CAP. 2 - Lagos de Plitvice
A pesar de la "mala" experiencia (nunca podré considerar la aventura en Zagreb una mala experiencia cuando me he llevado tantos amigos y tanto aprendizaje), no podíamos huir de Croacia sin más. Más que nada, porque Enero es la oportunidad de oro para ver el parque nacional de los Lagos de Plitvice en su mejor momento. Y así hicimos.
Ya sea porque estás de Erasmus en Croacia, o en cualquier país del centro de Europa, Plitvicka Jezera es una visita obligada, obligadísima. Ya me habían advertido de lo precioso que era el lugar. De hecho, mi amiga, mi compañera en esta aventura, había estado anteriormente visitando estos lagos en época estival. Aún así, yo creo que nunca estás suficientemente preparado para observar este paisaje, ¡y menos aún si tienes la suerte de encontrártelo nevado!
El parque se situa en el norte de Croacia, en la región de Lika-Karlovac. La superficie tiene tiene 30.000 hectáreas aunque solo es accesible una pequeña parte de este terreno. Asimismo, está formado por 16 lagos situados a diferente altura y conectados a través de cascadas y saltos de agua. Este paraje natural cubierto de blanco que rodea unos lagos de aguas cristalinas deja sin habla incluso al más charlatán, y sin respiración incluso a una persona que, como mi amiga, ha tenido la oportunidad de verlo con anterioridad.
Hacedme caso e id, al precio que sea. Desde luego, para nosotras fue una bocanada de aire fresco en el momento más oportuno. Como siempre digo, las fotos hablan por sí solas (y eso que, para mí gusto, estas no le hacen especial justicia al parque nacional)...
CÓMO LLEGAR DESDE ZAGREB
La forma más fácil y barata de llegar a Plitvicka Jezera es coger el bus directo desde Zagreb. El precio del bus son 114 kunas ida y vuelta.
Mediante esta página web (https://www.akz.hr/) puedes hacer la reserva con anterioridad y así cerciorarte de que no te quedas sin sitio. Yo recomiendo entrar a la web croata sin traducir a inglés o francés pues el precio es más barato. Nosotras reservamos bus de ida y vuelta con el descuento estudiante (la verdad es que ni nos pidieron la tarjeta, así que seáis o no estudiantes, no dudéis en escoger este opción). Sin embargo, en cuanto a pillar el bus de ida y vuelta (que al coger la ida y la vuelta juntas, el precio es menor)... Yo me lo pensaría.
El problema que le vimos a este sistema es que mientras te da la opción de escoger el horario de ida que más se adapta a ti, te asigna automáticamente un autobús de vuelta, y generalmente te asigna el último bus disponible (el que más tarde sale de los lagos). En nuestro caso, este último bus llegaba muy tarde y la espera de nos hizo larguísima. Además, en invierno, como era nuestro caso, el parque no está completamente abierto, por lo que la mañana es más que suficiente para verlo entero.
Y, por cierto, tened cuidado y no os quedéis dormidos en el bus (como nosotras), ¡que es un bus de línea que llega hasta Split! Obviamente, los lagos no es la última parada del bus así que estad atentos para bajar cuando os toque.
ENTRADA AL PARQUE
Una vez allí, el parque nacional tiene una oficina en donde podéis obtener los tickets de acceso. El precio de la entrada para estudiantes (que es lo que nos interesa) son 45 kunas en invierno y 75 en verano. Si se coge en grupo se aplica algo de descuento. Asimismo, en verano en más caro porque el acceso a los dieciseis lagos que componen el parque está abierto. Sin embargo, en invierno solo se puede acceder a la primera zona y la visita se limita a contemplar tres de los lagos.
La entrada también incluye un paseo en barco que nosotras recomendamos muchísimo. A pesar del frío que pasamos, el barco te permite contemplar las cascadas de cerca y es una maravilla.
COMER EN PLITVICE
La verdad es que por el hecho de coger bus de ida y vuelta matamos muchas horas muertas en la cafetería del mismo parque, Poljana Restoran, ¡que no es precisamente barata! Aunque, desde luego, y por experiencia, también es un buen lugar para conocer a más viajeros y enriquecerte, una vez más, de historias interesantísimas. Y, bueno, ¡que hacía mucho frío y no había otra!
En cuanto al almuerzo, yo lo que os recomiendo es llevar un bocadillo y comer en cualquiera de los bancos del parque. Desde luego, es la opción más barata. Aún así, nosotras nos tomamos una sopa en un restaurante que hay cruzando la carretera. Aunque por fuera podía parecer lo contrario, era bastante asequible, ¡y estaba todo buenísimo! Y por si fuera poco, los camareros nos trataron genial.
Por si no se ha notado, me enamoré completamente de Plitvicka Jezera.
Aunque no hay nada como verlo nevado, en verano también debe ser precioso. Aquí os adjunto algunas fotos que hizo mi amiga en Agosto de 2018:
Galería de fotos
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