Un día en Catania

Catania es una ciudad situada en la zona este de Sicilia, en la costa. La fundaron los griegos en el s. VIII a. C. En la antigüedad, su nombre era Katana, que significa "la bahía" o "la costa". La ciudad creció muy rápido gracias a los griegos y por la fertilidad de sus tierras pronto se convirtió en el centro de la agricultura para los colonizadores griegos. Siguieron creciendo a este ritmo durante varios siglos hasta que un tirano de Siracusa, Dionisio, atacó la ciudad y vendió a sus ciudadanos como esclavos. Más tarde se instaló en una pequeña ciudad cercana y se aseguró de que su población no fuera de origen griego. Sin embargo, cuando murió y acabó su tiranía, la gente de Catania regresó a la que había sido su ciudad y la revitalizó.

A pesar de ello, un par de siglos más tarde, los romanos tomaron el control de la ciudad, en las guerras púnicas, y pasó a formar parte del Imperio Romano. Poco después la ciudad quedó despoblada de nueva por culpa del Etna o, como los locales lo llaman, la madre Etna. Finalmente la gente volvió, así que continuó el crecimiento y el desarrollo gracias a la fertilidad de los campos, causada por las constantes erupciones volcánicas.

Como muchas otras ciudades de la isla de Sicilia, Catania fue atacada por las tribus nórdicas que navegaban por esa zona entorno al s. X. También la atacaron los cartagineses en varias ocasiones e incluso los árabes gobernaron la ciudad durante algunos años. Siglos más tarde, en la Edad Media, estuvo bajo el control de los Borbones, es decir, de la familia real española. Por último, la ciudad se liberó y empezó a formar parte de Italia en el s. XIX.

Actualmente, Catania está en la zona sureste del volcán Etna, a orillas del mar Mediterráneo. Los lugareños son muy amigables y alegres, lo que hace que sientas que eres bien recibido y te mantengas positivo todo el tiempo. Tuve la suerte de pasar un tiempo allí y tuve muchas conversaciones interesantes con la chica que me acogió. Me contaron muchas cosas sobre la historia de la ciudad y me recomendaron los mejores sitios que ver en un día. Fue muy amable y también me sugirió algunos restaurantes y cafeterías en los que el servicio era excelente y se comía muy bien.

¿Qué comer en Catania y dónde?

Catania ofrece gran variedad en lo que a comida se refiere. Para ser sinceros, la primera vez que probé una pizza napolitana fue en Catania. La comí en un local muy agradable que abría a la hora de comer y que cerraba tarde por la noche. Además, estaba cerca de mi alojamiento, así que era la opción perfecta. Se llama pizzería Sicilia Bedda-Bella Napoli. Aceptaba pedidos y, en unos 20 minutos, tenían las pizzas preparadas. Todavía me acuerdo de su increíble olor. ¡Estaban deliciosas!

Otro restaurante muy bueno con mucha variedad es el Bar Chiosco In68, cerca del castillo Ursino, que sirve la mejor pasta con marisco fresco de la zona. Además, el servicio y la atención son excelentes, y la calidad de la comida es increíble, así que lo único que puedo hacer es recomendaros que vayáis.

También tenéis que probar los cannoli, ¡no os arrepentiréis! Los cannoli son el único postre italiano del mundo relleno con requesón dulce. ¡Os lo recomiendo! Su sabor es increíble, no es ni demasiado dulce, ni demasiado salado. En mi opinión, tienen el equilibrio perfecto de ambos sabores. Cuando estuve en Catania probé este postre en un par de pastelerías que lo preparaban, pero creo que los mejores eran los de Dolci di Nonna Vincenza. Normalmente cada uno cuesta entre dos y tres euros, están bastante rellenos y merecen mucho la pena.

Por último, pero no menos importante: probad la fruta fresca de Catania. Os prometo que no os arrepentiréis. Cuando estuve allí, en enero, había muchos cítricos. Los más ricos eran las naranjas rojas, que sabían riquísimas, y los limones sicilianos, parecidos a los limones normales, pero muy dulces. También están muy buenos.

Qué visitar en Catania

Hay muchas cosas que ver en Catania, pero la verdad es que un día no es suficiente para visitarlo todo. Sin embargo, compartiré con vosotros lo que vi y algunos consejos para vuestro viaje.

El castillo Ursino

Mientras caminaba por las coloridas calles de Catania, acabé frente al castillo Ursino sin planearlo. El castillo, que más bien parece una fortaleza enorme, la construyó el rey de Sicilia, que también gobernaba el imperio alemán, entorno al s. XIII.

Por desgracia, no pude entrar porque ese día estaba cerrado. Sin embargo, decidí da una vuelta por los alrededores. Es un castillo enorme, los muros defensivos son muy grandes y tiene un foso que lo rodea. Está rodeado por un bonito jardín con pequeñas palmeras donde hay algunos bancos para sentarse y contemplar el castillo.

La catedral de santa Ágata

La catedral de santa Ágata se construyó entorno al s. X, pero por culpa de los numerosos terremotos, se destruyó en numerosas ocasiones. Tras el último terremoto, el más destructivo, se reconstruyó en el estilo barroco que se puede ver actualmente. La catedral de Catania está dedicada a santa Ágata, la patrona de la ciudad. La santificaron después de que fuera torturada por un hombre que la quería como mujer, ya que ella decidió mantener su voto de castidad y ser fiel a su fe en Dios.

La catedral de santa Ágata es bastante grande y en su interior hay muchos arcos y varios altares, entre ellos uno dedicado a ella. Es de estilo barroco. tiene una cúpula enorme y una torre de las campanas. Además, al lado hay un jardín muy bonito y desde allí también se puede acceder al interior del edificio.

La fontana dell'Elefante

Al lado de la catedral de santa Ágata está la famosa fontana dell'Elefante de Catania. La diseñó y construyó Vaccarini entorno al s. XVIII y desde entonces es el símbolo de Catania. Cuando me acerqué a esta fuente vi que había un elefante enorme sosteniendo un obelisco con una cruz en lo alto. Más tarde, cuando hablé con la chica que me acogía sobre este monumento, me explicó que todos los elementos que componen la fuente tienen un significado. Por ejemplo, el elefante representa a los cartagineses, el obelisco a los egipcios y la cruz a los cristianos. Era increíble mirar al elefante, que está hecho de lava y, según mucha gente, era muy antiguo. A mí la fuente me recordó a todas las civilizaciones importantes del mundo antiguo y al énfasis que hacía en su importancia por haber sentado las bases de las generaciones venideras.

El teatro romano de Catania

El teatro romano de Catania está cerca de la piazza del Duomo y es fácil de encontrar, está en via Vittorio Emanuele II. La entrada cuesta 6 € y hay una reducida para estudiantes por 3 €.

A la entrada del teatro romano hay muchas habitaciones destruídas y pasillos que llevan al interior del teatro. Es increíble pensar que este edificio se construyó antes de Cristo y que haya conseguido conservarse casi al completo para que podamos disfrutarlo en la actualidad. El teatro lo construyeron los colonizadores griegos y, siglos más tarde, los romanos construyeron otro encima para hacerlo más grande. En la antigüedad se utilizaba para representar batallas marítimas con barcos y para dar recitales de obras filosóficas o poéticas. Por desgracia, con el tiempo se abandonó este edificio que incluso llegó a usarse como cantera para extraer material para la catedral de Catania.

Mientras caminaba por sus pasillos también descubrí algunas puertas traseras desde las que entraban los actores al escenario. Siguiendo el mapa que me dieron a la entrada, llegué al llamado "odeón", un pequeño escenario para cantantes y bailarines que actuaban allí. Estaba bastante bien conservado y la chica que me acogía me contó que actualmente sigue habiendo representaciones en ese escenario, lo que me sorprendió aún más.

Además, había muchos utensilios y estatuas en un pequeño museo dedicado al teatro, que estaba construido entre el podium y los arcos del edificio.

El anfiteatro de Catania

Después seguí paseando por la calle hasta que llegué a otro punto de interés turístico de Catania: el anfiteatro. Estaba cercado con vallas para que la gente no entrara porque está al mismo nivel que la calle, pero se pueden ver muchas cosas desde fuera. El anfiteatro de Catania se construyó entorno al s. II y se utilizaba principalmente para batallas de gladiadores que servían como entretenimiento para la población. A lo largo de los siglos, ha sufrido diferentes restauraciones por culpa de los numerosos terremotos causados por el Etna y por los ríos de lava que llegaban desde el volcán. Sin embargo, se ha conservado hasta nuestros días y los visitantes aún disfrutan de él.

La Villa Bellini

Seguí avanzando por via Etna, la calle principal de compras en Catania, y llegué a la entrada principal de la Villa Bellini. Son unos jardines absolutamente increíbles donde hay muchas especies de plantas. Además, hay numerosas estatuas y fuentes que uno podría admirar durante todo el día sentado en los bancos que las rodean. Sinceramente, es uno de los jardines más bonitos que he visto en mi vida.

Así pasé el día en Catania, lleno de lugares históricos y jardines preciosos que los rodean. Catania es una ciudad increíble, llena de energía positiva y gente amable por todos lados que harán que vuestra estancia allí sea muy feliz.

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