Día 6 (mañana). Split

¡Buenas tardes a todos y bienvenidos a un post más! En la mañana del sexto día de viaje hicimos una de las visitas que más esperaba: Split. Una ciudad que se encuentra sobre un cerro de unos mil trescientos treinta metros de altura.

Split es una ciudad de unos doscientos mil habitantes, por lo que no se puede considerar una ciudad demasiado grande. Su economía está basada sobre todo en el turismo, de hecho, cuando llegas lo primero que ves es que hay muchísimos extranjeros con cámaras sacando fotos hasta a las plantas. Sin embargo, también tiene numerosas empresas y una gran industria naval.

Como ya os contaba en el post del día quinto, la tarde anterior ya habíamos estado recorriendo un poco las calles de esta ciudad, sin embargo, la visita de este día se centraba más en visitar los monumentos históricos más relevantes del lugar y aprender un poco sobre ellos gracias al guía que nos acompañaba, que por cierto, fue uno de mis guías favoritos.

Llegamos en autobús, sin embargo, hay otras formas de acceder a la ciudad. Hay muchos ferrys que enlazan Split con otras islas, incluso hay una ruta que une los países de Italia y Croacia. Además, también está el aeropuerto de Resnik para poder ir en avión.

Lo más importante de Split es el palacio del emperador romano Diocleciano, que fue fundado en el siglo tercero pero reformado en la Edad Media. El palacio fue mandado construir por el emperador para vivir en él después de acabar con su carrera política.

Este emperador fue famoso y nació cerca de Split. Por esta razón construyó su palacio en esta ciudad y hoy en día, gracias a su buena conservación, está considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Empezamos la visita entrando a los sótanos de este palacio por la puerta Aurea. En una parte podemos ver varios puestos de joyería y souvenirs, aunque realmente no son los típicos puestos que te encuentras en el resto de ciudades, sino que están ordenados de una forma un poco más cuidadosa y mona. Por otro lado, se encuentran distintas salas del palacio que fuimos visitando a la vez que aprovechábamos para resguardarnos un poco del sol.

Una anécdota que os voy a contar para todos aquellos que seáis fans de Juego de Tronos es que en estos sótanos se rodaron algunas escenas de la famosa serie. En concreto, en una sala en la que normalmente se hacen exposiciones, se grabó la escena en la que Khaleesi encierra a los dragones.

A continuación, andamos por la calle Cardo hasta que salimos hacia la plaza en la que se encuentra la catedral de San Duje, que es considerado el patrón de Split. Antiguamente, la catedral era lo que se conocía como el Mausoleo de Diocleciano.

Por un lado, en la parte de fuera se puede observar una escultura que representa la vida de Jesús. 

Por otro lado, nosotros visitamos la catedral por dentro, y como ya os contaba en algún post anterior, tienen unas normas. No dejan ir enseñando ni las piernas ni los brazos, pero en este caso, en vez de negarte la entrada te dan una especie de vestidos largos para que puedas pasar.

Con esta guisa fuimos visitando las distintas zonas de la catedral entre las que destacan el altar ornamentado y el campanario que mezcla los estilos románico y gótico. A mi modo de ver, merece mucho la pena pagar la entrada ya que a parte de ser una catedral muy bonita, cuando compras el bono te incluye también la entrada a otros edificios de la ciudad.

En este mismo lugar se encuentra la torre de la que os hablaba en el post anterior, desde la cual se obtienen unas vistas preciosas de la ciudad de Split. Por ello, aunque cansa bastante subir porque las escaleras están súper empinadas, cuando llegas arriba te alegras de haber subido.

Además, también por esta zona, que se llama “El Peristilo”, se encuentra el templo de Júpiter, el cual recomiendo visitar porque es de admirar que un edificio de hace tantísimos años se conserve así de bien.

Después de culturizarnos y ver todos estos edificios con gran historia, dimos un paseo más relajado por la ciudad de Split, aprovechamos para ver alguna tiendecita y terminamos en una de las plazas más bonitas de la ciudad, a mi modo de ver, la plaza abierta de Split también conocida como Trg Republike. Cerca de aquí se encuentra la iglesia románica de San Lorenzo y la Plaza Popolo.

Esta plaza se encuentra al final de la ciudad y para volver al punto de partida donde nos recogía el autobús, dimos un paseo por el Paseo Marítimo donde puedes encontrar distintos monumentos. La playa que se ve desde el paseo se denomina playa de arena de Bacvice y es sorprendente ya que se encuentra en pleno centro de la ciudad.

Aquí acabó nuestra visita y cogimos el bus para ir a comer a nuestro siguiente destino, que no solo cambiábamos de ciudad sino también de país. Nuestra próxima parada era Mostar, en Bosnia, pero sobre esto hablaré en el próximo post.

Además de todo esto, aunque yo no pude ir por falta de tiempo, en Split se encuentra también el Museo Marítimo que está en el interior de una fortaleza muy antigua y el Museo Arqueológico, que es uno de los más antiguos de Croacia. Además, a quince minutos se encuentra el Parque Forestal, donde se puede pasear o ver el zoológico.

Finalmente, me gustaría deciros que hubo algo que a mí se me quedó pendiente y que sin duda alguna volveré a Split para poder hacerlo. El ambiente nocturno de Split es una pasada, de hecho, todo el mundo de allí te lo recomienda. Hay una gran cantidad de bares, pubs, discotecas… De todo. De hecho, en concreto nos recomendaron la Calle Majstora Jurja, que es una de las zonas con mayor animación, tanto para adultos como para jóvenes. Yo por desgracia lo vi todo cerrado porque mi visita fue por el día, sin embargo, volveré aunque solo sea para salir de fiesta por esta magnífica ciudad.

Además, como supongo que sabréis, en esta ciudad se celebra cada verano el Ultra Europe. Una de las chicas que viajaba conmigo había hecho el interrail este mismo verano y había ido a este festival. Nos dijo que es una pasada, así que otro plan que apuntar a la lista de “Cosas que hacer antes de morir”. 

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