Cultura catalana: San Valentín vs. Sant Jordi

Me habría encantado escribir que el día de San Valentín no se celebra en Cataluña y que pasan de esta ola de consumismo que suele caracterizar la semana anterior al 14 de febrero. Sin embargo, he de admitir que, al menos por lo que he visto estos días, el efecto de esta nueva tradición ha llegado hasta aquí también. Aunque, por lo menos, me parece que aquí el día de San Valentín no se celebra de una manera tan exagerada como en Italia.

El signo más claro de que ha llegado la fiesta del amor a Vilanova i Geltrù es que empezaron a aparecer globos rosas por todas partes en la calle y en los escaparates de las tiendas, acompañados, cómo no, de corazones. Además, había gente que vendía rosas por la calle. Por lo menos, hasta donde yo sé, no hacen menús especiales de San Valentín o compran en cantidad dulces y chocolate, dos características típicas de este día en Italia.

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Sin embargo, la razón por la que se subestima un poco esta fiesta del amor es que los catalanes ya tienen su propia celebración. En mi opinión, la tradición catalana es mucho más interesante que el día de San Valentín. En Cataluña, es el día 23 de abril, en lugar del 14 de febrero, cuando las mujeres suelen recibir una rosa como regalo. En este día de Sant Jordi, patrón de Cataluña, los hombres suelen hacer un regalo (que normalmente es una rosa) a sus seres queridos: no solo a sus esposas o novias, sino también a sus madres, hermanas o amigas. Además, las mujeres no son las únicas que reciben regalos, ya que también es tradición hacer un regalo a los hombres. Normalmente, se les regala un libro, siguiendo el mismo criterio que he explicado en el caso de las mujeres. Por todo esto, es muy normal que, en los días previos al 23 de abril, haya puestos enormes en las calles en los que se venden rosas y libros para prepararse para la fiesta que se acerca. En resumen, se trata de una tradición mucho más democrática y razonable.

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