Estrasblog, parte seis y siete: las vacaciones

Bonjour! ¿Cómo estás?

Hace ya un tiempo desde el último Estrasblog, el motivo principal ha sido que he estado de vacaciones. Antes de empezar a contarte mi emocionante semana de descanso, me gustaría resumir lo que me aconteció la semana previa a las vacaciones.

Corresponde con la parte seis del Estrasblog, esta semana empezó con la cancelación de una clase a las nueve de la mañana. Pensarás que fueron buenas noticias, pero no tan buenas, cuando te enteras de que han cancelado la clase cuando ya estás llegando al edificio. ¡Qué fastidio!

El martes y el miércoles quizá fueron los dos días más productivos de mi estancia en Estrasburgo. Avancé un montón en mi presentación para la asignatura de Historia Regional y conseguí hacer algo de trabajo para Never Enough Notes, es una revista en línea para la que escribo, puede que hayas visto algún enlace relacionado en el blog. Después de hacer todo esto, me sentía muy satisfecho conmigo mismo, pero más aún cuando el miércoles por la noche, descubrí que había ganado un concurso de fotografía. Estoy seguro de que el premio será un montón de libros raros y cursos de cocina, que está muy bien pero a mi parecer un poco cutre; aún así, el reconocimiento a mi trabajo me dibujó una gran sonrisa. Si te estás preguntando qué foto ganó, es muy parecida a la que aparece en la parte tres del Estrasblog.

Esta semana tampoco se me olvidó cometer alguna estupidez. El martes por la noche durante la sesión de fútbol, de lo que fue básicamente un despeje de patada, el otro portero se las apañó de maravilla para lanzar alto y marcar un gol bastante bochornoso en mi portería. Una mala racha la tiene cualquiera.

El jueves no fui a clase, principalmente porque tenía que hacer las maletas para las vacaciones, que explicaré a continuación en la parte siete del Estrasblog.

La semana pasada en Francia fue la primera de muchas semanas con vacaciones durante el año universitario, dentro de ella estaba ubicada la fiesta nacional de Toussaints (o el día de Todos los Santos). Decidí que pasaría estos días con mi tía y mis primos en Cognac, un pequeño pueblo a una hora aproximadamente de Burdeos. Si te lo estás preguntando, sí, también es el sitio de origen de la bebida con el mismo nombre. Me fui el viernes, el trayecto duró unas seis horas y la distancia era la misma que de Estrasburgo a mi ciudad natal en Peterborough. Es increíble lo grande que es Francia.

Debo decir que esta semana que pasé allí dio para mucho, tanto que no puedo escribirlo todo en el blog. Lo que contaré a continuación es que simplemente disfruté mucho. Descubrí los placeres del coñac con Canada Dry, una bebida maravillosa que a veces puede ser tan fácil de beber como el agua. Hacía casi diez años que no veía a mi tío, obviamente fue todo un acontecimiento. Me corté el pelo por primera vez en Francia, fue una experiencia increíble, a pesar de mis temores previos a la cita. Agradecí la silla de masaje y el tratamiento con champú. También vi la nueva película de James Bond en Francés. Cuando salí del cine, en primer lugar, me quedé impresionado de lo buena que era la película (si no la has visto, te la recomiendo) y en segundo lugar, también me impresionó haber entendido casi todo de las dos horas aproximadamente de acción. Creo que mi francés está mejorando.

La mejor parte de la semana tuvo lugar en un pequeño rincón de Inglaterra escondido en la campiña de Francia. Mi tía nos hizo un increíble asado el domingo, vimos televisión inglesa de verdad con sus anuncios en inglés y después de un mes frenético en Estrasburgo, fue genial relajarse en un ambiente muy inglés. La semana pasó demasiado rápido y cuando llegué a mi habitación tranquila en el edificio Amitel, no podía evitar desear volver a estar allí.

De todos modos, ¡esto es todo por ahora! Pronto tendrás aquí la parte ocho y como siempre: à plus tard mes copains!

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