4 días por Eslovenia (parte I)

¡Hola a tod@s!

Hoy os vengo a hablar de un país bastante desconocido y que sin duda os sorprenderá. Al menos en mi caso, ha sido uno de mis mayores descubrimientos de este año, de hecho, ya he vuelto varias veces porque siempre hay nuevas cosas que ver, e incluso me encanta volver a visitar los sitos en los que ya he estado anteriormente.

Lo cierto es que mi visita a Eslovenia fue un poco por casualidad. El año pasado he estado de Erasmus en Pula (Croacia), por lo que Eslovenia me quedaba a apenas un par de horas de allí en coche, por lo tanto no dudamos en organizar nuestro primer viaje de Erasmus juntos a este increíble país. Pero es cierto que quizás en otras circunstancias, si no me encontrase tan cerca, no tendría intención de viajar allí.

Como es un país bastante pequeño y se recorre muy fácilmente, decidimos ir solo unos 4 días, pero son suficientes para ver lo más importante. Eso sí, Eslovenia es un país con un sinfín de sorpresas, una vez que empiezas a investigar te das cuenta de que hay muchísimas cosas que ver y, como he dicho antes, seguro que a vosotros también os dejará con ganas de visitarlo o, si ya habéis estado, con ganas de volver.

Como este post es bastante largo, he decido dividirlo en dos partes. En esta primera parte os daré algunos consejos para viajar por Eslovenia y también hablaré de la primera parada de nuestro viaje, la capital de Eslovenia: Liubliana.

Primero de todo, unos consejos a tener en cuenta a todo aquel que quiera viajar a Eslovenia:

- Recomiendo sin duda alquilar un coche para moverse por Eslovenia ya que se pierde mucho tiempo desplazándose en autobús de un lugar a otro. De hecho los autobuses a ciertos lugares como Vintgar Gorge (del que os hablaré en el siguiente post) solo funcionan en temporada alta. Por lo tanto, lo dicho, alquilar un coche es imprescindible para aprovechar el tiempo al máximo y viajar con mayor libertad. Además, en nuestro caso lo alquilamos en Croacia, pues como os he dicho salíamos de Pula, y no es nada caro. Los precios de Eslovenia son bastante parecidos a los de Croacia, por lo tanto sale rentable. La gasolina tampoco es cara, tiene mejor precio que en España.

- ¡Importante! Para conducir por Eslovenia por autopistas y vías rápidas hay que comprar una “viñeta” de peaje. Normalmente la encontraréis sin problema justo antes de pasar la frontera en alguna tienda o gasolinera. El precio es de unos 10€ por unos 10 días, si la memoria no me falla. Pero creo recordar que también vendían viñetas para un solo día, un mes, etc. Recomiendo comprarla porque es muy difícil evitar las autopistas y eso de “a lo mejor no me pillan” no es una opción. En nuestro caso una vez dirigiéndonos a Italia apenas simplemente cruzamos la frontera de Eslovenia y pensamos que como el trayecto era muy corto no nos multarían, pero nos pillaron y la multa fue de 50€. ¡Así que es mejor no arriesgarse!

- Para entrar en Eslovenia, para las personas procedentes de algún país europeo, no es necesario llevar pasaporte, con enseñar el DNI es suficiente. He ido varias veces como os digo, tanto en autobús como en coche, y nunca he tenido que esperar excesivamente en la frontera. Lo peor es cuando se viaja en bus pues, por lo general, hacen bajar a todos los pasajeros del autobús para luego ir revisando la documentación uno por uno.

Como decía, nosotros fuimos un poco por casualidad a Eslovenia y no con demasiadas expectativas ya que ninguno conocía demasiado del país, pero la verdad es que por las fotos que yo había visto parecía increíble. Quizás fue en parte por eso, el hecho de no ir con las expectativas súper altas, que me enamoré al instante.

Eslovenia es un país increíble, lleno de naturaleza en estado puro y ciudades pequeñas con mucho encanto. Después de mi visita incluso lo considero un lugar idóneo para vivir en un futuro. Si eres de esas personas a las que le gusta la naturaleza, te enamorará tanto como a mí.

En esta escapada de 4 días llevamos a cabo este tour:

Primera parada: Liubliana

El primer día decidimos dirigirnos a la capital, Liubliana. De hecho las tres noches nos hospedamos en el mismo hotel porque creímos que era lo más cómodo ya que no eran demasiadas horas de desplazamiento a los demás sitos que pretendíamos visitar, y a veces es un poco incómodo cambiar de alojamiento día sí, día también.

Liubliana es una ciudad bonita y acogedora, con alma de pueblo. En 2016 fue declarada capital verde europea.

Esta ciudad es una parada perfecta para huir de los destinos masificados ya que, aunque es bastante visitada y sobre todo si vais en temporada alta os encontrareis bastantes turistas igualmente, la ciudad lejos del ritmo estresante y apogeo de muchas ciudades sigue transmitiendo calma, el ritmo de vida es mucho más relajado, no hay prisa.

Probablemente esto tenga bastante que ver con el hecho de que no trascurran coches por el centro de la ciudad, solo personas caminando o en bicicleta, algo que siempre me ha gustado en las ciudades. Liubliana vale la pena por su esencia y porque aunque sea pequeña, como he dicho antes, te enamora.

En nuestro caso solo estuvimos un día en la ciudad, por lo tanto vimos lo básico. Sin embargo seguramente un día más no esté mal para disfrutar más a fondo de la ciudad, pues nos quedaron algunas cosas por ver.

Lo primero que vimos al caminar por la ciudad fue el famoso puente de los dragones (Zmajski Most) que cruza el río Ljubljanica.

Existe una leyenda relacionada con los dragones en Liubliana ya que, si se presta atención, se puede ver la figura del dragón en una de las plazas más famosas de la ciudad además de en este puente del que os hablo ahora. La leyenda cuenta que en el pasado la capital era atemorizada por un dragón y la población vivía con miedo a salir de sus muros. Pero un día Jason, uno de los personajes más conocidos de la mitología griega, con la intención de conseguir el tesoro que escondía este dragón, se enfrentó a él y lo venció. Pero fue gracias al dragón que el tesoro se había conservado durante tanto tiempo, por lo tanto también se dice que es una forma de honrar a este dragón.

Nos dirigimos hacia la izquierda y pasemos por este río, donde se encuentran gran cantidad de bares y restaurantes. Nos encontramos también con varios puentes por el camino, uno de ellos lleno de candados.

Sin necesidad de andar demasiado, ya nos encontramos de frente con la plaza más famosa y concurrida de la ciudad, la Plaza Preseren.

Lo que más llama la atención en esta plaza es su iglesia de color rosa, la Iglesia Francisca de la Anunciación. Otro detalle destacable es también su estatua, donde encontramos representado a Preseren, que lejos de tratarse de un rey o algo parecido como podríamos imaginarnos, se trata del primer poeta que escribió en esloveno. Aquí en donde se obtiene una de las más bonitas fotografías de la ciudad, y de las más típicas.

Otra de las plazas más importantes es la de Mestni Trg que a partr del siglo XII fue uno de los puntos centrales de la ciudad. En especial destaca porque aquí se encuentran el Ayuntamiento, la famosa Fuente de Robba en el centro y preciosos edificios renacentistas y barrocos.

Pero sin duda un lugar imprescindible es el Castillo de la ciudad. Se puede acceder a él a pie o bien en funicular que conecta el casco antiguo con la colina del Castillo. La estación de salida del funicular se encuentra en la plaza Krekov. Desde la Torre del Castillo se puede contemplar una perfecta panorámica de la ciudad. Además, no es necesario pagar para entrar en él.

Otros puntos de visita obligada en la ciudad son la catedral de San Nicolás, el ayuntamiento, o el parque Tivoli.

Uno de las cosas que no tuvimos tiempo de visitar fue Metelkova, una especie de barrio independiente en el centro de la ciudad y del que me han hablado muy bien.

Dónde dormir

En nuestro caso alquilamos un apartamento a través de Booking para las tres noches. Era un apartamento de dos plantas. En la primera estaba la cocina, un baño común y un sala con sofás y una mesa grande donde pasar el rato. En la segunda y tercera planta estaban todas las habitaciones. Lo bueno es que éramos catorce personas viajando y tuvimos la suerte de estar prácticamente solos en todo el apartamento.

En cuanto al precio fue súper barato, es la ventaja de viajar con tantas personas, pues acabó saliéndonos en unos 30€ por cabeza las tres noches más o menos. No sale tan económico si se viaja en pareja, solo, etc. pero de todos modos, todos los precios en general de los alojamientos en Eslovenia son muy razonables.

El único inconveniente fue que no se encontraba del todo céntrico pero como solo estaríamos un día en la ciudad y el resto nos desplazaríamos a los demás destinos en coche, no fue demasiado inconveniente.

Hay buses urbanos que te llevan al centro, pero nosotros nos acercamos con nuestro coche y lo aparcamos muy cerca del Puente de los Dragones. Era zona azul y tuvimos que pagar pero no salía demasiado caro y menos repartiéndolo entre las cinco personas que íbamos en cada coche.

De todas formas no es nada difícil encontrar alojamiento en el centro y a buen precio. A nosotros lo que nos pasaba era que se nos reducían las opciones porque éramos demasiados y no era tan fácil encontrar uno con espacio para catorce personas.

Hasta aquí el post de hoy. Muy pronto os enseñaré la segunda parte de este viaje a Eslovenia. ¡Muchas gracias por leerme!

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