La ruta del Duero

Es una de las muchas rutas que recorren Castilla y León y sigue el curso del río castellano por excelencia, el río Duero. (Recordaros a los alumnos de geografía que es el río español con la cuenca más grande, cuenca que coincide, básicamente con el territorio de la nuestra Comunidad, de modo que el Duero, en cierto modo, es Castilla y León).

Así pues, si queréis hacer un viaje diferente por esta tierra podéis hacerlo siguiendo esta ruta que os llevará desde la provincia de Soria y Soria capital hasta la de Zamora antes de abandonar territorio español.

Soria es una ciudad con poco protagonismo dentro del ámbito castellano y leonés, (hace años se hizo famoso el lema reivindicativo: “Soria existe”) y de pequeño tamaño, pero podemos definirla como “coqueta”. Está muy unida a Antonio Machado, ya que en esa ciudad se casó con su amada Leonor, (amor que, recordaréis, acabó trágicamente por la muerte muy temprana de la jovencísima esposa que está enterrada, por cierto, allí). Pero además de “compartir” espacios con Machado, en Soria se puede visitar San Juan de Duero, restos de un original templo-monasterio con un aún más original claustro, (cada uno de sus cuatro lados está construido en un estilo artístico diferente). Pasear por las calles de esta ciudad es, por último, una invitación a la tranquilidad (quizás excesiva para los que seáis muy urbanitas).

Debo decir, de todos modos, que en mi opinión lo realmente sorprendente de Soria se encuentra en su provincia: La Laguna Negra, de origen glaciar, vastas extensiones de pinar, lugares como Numancia y Medinaceli, con importantes restos romanos o yacimientos arqueológicos y paleontológicos como los de Torralba y Ambrona, localidades como el Burgo de Osma o Berlanga de Duero justifican de sobra, una visita a esta provincia.

El río Duero nos lleva a continuación por tierras de Burgos, con lugares tan interesantes como La Vid, con un impresionante monasterio, Peñaranda de Duero (donde entre otras cosas se puede visitar una de las más antiguas farmacias españolas… ¿o es la más antigua?. Lo cierto es que lleva varias generaciones perteneciendo a la misma familia) y Roa o Aranda de Duero, famosas estas dos últimas por sus vinos: entramos de lleno en la tierra de uno de los vinos españoles por excelencia: el vino DE LA RIBERA DEL DUERO.

La siguiente tierra a las que nos conduce el río es Valladolid, de cuya capital ya os he ido hablando. Allí nos esperan lugares como Pesquera, (famoso vino), Valbuena de Duero, (no dejéis de visitar el Monasterio Cisterciense) o Tordesillas, localidad esta sí, de visita obligada: en Tordesillas, en un palacio desaparecido, pasó encerrada una buena parte de su vida la Reina Juana I de Castilla, (conocida como “Juana la Loca”), personaje muy interesante al que, en mi modesta opinión, la historia y el cine no han hecho del todo justicia. Sí se conserva, sin embargo una Monasterio al que la reina solía ir a rezar (el cadáver de su esposo, Felipe) monasterio que conserva restos  impresionantes por haber sido antes palacio musulmán. (Parad aquí, visitad el lugar y a la salida, no dejéis de comprar pastas a las monjas… ¡¡¡están deliciosas!!!).

De Valladolid, el río nos llevaría a tierras  ya de Zamora y Salamanca. De la primera destacar lugares como Toro, (con un buen vino con denominación de origen y una estupenda colegiata Románica) y la propia capital, Zamora que, entre otras cosas, es la ciudad española con más iglesias románicas, (a parte de la propia catedral, claro).

Sin duda alguna es una ruta diferente en la que, como siempre en esta región, no os va a faltar arte, historia, y en definitiva CULTURA, (gastronómica incluida).

Un saludo a todos y espero que os guste esta entrada.

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