Los lagos de Eslovenia, una joya de la naturaleza
Los lagos de Eslovenia, una joya de la naturaleza
Se la conoce como el corazón verde de Europa, pues más de la mitad de su territorio es pura naturaleza. Hablo de Eslovenia. Lagos, ríos, cascadas, cuevas, montañas. Hoy os hablo de la primera vez que visité este país y que sin duda no me dejó indiferente. Había visto muchísimas fotos del lago de Bled, con su isla tan característica en el medio y por fin, en abril de 2018 pude ver en primera persona su maravillosa naturaleza. Al vivir en España, Eslovenia no era un destino que yo tuviese en la mente, pero ahora, al vivir en Eslovaquia, si se presenta la oportunidad de conocer este país, es imposible negarse.
El día que fuimos al lago Bled me desperté en Ljubljana. Tomamos un desayuno abundante y pusimos rumbo a la atracción más visitada de todo este país. En coche, desde la capital, solamente se tarda un poco menos de una hora así que queda cerquísima. Si no tenéis coche, también podéis ir en tren o comprar un billete para ir en autobús. Al ser un lugar bastante famoso, hay muchas formas de ir, horarios y tours diferentes.
Cuando nosotros llegamos, tuvimos que pagar para aparcar nuestro coche. La mayoría de los parkings son privados así que no os comáis mucho la cabeza para buscar un aparcamiento gratuito porque no vais a encontrar. Me imagino que la única forma de conseguirlo es aparcando en las afueras y eso significa tener que caminar un buen tramo hasta llegar al lago. A nosotros eso no nos interesaba porque no disponíamos de tanto tiempo para visitar todo lo que queríamos y teníamos que aprovechar cada minuto.
El lago Bled, su isla y el castillo
Sin duda impresiona. Para mí lo mejor es caminar a su alrededor, por ese paseo de madera que lo bordea. Por toda la orilla del lago, hay muchos banquitos donde puedes sentarte y relajarte, disfrutando de estas vistas de ensueño. Es muy grande así que no nos dio tiempo a bordearlo por completo pero sin embargo, invertimos las horas que estuvimos allí en realizar una buena caminata por la montaña para conseguir la siguiente vista del lago, desde un punto alto donde poder admirarlo al 100%. El camino hasta arriba fue bastante duro, el terreno era muy empinado y a veces también resbaladizo, pero como suelo decir: el esfuerzo vale la pena. Es desde aquí arriba donde puedes ver perfectamente la isla que está en medio del lago Bled, que por cierto, es la única isla de Eslovenia. Increíble, ¿eh? Cuando conoces este dato valoras mucho más lo que tienes delante de tus ojos y el hecho de que esta isla esté en un lago y no en el mar la hace más especial todavía. Por lo tanto, mi recomendación es que tengáis la suficiente energía para subir a uno de los miradores y ver todo el conjunto: el lago, los árboles y los Alpes nevados al fondo. Paisaje de postal.
Además de caminar por los alrededores del lago, podéis alquilar una pequeña barca o bote y remar por sus aguas. De esta forma, podréis acceder a la isla y visitarla. Si por algo llama la atención esta pequeña isla, es porque en ella está situada una pequeña iglesia de color blanco, que contrasta con los colores verdes y azules oscuros que la rodean.
Otra atracción indispensable es el castillo del lago. Llama la atención porque está construido al borde de un acantilado altísimo, encima de varias rocas gigantes y parece que en cualquier momento puede caerse. Nuestra intención era entrar dentro del castillo, pero estaba lleno de turistas y la entrada nos pareció bastante cara, así que decidimos no hacerlo. El castillo en sí me recordó bastante a otros castillos que puedes ver por Eslovenia o Austria. Nosotros vimos muchos de ellos en nuestro trayecto por carretera y todos eran bastante similares: misma estructura, medida y color. Al fin y al cabo lo que más sorprende del castillo es dónde está situado, no su arquitectura en sí.
Algo que podéis hacer para ver el castillo, el lago y la isla al mismo tiempo es bordear el lago e ir al lado contrario de donde se encuentra el castillo. Hay buenos miradores desde donde se pueden ver estos tres elementos a la vez, que es lo realmente bonito. Todo el paisaje parece un locus amoenus, un lugar de cuento de hadas o de cualquier novela de fantasía, donde las criaturas mágicas son las protagonistas. Además, tuvimos la suerte de que hacía un día estupendo. Sol y buena temperatura, perfecto para caminar.
Justo al principio del lago está la zona más turística donde se encuentran los hoteles, restaurantes y los barquitos para alquilar. En esta zona es donde se concentra más gente así que no es mi preferida. Justo aquí está el famoso corazón del lago de Bled. Es una escultura cuya forma es un corazón rojo y normalmente todos los enamorados, familias y amigos/as se hacen fotos aquí. Nosotros/as fuimos en abril y nos pareció que había bastante gente haciendo cola así que no me quiero imaginar cómo de masificado debe de estar el lago en temporada alta. Aun así, creo que ir en verano al lago es toda una experiencia porque puedes bañarte, y eso siempre es un plus.
Lago Bohinj
Además del famosísimo lago Bled, muy cerca de allí existe otro lago más que se llama lago Bohinj (aprendimos a pronunciarlo correctamente gracias a nuestra amiga Serbia, que sabe croata así que entiende el esloveno) y, dato importante, es el lago más grande toda Eslovenia. Está solamente a 30 minutos de allí y lo bueno es que aquí sí conseguimos parking gratuito. El parking estaba muy cerca del lago así que no tuvimos que caminar mucho para llegar hasta él. La forma de explotar turísticamente este lago es bastante similar a la del lago Bled: barquitas para remar, restaurantes a la orilla del lago, pequeños alojamientos para hospedarse allí.
Justo al lado del lago, se encuentra este río cuyas aguas también son cristalinas, brillantes y están súper limpias. Puede que suene extraño, pero este lago me gustó todavía más que Bled. Es un lago más tranquilo, menos turístico, pero el color de sus aguas es mucho más cristalino y sus colores son una mezcla entre verde y azul. Los patos nadaban cerca de nosotros y al fondo podían verse los Alpes julianos nevados. Era un paisaje de ensueño. Además, cerca de aquí, existe una cascada que aparece solamente después de unas continuas lluvias. Podemos decir que es una cascada "fantasma".
Eslovenia también es un país rico en fauna y justamente el lago Bohinj tiene diez especies diferentes de peces y entre estas diez, se encuentra "la trucha de lago" que ahora mismo está en peligro de extinción.
Allí había un puente antiguo desde donde sacamos fotos y pudimos admirar la belleza de la naturaleza eslovena. Es mucho más tranquilo que el lago de Bled, con senderos diferentes para caminar, y también miradores a los que llegar cansado. Me hubiese gustado ir en verano para bañarme en esas aguas tan limpias y cristalinas, aunque quizás cuando pruebe el agua me eche atrás porque suele estar congelada. Quién sabe. Habrá que ir el próximo verano para comprobarlo. Además, me han dicho que se pueden practicar deportes acuáticos como paddlesurf o alquilar un kayak. Aquí os dejo las fotos que sacamos, que no le hacen justicia, pero por lo menos podéis haceros una idea.
En definitiva, merece mucho la pena y fue una de las mejores cosas que pudimos hacer. Ahora para mí el lago Bohinj es una parada más que obligatoria.
Gargantas Vintgar
Por último las gargantas de Vintgar, que están cerquita del lago Bled. Muy a mi pesar no puedo contaros mucho sobre ellas. Era la parada que más ilusión me hacía en este viaje y al final no pudo ser, porque estaban cerradas por obras. Intentamos colarnos y saltamos la valla, caminamos un poco por las gargantas hacia arriba pero al final el paso estaba completamente cortado y no pudimos seguir. Ahora, en otoño, deberían estar ya abiertas. Sin duda, es un lugar al que tengo que volver porque en fotos se ve increíble: el río corriendo montaña abajo con el agua azul intenso.
Y esto es todo por el post de hoy. Sin duda la naturaleza de Eslovenia no te dejará indiferente. Ahora mismo espero ansiosa el día para coger el coche, tomar la carretera y volver a estar en este paraíso. Y esto es todo por hoy. Espero que os haya gustado y que os entren ganas de conocer y explorar el mundo. Gracias por leerme y nos vemos en el siguiente post.
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Comentarios (1 comentarios)
Fátima chamadoira hace 6 años
Me ha encantado este artículo. Como dices, el lugar parece de ensueño. Enhorabuena, Claudia, y buen trabajo.