Día 7 (tarde-noche). Dubrovnik: parte 2

Publicado por flag-es Irene Reche — hace 5 años

Blog: Viaje por los Balcanes
Etiquetas: flag-hr Blog Erasmus Croacia, Croacia, Croacia

¡Hola de nuevo! Hoy continúo contándoos el séptimo día de este maravilloso viaje que poco a poco va llegando a su fin. Tal y como os adelantaba en el post anterior, nada más terminar de comer cogimos el autobús para ir al hotel a descansar un poco y refrescarnos de todo el calor que habíamos pasado por la mañana.

A eso de las cinco y media o seis decidimos hacer algo con nuestras vidas ya que estar tirados en el hotel no es el mejor plan cuando te quedan pocos días de viaje. Como estábamos un poco cansados decidimos tomarnos la tarde con un poco más de calma y nos fuimos a la playa que había al lado del hotel. La verdad que en este sentido el hotel estaba bien situado, ya que a menos de cinco minutos andando tenías una playa.

En realidad la playa a la que fuimos era de otro hotel (un hotel que por cierto le daba mil vueltas al nuestro...) pero está permitido el baño a otras personas siempre y cuando no utilices las tumbonas y las comodidades que ese hotel da a sus clientes. He de confesar que nosotros utilizamos alguna que otra tumbona pero que conste que esto no debe hacerse… La playa no es de arena ni mucho menos, de hecho, casi no es ni playa. Lo que hay son unas rocas altas desde las que puedes saltar al mar directamente y que están específicamente preparadas para ello, y por otro lado también hay unas rocas más bajitas con una escalera que desemboca en el mar y es un acceso mucho más cómodo.

Día 7 (tarde-noche). Dubrovnik: parte 2

Estuvimos nadando, tirándonos unas cuantas veces de las rocas y en definitiva, relajándonos un poquito hasta que a eso de las ocho nos volvimos al hotel para arreglarnos e ir a cenar. Aquí debo confesar algo gracioso, y es que para llegar a la playa teníamos que bajar una cuesta enorme, y bueno, bajar no cuesta tanto pero subir ya es otra cosa. Así que, ni cortos ni perezosos y echándole un poco de morro, nos metimos en el hotel y subimos por el ascensor como unos señores. La verdad es que dábamos un poco el cante porque nosotros íbamos con nuestras pintas de venir de la playa y la gente del hotel, como era casi la hora de cenar, iba bastante arreglada al restaurante (la verdad es que el hotel parecía muy bueno, ¡tenía hasta casino!

Con esta guisa llegamos al hotel y después de ducharnos nos bajamos a cenar. No me acuerdo bien que había de comida pero era un buffet, así que había mucha variedad y la verdad que nos quedamos bastante llenos.

Tras esto, nos fuimos otra vez al centro de Dubrovnik para ver el ambiente nocturno de la ciudad. Lo primero que hicimos fue ir al Puerto Viejo de la ciudad que se nos había quedado pendiente por la mañana.

Día 7 (tarde-noche). Dubrovnik: parte 2

En esta zona hay un montón de restaurantes, aunque como nosotros ya habíamos cenado no os puedo decir qué tal están porque no probé ninguno. El ambiente es súper tranquilo y lo que hicimos fue sentarnos en una terracita a la orilla del mar y tomar algo.

La verdad es que la noche de Dubrovnik merece muchísimo la pena. Cambia un montón en cuanto a verla de día o verla de noche, ya que toda la gente que hay por la mañana desaparece a las últimas horas del día. A mí me gustó mucho el parecido que encontré entre la noche de Dubrovnik y  los planes nocturnos que hay, por ejemplo, en las zonas del sur de España. Muchísimas terrazas y garitos, algunos hasta con música en directo.

Día 7 (tarde-noche). Dubrovnik: parte 2

Además, para los más fiesteros, cuando vas andando por la ciudad te vas encontrando a algún que otro relaciones públicas que intenta que vayas a la discoteca en la que trabaja. Nosotros hacíamos muchas cosas por el día y al llegar la noche no teníamos muchas ganas de fiesta, pero la verdad es que tenía bastante buena pinta y de no haber estado tan cansados seguro que lo habríamos probado.

La verdad es que no tengo mucho más que decir acerca de la noche de Dubrovnik porque es necesario ir para vivirlo. Como se suele decir: no hay palabras. Por tanto, de todo el recorrido que os he ido contando realmente os recomiendo muchísimo visitar esta ciudad por la noche y relajarte dando un paseo por sus calles iluminadas y tomando algo en alguna terracita. Y con este buen sabor de boca me despido hasta el próximo post, espero que os esté gustando tanto como a mí compartir conmigo esta aventura de viaje.

Día 7 (tarde-noche). Dubrovnik: parte 2

Día 7 (tarde-noche). Dubrovnik: parte 2


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