente pueblo. Aún así, hemos entrado en el mostrador en el que se supone que se piden las hamburguesas y mirad lo que nos hemos encontrado:

¡Yo es que estoy alucinando con todo lo que estoy viendo en este viaje!

- The Rusty Bolt

Tras haber visto la hamburguesería hemos seguido andando por la calle principal (o la única calle del pueblo, mejor dicho) y hemos encontrado el The Rusty Bolt. Esto es una tienda de trajes de los años cincuenta, pero lo más curioso es que aparcados en la puerta puedes encontrar varios coches de época con figuras de personas dentro… Ya os he avisado que este sitio era muy raro, pero… ¿a que no os imaginabais que tanto?

- Historic Seligman Sundries

Pues bien, después hemos visto la Historic Seligman Sundries, que fue construido hace diez años y recibió el premio al “singular comercio de la ruta sesenta y seis”. Por aquí os dejo unas cuantas fotos para que lo veáis: 

A decir verdad, este ha sido uno de los edificios que más me han gustado. Tras esto hemos puesto rumbo a la última parada del día, el pueblo de Williams.

5) Williams

Williams es el pueblo que se encuentra justo antes de llegar al Grand Canyon, y es también una visita obligada si estas por la zona. Es totalmente el típico pueblo del Lejano Oeste y tiene una gran variedad de restaurantes y moteles.

Sin embargo, el pueblo tampoco tenía mucha cosa... Aquí os dejo unas fotos para que lo veáis:

A pesar de que a mí personalmente me ha parecido que no había mucho que ver, no debe ser así, ya que el centro de Williams está protegido por el National Register of Historical Places, ya que la mayoría de los edificios de la ciudad fueron construidos a principios del siglo veinte.

Por aquí hemos dado otro paseíllo y hemos buscado un sitio para comer. Queríamos ir al famoso restaurante Twisters 50’s, que es una hamburguesería que conserva el estilo de los años cincuenta y que nos habían recomendado porque al parecer las hamburguesas están súper ricas. Sin embargo, este restaurante estaba cerrado y hemos tenido que buscar otro.

No teníamos muchas opciones, ya que al ser temporada baja casi todo estaba cerrado, sin embargo hemos encontrado uno que no tenía mala pinta, el Pine Country Restaurant. Tenían una carta bastante variada, sin embargo nosotros hemos optado por la opción fácil y nos hemos comido unas hamburguesas (que por cierto, he de decir que estaban bastante ricas y bastante bien de precio…). Además, el sitio estaba muy mono puesto y os voy a dejar por aquí una foto para que lo veáis:

Pues bien, después de comer nos hemos ido a nuestro siguiente destino, pero antes quiero decir que en un principio pensamos alojarnos aquí en Williams porque es un barrio con mucha más animación que en el que finalmente vamos a quedarnos. Sin embargo, como teníamos la intención de ver el amanecer en el Grand Canyon al día siguiente, preferimos coger un hotel más cerca del parque.

Por eso, después de Williams hemos conducido durante una hora para llegar finalmente a nuestro destino final, el Grand Canyon. Lo que hemos hecho ha sido elegir uno de los moteles que hay en la ciudad de Tusayán, a solamente un kilómetro del parque, para que nos sea más fácil llegar por la mañana.

El pueblo de Tusayán la verdad es que no tiene nada, y es simplemente un pueblo en el que se encuentran todos los moteles para hospedar a los miles y miles de visitantes del parque nacional. De hecho, hemos preguntado en la recepción del hotel sobre algún sitio para cenar y nos ha dicho que solamente hay un restaurante mexicano y una “steakhouse” (para que veáis que es cierto que es un pueblo compuesto únicamente de hoteles).

A pesar de eso y de estar agotados por haber estado todo el día de ruta, al llegar al hotel hemos salido a dar una vuelta para ver los alrededores. Nos hemos encontrado nieve, y es que se nota mucho la diferencia de temperatura al llegar aquí, así que ya sé que mañana me tengo que abrigar muy bien... Hemos aprovechado este paseo para hacer algunas fotos de las afueras del hotel que os dejo por aquí:

Pues bien, después de este pequeño paseo hemos vuelto al hotel y nos hemos tirado en la cama a descansar y a prepararnos para nuestro próximo día, que por fin tenemos la visita al Grand Canyon. Esto es algo que me apetece muchísimo y que os contaré con todo detalle en el próximo post… ¡Hasta la próxima!

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