Día 2 | De camino a Dalmacia

Nos despertamos por la mañana temprano, desayunamos y nos subimos al coche. Fuera había 30 ℃, así iba a ser un poco más difícil sobrevivir al viaje.

Nos llevó 4 horas llegar desde Zagreb porque paramos un par de veces para que nos enseñaran cosas interesantes que había por el camino. Os haré una lista de algunas de las cosas que vimos con fotos para que las veáis.

Rastoke - Un pequeño escondite mágico que hay detrás de la carretera

day-2-on-way-dalmatia-b363bfb4ff032c34e5

Uno de los lugares que vimos fue un pequeño oasis rodeado por las colinas de Gorski Kotar, cerca del infame Parque Nacional de los Lagos de Plitvice. Se llama Rastoke y está justo junto a la ciudad de Slunj. Estará como a unos 100 km de la capital, para llegar hay que coger la carretera D1 Karlovac-Lagos de Plitvice. Parece que está aislado y poca gente sabe de su existencia, pero a los que lo conocen sí que les gusta ir allí de vez en cuando a descansar, tomarse un café o comer algo. Puede que Rastoke os recuerde a algún lugar mágico, porque no hay ni rastro de nada relacionado con casas modernas o calles. Sin embargo sí que hay casas de madera antiguas, con flores, un lago y un estanque de peces, todo ello rodeado de un bosque y cascadas. El nombre en croata significa "lugar donde algo fluye hacia otro algo". En este caso se refiere al agua, ya que el río Slunjčica desemboca en el río Korana. Los habitantes locales usan el poder del río para facilitarles el día a día. De hecho, encontrarás molinos que aún siguen girando gracias a la fuerza del agua. Puedes ir hasta el puente viejo (si vas en coche también puedes ir) y disfrutar de las vistas del acantilado y de las casas que hay sobre él, de la vegetación y de las cascadas. Si tienes tiempo y eres una persona muy curiosa, puedes ir andando desde el puente hasta el banco del río. Puede que siga habiendo un muelle de madera muy chulo que parece sacado de una película.

day-2-on-way-dalmatia-c80919197ea47f680c

Además, parar en Rastoke cada vez que vamos a la costa o que volvemos a Zagreb es una decisión genial. No solo representa una experiencia maravillosa y encantadora para los extranjeros, también lo es para los locales. Te ayudará a olvidar lo rápido que transcurre la vida en el día a día en las grandes ciudades (y dar con un lugar en el que tan solo viven unas 60 personas, es impresionante), así que relájate y disfruta de la naturaleza en su pleno esplendor. Os recomiendo que os deis una vuelta por ese lugar, no os llevará más de 10 minutos. Hay un restaurante y una cafetería por si tienes más tiempo. También puedes ir a ver, si te apetece, los típicos molinos antiguos de madera y piedra.

Pero bueno, después de hacer mil fotos para enseñárselas luego a la gente de Japón, entramos al coche para seguir en dirección sur, a la costa.

Montañas y valles

Como ya sabéis, aún no os he hablado de cómo es el paisaje que va desde Zagreb hasta Rastoke. He de confesar que es un poquito aburrido. Es casi todo llano, no hay nada interesante que destacar. Pero esto solo pasa con la parte sur del trayecto. Al oeste y detrás de Zagreb es donde comienzan de nuevo a alzarse las colinas. Al este se puede ver una llanura enorme, geográficamente llamado "la llanura panónica", es una zona enorme que cubre la mayor parte de la región de Eslovenia (con alguna que otra "isla" de colinas), el norte de Serbia (Voivodina), Hungría y zonas de algunos países vecinos. A mi me pareció bastante aburrido, todo era demasiado plano. Tengo suerte de que en Zagreb sea donde colisiona la llanura panónica con los Alpes y con las colinas del oeste. En el caso de Croacia es más o menos igual, la mitad es plana y la otra mitad es montañosa ya que coincide con el este de los Alpes (de Suiza, Austria y Eslovenia), se extiende a lo largo de la costa (son los Alpes Dináricos, Velebit y Dinara, cuyo punto más alto se encuentra en Croacia), el sudeste de Montenegro, Albania y un poco más alejadas, las montañas de Grecia. Todas estas montañas están conectadas desde Suiza hasta Grecia. Suena guay, ¿a que sí?

Sea como sea, ahora nos encontramos entrando a esa cadena montañosa. Se la conoce como Lika y Gorski Kotar. Lo más seguro es que esta cadena haga que se junten los viajeros de Austria y de Eslovenia. Y con razón, porque ambas partes tienen el mismo tipo de paisaje (puede que no tan alto). De camino en coche, pasando cerca de los lagos de Plitvice, disfrutarás de unas vistas al bosque verde y del olor que desprende, de las sombras que proyectan sobre la carretera y del sonido del río y de las cascadas al caer. Al pasar por la entrada de los lagos de Plitvice veréis unas 200 personas haciendo cola para entrar. Por desgracia, es más probable que veáis extranjeros yendo solos o en familia que a croatas, hoy en día ir hasta allí supone mucho esfuerzo para una familia croata de nivel adquisitivo medio. Incluso en las excursiones que se hacen, ya sea en grupos o con el colegio o como sea, ni siquiera vamos aquí, tan solo lo vemos desde arriba.

Está relativamente cerca de Plitvice, un poco más al sur está el camping Borje, un lugar bastante conocido en el que la gente para para comer, para tomarse un café, para ir al baño o tan solo para estirar los pies con su mascota. Eso fue lo que hicimos nosotros. Está al final de la llanura, rodeado de montañas (Alpes Dináricos). Tienen un restaurante enorme y un parque pequeñito para los niños. El aparcamiento tiene sitio para muchos coches y tiene árboles para que puedas aparcar a la sombra. Junto al edificio hay un patio enorme, cercado por una valla de madera (pero se puede pasar tanto por arriba como por abajo). Nosotros solemos ir allí para pasear al perro.

Ahora es cuando lo comparo con Japón. La verdad es que toda esa zona de bosque y las zonas verdes son como un paraíso en los días calurosos de verano, luego pasamos por un par de túneles porque ya habíamos llegado a la zona de colinas, aunque aún seguía habiendo mucha vegetación. Media hora después, más o menos, ya íbamos por la mitad del viaje y ya habíamos dejado atrás el paisaje de llanuras y valles. Así que como veis tenemos de todo, a un lado llanura y al otro colinas, aunque unos kilómetros más lejos ya empiezan las grandes colinas y las montañas. Podría decir que se parece a Rohan, con la dorada llanura y las colinas de fondo. Pues aquí es lo mismo. Algunas partes están verdes y otras amarillas, pero aún así no dejan de haber bosques en las faldas de las montañas. Pero ya he mencionado Japón, ¿o no?

Sí, en Japón convierten enseguida los valles en ciudades. No recuerdo que haya ningún valle que no hayan convertido en una zona de cultivo enorme o en una zona para vivir. Pero aquí no es el caso. Hay casas y algún que otro pueblo, pero apenas se pueden apreciar. Casi todo es naturaleza en su estado puro. A lo largo de la carretera encontrarás restaurantes y hostales. Pero está guay porque las casas son de madera y están decoradas con un montón de flores, eso demuestra que la gente las cuida. Pero también las hay feas, no querrás verlas. De todas formas, lo que le sorprendió a mi invitada japonesa fue ver que las llanuras no estuvieran habitadas. Este condado es el que menos población tiene de todas las regiones de Croacia, se trata de un gran problema demográfico, mucha gente se ha ido, otros han puerto y la mayoría de los que se han quedado son gente mayor a la que no le queda más opción que quedarse en la casa en la que se han criado. Antiguamente, esta zona formaba parte de la frontera militar (de Croacia con el Imperio de la monarquía de Habsburgo), estaba ocupada por los soldados para proteger bien la tierra y la frontera del ataque del Imperio Otomano. Bajo ese precioso paisaje, yacen los huesos de cientos de miles de soldados que murieron siglos atrás. Hay una zona en la que la carretera cruza por el centro de la llanura (Krbavsko Polje) y por el medio de las colinas donde tuvo lugar una crucial batalla entre el reino croata medieval y el Imperio Otomano en 1493, en la cual perdieron los croatas, que se vieron obligados a cambiar de lugar la frontera y la mentalidad, la cual se ha mantenido hasta el día de hoy.

Este valle es muy interesante, según la época del año, cuando coincide con que llueve mucho, el valle se queda sumergido bajo el agua. Es como tener un lago rodeado de montañas, puede llegar a alcanzar una profundidad de hasta dos metros. Puede que cueste imaginar que meses atrás estuviera bajo el agua al ver esa dorada llanura con árboles. Así que si vas con tu grupo de Erasmus de viaje a la costa desde Zagreb o desde Rijeka, no vayáis por la autovía (sale más caro, va más rápido pero no podréis ver nada de lo que hay en esta lista), coged mejor la carretera local.

A la hora de trayecto a través de ese paisaje, se llega a las colinas de nuevo y la carretera empieza a serpentear. Vuelven a aparecer los túneles y los bosques verdes por los alrededores, pero tras uno de los puentes, todo cambia.

Dalmacia - Paisaje "gondoriano" y clima mediterráneo

day-2-on-way-dalmatia-88fcce64aa95286486

Al pasar por el túnel, veréis el cambio de un paisaje a otro. Siguen habiendo montañas, pero ya no hay ni rastro de los bosques verdes, ya no hay más pinos. ¿Qué ha pasado?

En primer lugar, podría decirse que este túnel es el "no oficial" de Dalmacia. Ahora sí que podemos decir que estamos en Dalmacia. A partir de aquí se ven más piedras (caliza). Se puede apreciar cómo los ríos dan forma a las rocas y a los acantilados de los alrededores. Todo tiene un aspecto grisáceo y blanco. La vegetación también cambia, ahora hay muchos más arbustos. Ahora la imagen es de un montón de piedras calizas en un paisaje donde predomina el sotobosque, ya no hay árboles, ahora hay arbustos. Esta zona es famosa por la cantidad de cuevas que tiene (una de ellas es la "Lukina jama", o la "cueva de Luka", tiene 1400 m de profundidad, ¡es la catorceava cueva más profunda del mundo! ). Ahora vamos por debajo de la montaña de Velebit.

day-2-on-way-dalmatia-f7f5abf207a55c628e

Puede que esta zona no esté habitada porque la costa está cerca (aunque aún no se puede ver el mar), la gente prefiere vivir cerca del océano. Otra de las razones por las cuales no está habitada es porque en estas montañas sopla el Bora, un viento muy fuerte. Cuando sopla el Bora, que no te sorprenda encontrarte con las carreteras y los puentes que vienen en dirección nordeste bajando por las montañas totalmente cerrados, si eso pasa, será mejor que te resguardes en una casa y cierres las ventanas.

Pero de lo que sí que puedes disfrutar es de la carretera que recorre las montañas desde lo más alto y va bajando poco a poco hasta llegar al valle. Como podrás ver, las montañas de aquí (Velebit en este caso) hacen de muro, dejando a un lado la parte continental de Croacia y al otro lado la parte costera. La vida en el valle o en las montañas es muy dura tanto en invierno como en verano, porque en verano hace mucho calor y en invierno hace mucho frío. Además, en la cima de la montaña hay un montón de serpientes (iremos a sacar fotos junto a un canal para que se las lleve a Japón). Pero bueno, el paisaje con el que hemos empezado el día no tenía nada que ver con el de hace una o dos horas. Los verdes valles del Zagreb y los bosques y colinas de Gorski Kotar ahora se han convertido en un escenario dorado y blanco del norte de Dalmacia.

Paramos junto a un canal para hacer fotos chulas. Nuestra invitada japonesa estaba muy cansada y se durmió en la parte más interesante del viaje, así que se perdió las vistas. Pero ya tocaba hacer una parada. Paramos junto a este canal, de unos cuantos kilómetros de largo, que se adentraba en el valle y llegaba hasta otro lago, el cual usaban los habitantes locales para generar energía y posiblemente para tener agua fresca en casa.

day-2-on-way-dalmatia-b0f5c742ffd58d8c50

La siguiente parada fue más espontánea, decidimos acercarnos al cañón del río Zrmanja pero paramos en un zoo privado de los propietarios de un restaurante. Este zoo es el responsable de bastante polémica, ya que alberga a especies exóticas que no son originarias ni de Croacia ni de esta parte de Europa y viven en parcelas muy pequeñas. No quiero darles publicidad, de hecho los propietarios han recibido muchas criticas por sus enchufes con los políticos, ya que aún no se ha hecho nada por precintar este lugar y permitir que los animales puedan vivir en buenas condiciones y con un buen trato asegurado.

day-2-on-way-dalmatia-3730c38bfd4374775d

day-2-on-way-dalmatia-3b558b8d98e7a108cf

Pudimos ver lo que representa realmente a Dalmacia (un burro, un mono, una cobaya, unos loros, etc. ). Después de dar una vuelta y hacerles fotos (como veréis, no tienen mucho espacio), volvimos a subirnos al coche, que estaba ardiendo (habría 30 ºC por lo menos), teníamos ya prisa por llegar a nuestro destino.

De nuevo la llanura, llegamos a Vodice

Después de pasar el rato en el canal y en el zoo, la carretera empezó a bajar en dirección a una pequeña ciudad, llamada Obrovac, y al río Zrmanja. El muelle de Zrmanja seguramente se encuentre entre las montañas, o por algún lugar del valle, puede que esté custodiado con Argonaths, como en la Comunidad del Anillo (tan solo tienes que imaginártelo). El río es muy famoso por las actividades de rafting y de canoa. Por desgracia, yo no lo he probado, pero he visto a muchos turistas o amantes del deporte haciéndolo. La ciudad de Obrovac no te sorprenderá tanto como el río o los acantilados, pero al retomar la carretera al otro lado del puente y va cuesta arriba y la orilla del río va emergiendo un poco, verás la colina que emerge en mitad del río coronada por una fortaleza de la Edad Media y, a lo lejos, las montañas de color blanco (Velebit). Al llevar a lo alto de la colina, podrás ver por primera vez por encima de la montaña Velebit, que se alza en la lejanía al norte. Se parece a Gondor con esas montañas blancas y esos valles dorados. Tan solo faltan las Minas Tirith. Pero no hay tanto dinero para eso...

Finalmente, llegamos a Vodice en una hora o menos. Pudimos ver enseguida el mar y un pequeño golfo. El resto del viaje no vimos nada fuera de lo normal que merezca la pena comentar. Creo que hasta me dormí un poco. Madoka se durmió seguro (otra vez). Poco después vimos la famosa colina llamada "Okit" y la iglesia construida en lo más alto, la señal de Vodice y, minutos después, ya estábamos en la ciudad.

Se escuchaba el cantar de los grillos, sin duda habíamos llegado (no se oye ninguno en la parte continental), también se podía ver a un montón de gente andando con bañadores y toalla y muchísimas motos. En cuestión de minutos llegamos a nuestra calle, nuestro hueco para aparcar nos estaba esperando, llegó la hora de ver caras conocidas. Y Madoka al fin se despertó.


Galería de fotos



Contenido disponible en otros idiomas

Comentarios (0 comentarios)


¿Quieres tener tu propio blog Erasmus?

Si estás viviendo una experiencia en el extranjero, eres un viajero empedernido o quieres dar a conocer la ciudad donde vives... ¡crea tu propio blog y cuenta tus aventuras!

¡Quiero crear mi blog Erasmus! →

¿No tienes cuenta? Regístrate.

Espera un momento, por favor

¡Girando la manivela!