Explorando el sur de Chipre

Una amiga muy cercana me ofreció ir a Chipre como parte de nuestras vacaciones y no pude decirle que no. Tras planear un poco nuestro viaje, establecimos las fechas en las que lo haríamos, compramos los billetes de avión y nos fuimos un par de días. Nuestro plan inicial era aprovechar para descansar y dar algún paseo de vez en cuando, pero estábamos muy interesadas en lo que la isla tenía que ofrecernos, así que decidimos explorarla más a fondo.

Chipre es un país en una isla, hogar de muchas culturas, con una historia muy rica y varias religiones. Por este motivo, la isla es muy diversa y nunca deja de sorprender a sus visitantes. Al principio estuvo habitada por los griegos, después por los egipcios, los persas e incluso Alejandro Magno gobernó sobre esta isla. Más adelante, los mercaderes de Venecia gobernaron junto con algunos caballeros franceses, pero finalmente fue invadida por el Imperio Otomano. Todas estas naciones contribuyeron a la diversidad cultural y a la historia de la isla, haciendo de ella un lugar muy destacado. Sinceramente, cuando me enteré de todo esto me quedé muy sorprendida porque he de admitir que no sabía mucho sobre el país.

Actualmente, Chipre es un país independiente, pero está dividido en dos partes: una zona griega, al sur, y una parte turca, al norte. Por este motivo, oiréis a la gente hablar turco y griego, pero la mayor parte de la gente sabe inglés, así que aquí el idioma no es una barrera.

¿Cómo llegar a Chipre?

La forma más sencilla y rápida de llegar a Chipre es en avión. Hay dos aeropuertos, uno en Pafos, en la parte sur, y otro en Lárnaca, al norte de la isla. Los billetes de avión no son demasiado caros y casi todas las aerolíneas de bajo coste operan en ambos aeropuertos, así que no os costará demasiado encontrar algo. Los precios serán aún más bajos si decidís ir en temporada baja, que es el momento ideal para visitar la isla porque seguirá haciendo mucho sol y el calo suficiente para que podáis bañaros.

Comida y bebida en Chipre

¡La comida en Chipre es simplemente maravillosa! Cuando estuvimos allí, tratamos de disfrutar cada bocado de la isla, todo estaba tan rico que nos era casi imposible decirle que no a algo. Uno de mis platos favoritos es el queso halloumi a la plancha, un queso de cabra y oveja que está muy suave y delicioso. Estoy segura de que acabaréis chupándoos los dedos. Otro plato muy rico es el cypriot meze que, en realidad, son varios platos pequeños que se sirven a la vez. Sin embargo, puede variar dependiendo de la zona de Chipre, así que siempre os sorprenderá con algo nuevo.

Mi comida favorita, sin duda, son los kebabs, que son unos rollitos con carne a vuestra elección, verdura fresca y salsa tzatziki. Otra comida que me gustó mucho fue la moussaka, que es un plato hecho con láminas de berenjena, capas de patata y carne picada. Todo lo que hay que hacer es cubrir la mezcla con bechamel. Está increíblemente bueno. A veces la moussaka se sirve acompañada de verduras que, sin duda, le dan un toque muy especial.

Explorando el sur de Chipre

Si queréis probar alguna bebida típica de Chipre, pedid zivania, pero tened mucho cuidado con esta bebida alcohólica porque es muy fuerte. Está hecha con uvas y puede tener hasta un 45 % de alcohol. Tened cuidado especialmente en los días de más calor.

Por otro lado, el café de Chipre siempre es una opción muy refrescante, incluso aunque fuera haga calor. Podéis pedir un café con hielo, que posiblemente sea la mejor opción, y fue la bebida que más me gustó cuando estuve allí. Si queréis comprar café para llevároslo de vuelta a casa, os recomiendo el Charalambous, pero tened en cuenta que se hace de manera ligeramente diferente y que necesitaréis una cafetera. Sin embargo, yo compré un paquete de este café y he decir que estaba increíble y muy sabroso, así que mereció mucho la pena.

Primer día en Chipre y cosas que hacer en Pafos

Pafos es famosa por ser el lugar de nacimiento de Afrodita y Venus, tal como las llamaron los romanos. Según la leyenda, Afrodita emergió de la espuma del mar ayudada por las criaturas del mar y llegó hasta la costa de Pafos. El resto es historia, así que mi amiga y yo decidimos pasar un tiempo allí porque nuestro alojamiento estaba en esta ciudad. Aún recuerdo que Pafos estaba llena de gente por todos lados, es una ciudad bastante activa y ruidosa. Sin embargo, es un buen sitio para pasear y explorar sus monumentos más importantes. En consecuencia, decidimos explorar sus monumentos históricos que eran famosos por sus mosaicos bien conservados, pues eran unos de los más antiguos del mundo.

Las tumbas de los reyes

En primer lugar, decidimos visitar las tumbas de los reyes, que estaban un poco lejos del centro, pero decidimos ir andando. Cuando llegamos, compramos una entrada combinada para el yacimiento arqueológico de Kato Paphos y las tumbas de los reyes que, en total, nos costó 7 €.

Las tumbas de los reyes era un lugar parecido a un desierto donde estaban las tumbas de los aristócratas más importantes. La mayoría eran enormes y se construyeron entono al s. II a. C., así que se puede decir que eran muy antiguas.

Justo a la entrada del complejo hay una tumba de piedra enorme que tiene unas escaleras que bajan y que llevan a una estancia donde los aristócratas descansan eternamente. Seguimos caminando y llegamos a un enorme campo abierto con vistas al mar Mediterráneo. Hacía mucho viento, pero era muy cálido. Allí estaban las tumbas más famosas y algunas incluso parecían casas. En algunas de ellas había pozos que se llenaban de agua, así que los antiguos ciudadanos de Pafos podían hacer ceremonias rituales aquí. También me pareció interesante que las tumbas tuvieran escaleras que llevaban a las "casas subterráneas" de los aristócratas.

Explorando el sur de Chipre

Sin embargo, una de las tumbas mejor conservadas era la número 3. La reconoceréis fácilmente porque es la única que tiene unas columnas bien conservadas y varias cámaras funerarias a ambos lados. Se dice que se construyó para un aristócrata adinerado porque es la más grande de todas en el valle.

Ver este lugar fue una experiencia muy bonita. Os gustará especialmente si os interesan la historia antigua y las excavaciones como a mí. Más tarde decidimos continuar hasta el siguiente yacimiento arqueológico de Pafos.

Yacimiento arqueológico de Kato Pafos

Tras caminar una media hora, llegamos al yacimiento arqueológico de Kato Pafos y entramos con la entrada combinada que habíamos comprado en las tumbas de los reyes. Este yacimiento también está en una especie de desierto enorme, como el del valle, y al lado del mar. Lo primero que hay es la casa de Aion, que es el edificio más famoso del complejo porque tiene uno de los mosaicos romanos más antiguos del mundo, datan del s. IV. Cuando entramos a la casa, vimos un mosaico enorme que representaba una antigua escena del nacimiento de Dionisio y su procesión, así como escenas que incluían a las Nereidas y a Apolo. Sinceramente, estaban muy bien conservados y eran muy coloridos y detallados.

Explorando el sur de Chipre

Después continuamos hacia la casa de Teseo, donde solo quedaban en pie siete columnas a la entrada. Esta villa perteneció al concilio de la plebe, que vivió aquí entorno al s. II y que siguió habitada siglos después. Sin embargo, se la llamó la casa de Teseo porque hay un mosaico que muestra a este personaje luchando contra un minotauro. La villa es bastante grande y pude ver que había un par de edificios más alrededor que podrían haber estado destinados al personal del consejo o a guardar los recursos necesarios para la casa. Sea como sea, aunque ya todo está en ruinas y no queda nada en pie, se puede apreciar que antiguamente fue una villa gloriosa.

Después vimos el teatro del parque, que estaba absolutamente destrozado, pero se podían ver parte de los asientos que hubo un día. Más allá estaba el odeón, que estaba bastante bien conservado y que se usó para hacer actuaciones musicales, recitales y para dar discursos. Justo encima está el faro de Pafos al que pudimos llegar fácilmente, pero hacia tanto viento que decidimos sentarnos en el odeón y descansar un poco antes de seguir explorando la marina de Pafos.

La marina de Pafos

Justo a la derecha encontramos la salida del yacimiento Kato Pafos y llegamos al puerto de la ciudad, donde estaba uno de los monumentos que queríamos visitar. Se trata del castillo de Pafos, un lugar con una historia muy interesante que queríamos descubrir. La entrada nos costó 2,50 € y tiene un acceso cómodo por unas escaleras. El castillo tenía estancias espaciosas que más bien parecían celdas de una cárcel y no es de extrañar, pues se usó como tal, además de como fortaleza y almacén. Sin embargo, en la parte alta, había unas vistas preciosas de la ciudad y del mar Mediterráneo que nos dejaron sin palabras.

Segundo día en Chipre y cosas que hacer en Limasol

En nuestro segundo día en Chipre decidimos ir a una ciudad cercana llamada Limasol. Por ello, fuimos a la estación de bus de Pafos y compramos un billete de un día a Limasol, que normalmente cuesta 7 €, pero por ser estudiantes hay un descuento del 50 % si se presenta un carné de estudiante válido. El viaje a Limasol duró una hora y el bus paró cerca del antiguo puerto de la ciudad, desde donde empezamos nuestro viaje.

El puerto antiguo de Limasol

Entramos al puerto antiguo de la ciudad, que no era excesivamente grande, y desde allí llegamos a la marina nueva de la ciudad, que era bastante curiosa, estaba llena de barcos y había algunas casas construidas en el mar. A mí me recordó un poco a Venecia, especialmente por los canales que conectaban las casas con la tierra firme. También había algunos parques acuáticos y coloridas calles que llevaban a una especie de ciudad diferente separada por el mar. Finalmente, decidimos hacer una parada en el café Nero, que tenía vistas a la marina y que era un lugar muy tranquilo para empezar nuestra mañana.

Explorando el sur de Chipre

Después seguimos hacia el castillo de Limasol. Estaba cerrado, así que no pudimos entrar, pero encontramos mucha información sobre él en el exterior y pudimos dar un paseo por los alrededores. Este castillo lo construyó un caballero francés y se utilizó principalmente como fortaleza y no como castillo. Fue destruido en un par de ocasiones, pero más tarde se reconstruyó y fue el lugar más seguro de la ciudad.

El parque Molos, a orillas del mar

Más tarde decidimos ir a un parque a orillas del mar que está al lado del paseo marítimo. Está bastante bien y tiene un jardín enorme con unas de las palmeras más alta que he visto nunca. En este parque hay incluso un skate park donde los niños estaban jugando, además de una gran fuente. Un poco más allá hay una zona construida en el mar donde uno puede sentarse a disfrutar de la tranquilidad del mar Mediterráneo.

Explorando el sur de Chipre

Sin embargo, después de estar un rato en el parque, decidimos seguir subiendo la calle y llegamos al barrio artístico de Limasol. Estaba lleno de cafeterías y restaurantes muy bonitos, pintados con varios colores e incluso en algunos había pinturas hechas a mano sobre los muros que eran espectaculares.

La catedral de Ayia Napa

Explorando el sur de Chipre

Finalmente, llegamos a la catedral de Ayia Napa, que está construida en un estilo arquitectónico que no había visto nunca. Se construyó entorno al s. XIX sobre las ruinas de una iglesia más antigua y se considera que es de estilo bizantino. Por dentro, el edificio es muy espacioso y bonito, tiene un altar precioso con frescos de colores brillantes que representa escenas de la Biblia. Fuera, en el jardín de la catedral, hay un santuario blanco que solo hace que añadir belleza al edificio y a su entorno.


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