Trsteno

Chicos muy brevemente os voy a hablar de Trsteno puesto que mi visita fue muy de pasada. En el pasado me comentaron que fue un auténtico paraíso, pienso que en la actualidad no tiene nada que envidiar puesto que posee unos de los más bellos jardines (aunque es difícil catalogarlo como tal) que he visto en mi corta existencia; en esa época la nobleza de Dubrovnik se fijaba mucho en el aspecto de sus jardines tanto en la ciudad como aquí, e Ivan Gucetic, un aristócrata de Dubrovnik, sembró las primeras semillas en su jardín e inauguró la tendencia jardinera de Trsteno. Desgraciadamente, muchos jardines de Dubrovnik no han sobrevivido al paso del tiempo, salvo los que quedan en Trsteno.

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Los descendientes de Ivan Gucetic conservaron su jardín durante siglos, hasta que la tierra fue cedida a la Academia de las Ciencias (antes yugoslava y ahora croata), que lo convirtió en un arboreto visitable. El jardín presenta un maravilloso trazado renacentista con un conjunto de plantas y arbustos mediterráneos (lavanda, romero y buganvilla) cortados en formas geométricas, mientras los limoneros y naranjos perfuman el ambiente. Solo hay una parte ajardinada (el grueso de los jardines es maravillosamente silvestre). Hay una sección que está quemada: consecuencia del impacto de un obús del ejército yugoslavo de la omnipresente guerra del 91 que tanto he podido entender debido a mi extensa visita a este fascinante país, y de un incendio forestal en verano del 2000. No hay que perderse los dos plátanos de la entrada a Trsteno: cada uno tiene 400 años y mide unos 500 m de altura y 15 m de diámetro.

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Si se os hace tarde se puede pernoctar en el camping local Autocamp Trsteno.

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