Viaje por la costa este de España

Ya seáis estudiantes Erasmus en España o estéis pensando en visitar este bonito país, en este post encontraréis la experiencia de mi viaje de bajo presupuesto por la costa este de España. El viaje comienza en Madrid y continúa en Alicante, Valencia y, finalmente, Barcelona. Os voy a contar cómo sacar el mayor partido a una estancia de solo cuatro días en España, qué ver y qué hacer, así como nuestra experiencia organizando todo lo relacionado con el viaje, como el alojamiento, el medio de desplazamiento o la comida. Veréis que no lo planeamos todo al detalle, que preferimos ir improvisando a lo largo del viaje. Nuestra experiencia demuestra que la frase de "quien fracasa al planificar, planifica su fracaso" no siempre se cumple. Improvisar es emocionante y hará que vuestro viaje sea más intrépido.

Cómo desplazarse

Empecemos con la parte más importante de un viaje. Tener un coche todo el tiempo es algo que yo planearía antes de llegar al destino. Nosotros alquilamos un coche en Rentalcars y lo cogimos en el aeropuerto de Madrid después de aterrizar. Si viajáis con un grupo de amigos, yo os recomiendo sin duda esta opción, ya que al compartir los gastos, alquilar un coche resulta más barato y os dará mucha más libertad y comodidad.

Consejo: si cogéis el coche en el aeropuerto, dadle el número de vuestro vuelo a la empresa de alquiler de coches, de manera que si vuestro vuelo se retrasa, os esperarán incluso después de su horario establecido.

El desplazamiento por una ciudad va de la mano con la navegación. Estáis en una nueva ciudad que no conocéis y para poder llegar de un sitio a otro, llevar un dispositivo de navegación es algo imprescindible. Nosotros usamos Google Maps y no nos perdimos ni una sola vez, así que eso demuestra que es una aplicación eficaz y fiable. Pero, para usar Google Maps hay que tener Internet en el móvil, así que yo recomiendo llevar una tarjeta SIM de prepago cuando lleguéis, de la compañía telefónica que sea. Tener datos en el móvil os permitirá planificar vuestro viaje en el momento, como por ejemplo, encontrar restaurantes cercanos, un alojamiento para pasar la noche o compartir una foto urgente en Instagram con los hashtag: #Spain #vacation #summer #roadtrip.

Alojamiento

Escoger el tipo de alojamiento siempre depende de con cuánta gente viajéis, de qué relación hay entre vosotros, lo queráis hacer en ese lugar y de vuestro presupuesto. Según todo eso, deberéis reservar una habitación de hotel, un apartamento Airbnb, un albergue o a través de CouchSurfing. Si no estáis familiarizados con esos términos, podéis visitar mi anterior post de "Viajar con poco presupuesto" y conocer más sobre esto. En este viaje éramos cuatro personas: mi novio, mis suegros y yo. En Madrid y Valencia, nos hospedamos en hoteles que reservamos en Booking. com solo un día antes de nuestro viaje. En Barcelona, alquilamos un apartamento Airbnb, que reservamos unas horas antes de llegar a Barcelona, mientras estábamos de camino desde Valencia. Alquilar un apartamento, le da otro rollo a vuestro viaje. Si compartís apartamento con vuestros amigos y pasáis el día todos juntos en el salón, la experiencia se vuelve más íntima, como si estuvierais en casa. Al alquilar este apartamento, tuvimos la oportunidad de invitar a nuestros antiguos amigos de Barcelona a cenar. Solo estuvimos dos días allí, pero parecía que estábamos en casa en lugar de en una ciudad extranjera.

Comida

A todos nosotros nos encanta comer y en España más aún. En nuestro viaje de cuatro días, además de intentar ver todo lo posible, probamos toda la comida española que pudimos. Daros el nombre de todos los sitios donde comimos es imposible, así que he preferido compartir con vosotros tres consejos a la hora de elegir un sitio para comer.

1. En TripAdvisor, buscad los restaurantes cercanos a vosotros. Solo tenéis que buscar restaurantes y elegir la opción de "cercanos". Después, "filtrar" las opciones y elegir la distancia, es decir, la distancia a la que queréis que esté el restaurante con respecto a vuestra situación actual y elegir el tipo de comida o precios. Normalmente, yo elijo el sitio según las críticas y calificaciones que tenga.
2. En Google Maps, buscad "restaurantes", "cafeterías" o "restaurantes de comida rápida" y obtendréis un montón de sugerencias, junto con las calificaciones de cada lugar, su horario, un teléfono de contacto y otra información útil sobre el sitio.

   Consejo: cuando hayáis puesto vuestra ubicación o la ubicación a la que queréis ir, dadle al botón inferior de "explorar comida y bebida". Os enseñará muchos sitios agrupados en categorías como "cafeterías y snacks", "comida", "cena" o "bebidas". Todas estas categorías tienen a sus vez subcategorías: "mejores comidas", "comer barato", "dónde comen los de aquí" y muchas otras. Es muy útil utilizar esa herramienta para buscar un sitio donde comer aunque no esté disponible en todos sitios.

3. Daros una vuelta y entrad al sitio que más os guste. A mí siempre me gusta elegir un restaurante en el que haya mucha gente, pero que tampoco esté repleto. Los restaurantes llenos de gente con los camareros corriendo de un lado a otro tienen el ambiente que a mí me gusta.

Día 1: Madrid

Nuestro viaje comenzó en Madrid, llegamos por la mañana y solo nos quedamos un día. Hacía un día muy soleado, así que decidimos dar un paseo por el centro y comer paella en la terraza de un pequeño restaurante. Después, quisimos aprender más sobre la cultura española, así que visitamos dos museos. El Museo Nacional del Prado, es el museo nacional de arte español que alberga colecciones desde el siglo XII hasta el siglo XX. Forma parte del ránking de los mejores museos del mundo. Otro museo que tenéis que visitar es el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, el museo de arte español del siglo XX. En él se encuentran las obras maestras de artistas famosos como Pablo Picasso, entre otros. No entiendo mucho de arte, pero la gente que sí entienda de verdad, debería visitar al menos estos dos museos.

Para los adictos a las compras, recomiendo ir a Gran Vía , una calle comercial que es muy famosa, no solo por sus diferentes tiendas y su única experiencia yendo de compras, sino también por su ajetreada vida nocturna. En Europa, se la conoce como "la calle que nunca duerme". Después de estar todo el día andando por las calles y parques de Madrid, así como disfrutando del arte de los museos, fuimos a ver la Plaza Mayor. Es una de las principales plazas de Madrid con un montón de restaurantes y pequeñas cafeterías, todos los sitios son bastante caros, pero son muy queridos y valorados por los turistas de todo el mundo. Por la noche, fuimos a una discoteca, cuyo nombre no recuerdo, pero fue una manera muy buena de conocer todo lo que Madrid puede ofrecer. Sin embargo, no estuvimos mucho tiempo ya que a la mañana siguiente teníamos que madrugar para emprender nuestro viaje a Alicante.

El jardín del Museo Nacional de Arte Reina Sofía.

Tomando un delicioso desayuno en Madrid.

Comiendo en el centro de Madrid.

Día 2: Alicante

Alicante fue muy diferente a todo lo que había visto hasta entonces de España. Es una ciudad portuaria, pero muy montañosa. Tiene un paisaje rocoso con tonos anaranjados y beis y con preciosas playas arenosas. Esta ciudad me encantó. Pasamos el día en la playa, donde comimos unas tapas y bebimos sangría. Dimos un bonito paseo por el centro de la ciudad y visitamos el Castillo de Santa Bárbara, una fortaleza medieval española que merece totalmente la pena visitar si estáis interesados en la historia. Además, desde él se ve la costa de Alicante, un paisaje que cautiva a cualquiera. En Alicante, solo estuvimos ese día. Por la noche, nos dirigimos a Valencia, que está a tan solo dos horas en coche.

La playa del Postiguet de Alicante.

El Castillo de Santa Bárbara de Alicante.

Las vistas desde el Castillo de Santa Bárbara.

Día 3: Valencia

El paisaje de Alicante me impresionó muchísimo y de Valencia me encantó la ciudad, su ambiente, su arquitectura, sus amplias calles, sus parques, sus fuentes, su verde vegetación y sus flores; todo me recordaba a cuando estuve en Sevilla. Por alguna razón, vi ambas ciudades muy parecidas. Valencia es el lugar de origen de la paella, así que os recomiendo que la probéis. Lo que más me gustó de Valencia fue un mercado artesanal donde compré regalos para mis amigos. También hay un montón de museos, pero como ya visitamos dos museos en Madrid, preferimos pasar nuestro tiempo disfrutando del centro de la ciudad, probando la paella y los churros. El lugar más distintivo de Valencia que tenéis que visitar es la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Se trata de un moderno complejo que combina ciencia y arte y forma parte de los 12 Tesoros de España. Nos dimos un agradable paseo por allí, nos hicimos muchas fotos y disfrutamos del buen tiempo que hacía en mayo.

El centro de Valencia.

El mercadillo artesanal de Valencia.

La Ciudad de las Artes y las Ciencias.

Otra parte de la Ciudad de las Artes y las Ciencias.

Día 4: Barcelona

Hay tantas cosas que ver en Barcelona que ni una semana allí sería suficiente. Solo estuvimos un día en Barcelona, ya que el segundo día era para regresar a casa. A mí, la primera cosa que me viene a la mente cuando pienso en Barcelona es la Sagrada Familia, una famosa iglesia católica diseñada por Gaudí. Todavía sigue en construcción y lo notaréis en cuanto la veáis. Es tan famosa entre los turistas que tuvimos que esperar bastante tiempo para poder entrar. Como no lo planificamos, no compramos los tickets con antelación y no pudimos evitar la larga cola. Pero, no importa porque al tener que esperar aprendimos la lección: si queréis visitar Barcelona, comprad los tickets online con antelación. Otra famosa obra de Antonio Gaudí en Barcelona es Casa Batlló, situada en el centro de la ciudad. Cuando observaba ese edificio, me arrepentí de no haber prestado más atención en el colegio cuando estudiamos el modernismo y el Art Nouveau para poder apreciar esta obra maestra en profundidad.

El Parque Güell, otra obra de Gaudí, es un complejo de jardines y edificios modernistas desde donde se puede contemplar una vista entera de la ciudad. De nuevo, no habíamos comprado las entradas, así que visitamos la zona gratis y disfrutamos de un bonito paseo nocturno por allí. El Parque de la Ciudadela es seguramente uno de los parques más bonitos que he visto en mi vida, tiene unas espectaculares fuentes, un lago, museos y estatuas que lo convierten en el lugar ideal para pasar la noche con amigos mientras conversáis y os tomáis un café. Un día en Barcelona puede resultar demasiado corto, pero también nos las arreglamos para ver el famoso Castillo de Montjuic, una fortaleza militar. Me encanta visitar los castillos porque también es una manera de hacer ejercicio al tener que subir todas las montañas para llegar a ellos. Es una sensación maravillosa llegar hasta arriba y disfrutar de las increíbles vistas que todos ellos ofrecen.

La Sagrada Familia de Barcelona.

Casa Batlló.

Las vistas desde el Parque Güell.

El Parque de la Ciudadela.

El Castillo de Montjuic.

El viaje fue una experiencia inolvidable. Tanto el tiempo, como la comida, las visitas, las ciudades y las playas fueron un auténtico deleite. Cada vez que veo las fotos, me emociono y no puedo parar de pensar a qué sitios iré la próxima vez que vaya a España.

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