Polonia. Día 4: Nowa Huta y las minas de sal de Wieliczka

Publicado por flag-es Maitane Perez — hace 4 años

Blog: Viaja, y ensancha el alma
Etiquetas: flag-pl Blog Erasmus Cracovia, Cracovia, Polonia

Nuestro cuarto día de turismo nos despertamos un poco más tarde. ¡Estamos ya cansados de tanto madrugar!

Nowa Huta, el barrio comunista de Cracovia

Este día de hoy, para empezar, visitamos el barrio comunista de la ciudad polaca: Nowa Huta. Es el barrio que representa el socialismo polaco de la forma más realista.

Nowa Huta surge de la idea de los comunistas de crear una “ciudad independiente” para la clase obrera. Se creó entre los años 1949 y 1951 y posteriormente, en 1990, fue dividido en cinco distritos independientes: Distrito XIV Czyżyny, Distrito XV Mistrzejowice, Distrito XVI Bieńczyce, Distrito XVII Wzgórza Krzesławickie y Distrito XVIII Nowa Huta.  

Polonia. Día 4: Nowa Huta y las minas de sal de Wieliczka

El barrio tiene avenidas amplias y casas grandes y modernas. Todo parece igual, las casas se parecen mucho y todo está construido como si fuera una ciudad prefrabricada, con las distancias calculadas al milímetro. Los parques y los jardines también son amplios y extensos y están muy bien cuidados. La simetría que se percibe en todo momento puede ser un poco abrumadora. ¡Es todo tan igual!

En esta ocasión, para calmar nuestra hambre optamos por un clásico bar de leche o como aquí denominan bar mleczny. Estos locales se hicieron realmente famosos durante la época comunista en Polonia. Se trataba de cantinas para la gente trabajadora y obrera. Básicamente, se ofrecían platos ricos en verduras y lácteos (de ahí que se llamen bares de leche). La comida de estos bares se caracterizaba por ser muy barata, ¡la misma estaba subvencionada por el propio estado! Yo os recomiendo muchísimo comer en este tipo de bares, ¡nosotros comimos por dos euros cada uno! Eso sí, tened en cuenta que rara vez hablan en inglés los camareros y también es muy raro encontrar un menú esté escrito en otro idioma que no sea polaco. Se asemejan a comedores sociales, para que os hagáis una idea. De todas formas, ¡no existe mejor forma para adentraros en la cultura polaca!

Minas de sal de Wielizca, ¡una visita muy interesante!

El plan para la tarde es visitar las minas de sal de Wielizca. Estas fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1978. Se trata de uno de los mayores reclamos turísticos, ¡cuentan con casi un millón de visitantes al año!

Polonia. Día 4: Nowa Huta y las minas de sal de Wieliczka

Y cuatro de ese millón de visitantes somos nosotros este día. Para llegar hasta allí desde Cracovia, la forma más cómoda de llegar es la que elegimos nosotros. Contratamos un tour a través de Civitatis (https://www.cracovia.net/actividades/excursion-minas-sal-wieliczka) que incluía un bus desde Cracovia. La verdad es que a mí me pareció carísimo para ser Polonia (casi treinta y ocho euros con la tarjeta de estudiante y cuarenta y tres sin ella) pero las minas merecen tantísimo la pena, que al final renta pagar ese dineral. Además, es un tour guiado por lo que se convierte en una visita más completa.

Polonia. Día 4: Nowa Huta y las minas de sal de Wieliczka

Según nos cuenta el guía, la sal era muy importante en Polonia en la época de explotación masiva de las minas de Wielizca, es decir, desde el siglo diecisiete hasta el siglo diecinueve. Como podéis ver, la sal se explotó durante muchísimos años.

Las minas tienen ocho niveles y una profundidad que llega a los trescientos treinta metros. Sin embargo, la visita se limita al tercer nivel, es decir, a los cien metros de profundidad.

Polonia. Día 4: Nowa Huta y las minas de sal de Wieliczka

Se trata de una de las minas de sal (aún en funcionamiento) más antiguas del mundo y la sal que se extraía (y se extrae hoy en día) sirvió a los polacos como moneda de cambiodurante siglos. Así, a cambio de la sal extraída de Wielizca, los mineros podían comprar animales y enseres varios. Según nos cuentan, los trabajadores, llegaron a bajar caballos durante una época. Sin embargo, estos animales pasaban un miedo terrible y muchos morían de un infarto, por el susto de bajar. Así, en ocasiones, dejaban a los caballos viviendo en las minas.

Polonia. Día 4: Nowa Huta y las minas de sal de Wieliczka

El recorrido turístico cuenta con casi cuatro kilómetros de cámaras y capillas excavadas en sal, exposiciones que explican la historia de las minas, estatuas de personajes ilustres (esculpidas en sal, por supuesto) e incluso un lago subterráneo. Todo lo que puedes encontrarte en el camino está hecho con sal, ¡incluso unas lámparas enormes hechas a partir de sal gema o sal pura! Por si fuera poco, hay incluso un restaurante, que según nos dicen, también se emplea para celebrar bodas.

Por último, y lo que a mí me pareció más curioso, es que el aire de las minas es muy limpio y puro. Está totalmente libre de bacterias por lo que la gente con problemas respiratorios suele acudir a las minas para tratar su enfermedad. De hecho, las minas cuentan con un balneario al que acuden estas personas.

Para mí gusto, las minas de Wieliczka son una visita muy recomendada, aunque no mi favorita del viaje. No concibo la idea de irte de Cracovia sin visitar las minas teniendo tiempo para hacerlo, pero si os falta tiempo es mejor idea visitar todo aquello que os expliqué sobre nuestro primera visita diurna (https://erasmusu.com/es/erasmus-cracovia/blog-erasmus/polonia-dia-2-old-town-y-barrio-judio-de-cracovia-829555) o la que sin duda ha sido mi visita favorita, Auschwitz (https://erasmusu.com/es/erasmus-cracovia/blog-erasmus/polonia-dia-3-auschwitz-los-pelos-de-punta-829883).


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