Viaje universitario a Copenhague

En la primavera de 2017 los profesores docentes de arquitectura de mi carrera en el Politécnico de Milano - Polo territorial de Lecco organizaron un viaje de una semana a Copenhague.

Fue elegido este destino porque últimamente se han edificado numerosas construcciones modernas que la hacen aún más interesante para visitar. Si bien yo ya había ido una vez, tenía curiosidad por descubrir la parte moderna propuesta por los profesores, pasada por alto la mayoría de las veces por el turismo tradicional, por lo que me inscribí en seguida esperando con impaciencia que llegase el día para ir a este pequeño país escandinavo. En total éramos unos sesenta estudiantes de Ingeniería Civil - Arquitectura.

El viernes 28 de abril de 2017 cogimos por la mañana temprano el vuelo y aterrizamos tras una hora y media en Copenhague. Dejamos las maletas en el hotel y mis compañeros de clase y yo salimos enseguida a visitar el centro. Estaba nublado y hacía frío y viento así íbamos todo el rato de un sitio cubierto o otro para refugiarnos; por suerte los días siguientes el tiempo fue a mejor y estuvo más soleado. Sólo en el primer día hicimos unos veinte kilómetros de una punta a otra de la ciudad... ¡y esto era sólo el principio!

Cada día estaba dedicado a una zona diferente de Copenhague, incluidos los barrios modernos de la periferia.

En concreto recuerdo una salida épica en lo que habíamos hecho un alquiler masimo de bicicletas y nos habíamos aventurado todos juntos a descubrir la original arquitectura del barrio de Orestad. Otra bonita excursión fue la visita a Helsingor, un pueblo al norte de Copenhague al que se puede llegar fácilmente en tren situado en el estrecho que divide Dinamarca de Suecia. Definitivamente mereció la pena pasar un día en Malmo, en Suecia gracias al autobús que atraviesa el gigantesco puente colgante que la conecta fácilmente con Copenhague.

Aquí está un poco más en detalle todo lo que descubrí acerca de esta hermosa capital.

El centro histórico de Copenhague

Yendo desde el sur al centro, cerca de la estación central, merece la pena comenzar la visita desde la gran Plaza del municipio (Radhusplasden), dentro de la cual si puede entrar para ver las muestras temporales expuestas en la entrada.

Desde ahí, se accede a Stroget, una avenida peatonal que es una de las más largas de Europa con un amplio abanico de tiendas y restaurantes. Esta atraviesa todo el centro histórico y está adornada de hermosas casas y placitas con monumentos y fuentes.

Desviándose un poco hacia la derecha a Nytorv se llega al imponente Castillo Christiansborg Slot. Al lado de este hay que ver también la Antigua Bolsa (borsen) con sus particulares agujas y espirales de dragón y la Biblioteca Real (det Kongelige Bibliotek) que alberga dos edificios modernos: el Museo Ebraico (Dansk Jodisk Museum) y la ampliación del lado del canal llamado "Black Diamond" por su forma negra, cuadrada y brillante.

Volviendo a Stroget a la altura de la plaza con la fuente Storkespringvandet girando esta vez a la izquierda hacia otra avenida muy prestigiosa, la Kobmagergade, hasta la Rundetaarn; esta torres es un antiguo observatorio astronómico y se puede subir a la parte de arriba a través de una curiosa escalera de caracol. No hace falta decir que las vistas panorámicas de la ciudad desde arriba son realmente únicas.

¡Y ahora llega el momento del famoso Nyhavn! Es seguramente la imagen más famosa de Copenhague, este puertecito con casas de colores y numerosos restaurantes que se sitúa a las orillas del canal os que os conquistará con su encanto.

No demasiado lejos está el fotografiado Palacio Real de Amailenborg, en cuya plaza octogonal se puede asistir al cambio de guardia. Es muy bonita la perspectiva desde la iglesia Frederiks kirke con su imponente cúpula o desde el canal con la moderna Ópera House de fondo.

Siguiendo más hacia el norte si llega a la preciosa iglesia anglicana gótica y a la fuente de Gefione, la diosa que según la legenda dió origen a Dinamarca, quitándole un trozo de tierra a Suecia.

Es muy bonita también la ciudadela (Kastellet) con una forma perfecta de estrella pentagonal, casitas rojas y un molino de viento. Se puede subir al muro y dar un paseo.

Para concluir, volviendo por las orillas del canal no hay que obviar la estatua de la sirenita, personaje de la historia escrita por el escritor danés Andersen; además de tener una historia triste de por sí, esta obra ha sufrido bastantes ataques de vandalismo, mientras que ahora está permanentemente maltratada por los turistas. ¡Pobrecita!

Al este del centro

El gran canal de Copenhague que divide en dos la ciudad a menudo tiene ocultos para los turistas algunos lugares especiales que se esconden en la otra parte. Ya sólo atravesarlo a la altura de Nyhavn es una experiencia única debido a dos puentes principales: el Inderhavnsbroen con dos alas que se funden con el paisaje de las barcas y el Butterfly bridge en triángulo.

Justo al lado de esos puentes os aconsejo hacer una agradable pausa en el mercado cubierto de Tragransvej, en el cual podéis probar por ejemplo los típicos Smorrebrot, los bocadillos crujientes daneses de harina de trigo rellenos de todo tipo de comida.

Un poco más lejos está el majestuoso y moderno Palacio de la Ópera (Operaen) que desafía con su belleza al palacio real de Amaliensborg y el teatro Skuespilhuset a la otra parte del canal.

Otro punto importante es la Vor Frelsers Kirke, una iglesia blanca y amplia con un imponente órgano de madera y un altísimo campanario al que se puede subir hasta una curiosa aguja en espiral.

Por último pero no menos importante el particular barrio de Christiania: se trata de una zona autónoma que comprende el área verde de la antigua muralla; nació como experimento social y os hará entrar en una atmósfera hippie gracias a los barracones coloridos y la libertad en la vestimenta, incluida la droga.

Relax, cultura y entretenimiento en Copenhague

Aparte de los teatros que he citado, hay muchas otras cosas que se pueden hacer en Copenhague.

Para divertirse está el parque de atracciones Tívoli cerca de la estación central, aunque me parece que es demasiado caro para el tamaño que tiene.

Como parques para relajarse, por el contrario, hay muchísimos donde escoger. Mi preferido es el Kongens Have donde en el centro está el hermoso Castillo de Rosenborg. Otros dos parques temáticos más culturales son el del Museo de Arte estatal (Statens Museum for Kunst) y el jardín botánico.

Arquitectura moderna de Copenhague digna de ver

La belleza de Copenhague no se limita simplemente al centro histórico y a los parques, sino que ofrece absolutamente de todo y también su lado moderno. Los arquitectos daneses, de hecho, son extremadamente creativos y saben crear espacios maravillosos cuidando cada detalle.

Yendo desde el norte comienzo por e barrio residencial de Langelinie en contacto directo con los canales del puerto.

Realmente bonita es la plaza del Park Superkilen, dividida en la zona roja, negro y verde, que cuenta con mobiliario urbano proveniente de cada parte del mundo para reflejar la imagen multiétnica de este barrio.

Muy cerca de la estación central hacia el canal hay un barrio moderno para ver en particular el edificio Under Krystallen, que tiene forma apuntada de cristal con un increíble voladizo desde el cual da un poco de vértigo.

Aún más al sur, hay un precioso paso elevado para ciclistas que se extiende por los palacios modernos hasta llegar al canal y a dos silos transformados en edificios residenciales.

La Universidad de Copenhague (Sondre Campus), es también muy bonita ya sea por el gran edificio principal acristalado o por la curiosa residencia de estudiantes redonda.

Alejándose todavía más hacia el barrio de Orestad os aconsejo que visitéis el curioso edificio residencial Bjerget construido sobre un aparcamiento en cuesta, la escuela Orestad Gymnasium con espacios innovadores para la didáctica y el gigantesco social housing 8TALLET en forma de ocho y con rampas externas que van hasta la parte de arriba.

El barrio de Carlsberg

Una visita a parte va dedicada a la histórica fábrica de cerveza Carlsberg, donde la decoración ecléctica de la primera fábrica se funde con los edificios más modernos que albergan el museo de la cerveza.

Para completar la visita de este bello barrio aconsejo también el parque de Frederiksberg Palace, dentro de cual están el local subterráneo Cisterns in Sondermarken con muestras de arte temporales y el zoo de Copenhague.

Helsingor

De esta ciudad me ha gustado mucho el Castillo fabuloso de Kronborg con increíbles vistas hacia la cercana costa de Suecia, mientras que del centro de la ciudad es muy bonita la plaza principal Axeltorvet en la cual degustar una cerveza tranquilamente.

En cuanto a la arquitectura moderna también os aconsejo aquí dos edificios espectaculares en las proximidades del castillo: el centro cultural y el Museet for Sofart conseguido en un canal portuario vaciado por debajo del nivel del mar.

Malmo

Otra visita fuera de la ciudad que se puede hacer es ir a la ciudad sueca de Malmo, muy cerca de Copenhague gracias al impresionante puente Europa. En mi opinión la ciudad antigua no tiene ningún atractivo en concreto, aunque está bien cuidada y llena de tiendas y locales interesantes.

Hacia el oeste en cambio aconsejo ver el jardín de Malmohus slot con molinos y lleno de tulipanes y el barrio moderno de Vastra Hamnen en el cual se alza el altísimo y blanquísimo rascacielo Turning Torso del famoso arquitecto Calatrava.

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