Cine en Cambridge

En uno de nuestros últimos días en Cambridge y en Inglaterra, decidimos ir al cine. Había descuento para estudiantes en todas las películas, así que las chicas nos apuntamos, pero los chicos no quisieron venir y fuimos solo dos personas.

Había una película nueva llamada «La trampa del mal». Era una película de miedo y cuando la pusieron ya estaba anocheciendo. La trama transcurre en un edificio de varias plantas. Un grupo de gente se queda atrapado en el ascensor y un monstruo los intenta matar o herir, pero no saben lo que es o lo que quiere. Mientras, otro grupo fuera intenta sacarlos del ascensor con vida. Daba algo de miedo por las cosas inesperadas que pasaban.

Hoy en día el cine se está volviendo más y más popular. Lo más increíble es que esto solo empezó hace apenas dos siglos, en 1895. ¿Y qué se hacía antes del cine? La respuesta es sencilla: libros. Pero esta respuesta puede complicarse mucho, así que solo diré que antes del cine teníamos la imaginación y los libros. Lo principal aquí es que los hermanos Lumière dejaron una huella eterna en la historia de la humanidad. Por supuesto, les fue mucho más sencillo inventar el cinematógrafo tras la aparición de la fotografía. Además, ambos inventos fueron una revolución total, pues elevaron el nivel de la civilización humana.

Si alguien pregunta: «¿El cine gusta o no? », solo habría una respuesta: «sí». ¿Queréis saber por qué? Por muchas razones, cada una distinta para cada persona.

Lo primero, el cine hace que nuestras vidas sean mejores. Nos hace reír, llorar, amar, sufrir... Bueno, no el cine en sí, sino los directores, los actores y toda la gente de la industria cinematográfica. Gracias al cine podemos vivir tantas vidas como queramos y dejar de vivirlas también cuando nos apetezca, mientras que en la vida real eso no es posible. Podemos ver una película y si no es lo que queremos o lo que nos gusta, vemos otra. Y si nos gusta un personaje podemos intentar copiar su conducta.

Las películas pueden entrar en nosotros. Nos ayudan a ser imaginativos y creativos. Podemos usarlas para inspirarnos y crear nuevas ideas originales. También nos ayudan a relajarnos o todo lo contrario, nos activan y nos hacen sentir adrenalina. Hasta pueden motivarnos para ser mejores o hacernos querer cambiar nuestro modo de ser.

A mí personalmente me gustan las buenas comedias para reírme y estar a gusto. Para empezar, me gustan, como a todos, las comedias con buenos actores, porque lo que más gracia me hace son las acciones y los movimientos de los actores. Como a todo el mundo, imagino. También me gustan las películas de miedo interesantes, no las que solo tienen asesinatos por doquier, mucha sangre, cuerpos descuartizados, etc. Por ejemplo, una película de miedo que me parece genial es «Paranormal Activity». No hay sangre, pero te deja muy mal cuerpo porque es una película de terror psicológico. A casi todo el mundo le gustan las comedias porque no hay que pensar mucho y puedes relajarte y pasarlo bien.

Ahora se llevan las películas en 3D y 4D y la industria cinematográfica tiene que grabarlas así, por lo que si no te gustan tienes un problema. La gente quiere más y más dimensiones en las películas. Después de todo lo que os he dicho, nadie debería preguntar si el cine gusta o no, porque si lo hace es que no tiene ni idea ni de cine ni de la industria. Una imagen vale más que mil palabras y todo lo que podemos imaginar puede ser real en el cine. Por eso a la gente le gusta y por eso es tan popular. Todo va cambiando con el tiempo, pero la industria del cine ya va muy adelantada. Creo que se desarrolla de forma muy lineal, mientras que otros campos dan más vueltas, así que la gente se aficiona antes a las películas. De hecho, eso es lo que les gusta: cambios y estilos nuevos. ¡En las películas sus sueños se hacen realidad!

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