Las pegueras

Como os he contado ya en mi entrada anterior, en mi comarca hay mucho pinar que además mueve a su alrededor una importante actividad como es la resinería, por lo que la economía de Chañe, (mi pueblo), ha estado vinculada durante siglos al pinar y a la resina. De esta importante actividad económica que sobre todo se desarrolló de nuevo hace ya algunos años, os hablaré ahora.

En mi pueblo hay dos "PEGUERAS", éstas son construcciones de adobe o de ladrillo refractario con forma circular o ligeramente  ovalada, cubiertas en ocasiones con falsa cúpula y recubiertas en su parte con barro. En su parte trasera tienen un pozo donde se recoge la "PEZ", (líquido negro y viscoso que se obtiene de quemar la madera y sirve para impermeabilizar los toneles y las embarcaciones), que se llama "OLLA".

En la delantera de la peguera está situada la puerta o boca orientada hacia el este para que arda mejor cuando se encienda.

Esta "pegueras" servían para quemar el burrajo y los sarros, (que podríamos decir que son los “excrementos” de los árboles del pinar).

El burrajo son las hojas de los pinos que cuando se secan caen al suelo, y los sarros son restos de resina que caen la suelo y se mezclan con arena y burrajo. ¿Os imagináis como ardería esto?

Se prendían durante el invierno, época en la que los pinos no se trabajan y en la que ya estaban formados los sarros.

La quema de cada peguera solía durar entre tres y cuatro días.

Los resineros se turnaban para quemar por orden cada uno sus sarros. Generalmente se agrupaban por cuadrillas para ayudarse unos a otros, y ninguno de ellos quería realizar la primera quema porque era donde se perdías al adherirse o pegarse cierta parte de ella en las paredes internas de la peguera y de la olla.

Actualmente no se utilizan las pegueras, pero una vez al año en mi pueblo, se hace una quema para conmemorar aquellos trabajos de nuestros resineros.

Una curiosidad más... ¿NO?

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