Mi Erasmus en Burdeos

¡Hola a todos! Me gustaría compartir con vosotros mi experiencia Erasmus de 8 meses en la bellísima Burdeos, ciudad perfecta para la vida estudiantil situada en los alrededores de la costa occidental de Francia. Además de hacer una simple descripción, espero también dar información útil a todos los futuros estudiantes Erasmus que van a elegir está ciudad como destino.

Burdeos en general

Antes de empezar a hablar de mi Erasmus y de los lugares a visitar, querría describir la ciudad en general tomando en consideración los aspectos valorados arriba.

Burdeos es sobre todo una ciudad muy habitable: gracias al tranvía, principal medio de transporte público, que se mueve rápidamente y con comodidad en todos los barrios, llega fácilmente a otros municipios limítrofes. Es una ciudad antigua que ha conservado perfectamente sus monumentos, la arquitectura civil medieval y moderna.

En cuanto a los precios, ninguna crítica negativa al respecto. Se pueden encontrar fácilmente ofertas de alquiler a buen precio y se puede hacer mucha compra de alimentación gastando poco (aprovecho para aconsejaros el Auchan situado en el centro comercial Mériadeck; tomando como ejemplo mi experiencia, con poco más de 25 € podía llenar la nevera para toda una semana). Los precios son asequibles incluso en cuanto al ocio; una cerveza, por ejemplo, te puede costar de media 3,50 €.

El clima lo he puntuado otorgándole tres estrellas: la lluvia y los días grises son frecuentes (sobre todo durante otoño/invierno) y el ambiente es a menudo húmedo.

En cuanto a la gastronomía, puedo estar satisfecho de todos los restaurantes en los que tenido la ocasión de comer o cenar.

El comienzo de mi aventura

Llegué a Burdeos el 3 de septiembre de 2014 con una amiga que iba a la misma carrera que yo en la Universidad IULM de Milán.

Se vais desde Lombardía, Burdeos es accesible desde el aeropuerto de Milano Malpensa; con la compañía Easy jet se pueden encontrar vuelos de una hora y media de duración durante todos los días de la semana.

El primer mes encontré dificultades con la búsqueda de alojamiento (aconsejo de hecho a todos los futuros estudiantes Erasmus que empiecen con la búsqueda al menos un mes antes de llegar); aún cuando el curso universitario ya había empezado, estaba todavía en un 'auberge de jeunesse' (alojamiento para estudiantes) ocupado en la desesperada búsqueda de una casa. Sin embargo, a pesar de este único aspecto negativo, debo admitir que el primer mes fue uno de las épocas más divertidas de mi Erasmus. Parece una paradoja, pero el continuo sentimiento de inestabilidad me hacía sentir con si estuviese viviendo una verdadera aventura. Dormí algunos días en un sofá en una de un amigo italiano que conocí durante una noche de Erasmus, me alojé también durante un tiempo en casa de mi amiga con la que llegué a Burdeos, y otros días estuve en el hostal de estudiantes, conociendo muchísimos estudiantes que venía de toda Europa. Una aventura a todos los efectos. Durante este primer mes, conocí a todos los amigos con los que pasé la mayor parte del tiempo en el primer semestre. Aquí una foto de una de las bonitas noches que pasamos juntos:

Para quedar y conocer gente nueva había varias oportunidades: encuentros organizados en Facebook, fiestas Erasmus en locales y discotecas y jornadas de acogida para estudiantes internacionales organizadas por la universidad. Hacia finales de septiembre, finalmente, encontré una habitación disponible en una casa preciosa en el centro histórico de la ciudad. Desde ese momento, pude pasar más tranquilamente mis días.

Una ciudad con ambiente todos los días de la semana

Afortunadamente, he hecho el Erasmus en una ciudad que ofrece muchas oportunidades de ocio para los estudiantes. Mis amigos y yo pasábamos la mayor parte de nuestras noches en algún pub inglés; en Burdeos hay más o menos cinco, son todos muy bonitos y cada uno de ellos organiza noches temáticas cada día de la semana. Nuestra preferida era la "noche de los concursos", al final de la cual se podían ganar premios como botellas de whisky o un minuto para pasar detrás de la barra para llenar jarras de cerveza a voluntad. Además de estos pubs, situados todos en el centro histórico, hay muchísimos otros locales siempre llenos de gente y restaurantes preciosos. De todas las ciudades que he visitado hasta ahora, Burdeos es la que, para mí, puede presumir de los locales más bellos.

Los jueves por la noche era la noche de la fiesta Erasmus. Generalmente se hacía una vez cada dos semanas en varias discotecas de la ciudad. Eran noches perfectas para encontrarse con todos los otros estudiantes Erasmus y divertirse toda la noche.

El centro histórico y los monumentos, patrimonio de la UNESCO

La diversión no es el único ocio para los estudiantes que viven en Burdeos; de hecho, como podéis leer en el título que he dado en este párrafo, la ciudad puede presumir de monumentos preciosos y un centro histórico entero incluido en la lista de bienes protegidos de la UNESCO. Por tanto, se pueden dedicar tardes enteras a visitar estas bellezas históricas y majestuosas. Afortunadamente, quedándome en Burdeos 8 meses, tuve la oportunidad de visitar con calma cada rincón de la ciudad. A continuación, incluyo algunas fotos hechas por mí de los monumentos que más me gustan:

La "Grosse Cloche" (torre de la iglesia de Saint-Éloi).

El Grand Théâtre.

El Puente de piedra (Pont de pierre), que atraviesa el río Garonna.

La Torre Pey-Berland (campanario de la catedral)

La Plaza de la Bolsa, en mi opinión, la "joya de la corona" de esta ciudad.

Otros lugares que visitar

Además de estos espléndidos monumentos presentes en el centro histórico, aconsejaría a los futuros estudiantes Erasmus que fueran a Burdeos visitar también los increíbles castillos que se encuentran en los pueblos limítrofes de la ciudad. A continuación, incluyo dos fotos del castillo de Thouars (Château de Thouars) situado en un parque de Talence:

En este párrafo dedicado a los lugares a visitar, cito también algunos parques de la ciudad que merecen ser visitados al menos una vez. El que más me gusta es el jardín público (Jardin Public), perfecto para un picnic o para una tarde de estudio al aire libre. Desde el jardín es posible también acceder a un huerto botánico. Otros dos parques perfectos para apartarse del ambiente urbano, o para dar un paseo, son el Parc Bordelais y el Parc Palmer, situado en Cenon (municipio limítrofe que está en la otra parte del río), desde el cual se puede disfrutar de una fantástica panorámica de Burdeos. Si un día decidís dar una vuelta por este parque, os aconsejo de ir durante las últimas horas de la tarde para disfrutar de un precioso atardecer al fondo de la panorámica. En la siguiente foto, inmortalicé un atardecer de la ciudad en una tarde de noviembre:

Otro lugar de interés que me encantó particularmente es el Musée d'Aquitaine (Museo de Aquitania); lo he visitado tres veces. Desde la prehistoria hasta nuestros días, el museo ofrece una inmersión en la historia de Burdeos y de Aquitania, región en la que se encuentra la ciudad.

La universidad

Mi experiencia en Francia ha sido positiva incluso desde el punto de vista de la formación universitaria. Burdeos posee un buen número de universidades; a lo que yo fui es l'Université Bordeaux Montaigne, conocida también como Université Bordeaux 3. El campus universitario de Burdeos es el más grande de Europa; ocupa 3 ciudades diferentes y dispone de muchas estructuras dedicadas a los estudiantes: habitaciones, bibliotecas, restaurantes, campos de fútbol, etc. Salvo excepción en alguna facultad, como la de medicina, las sedes se encuentran todos en la periferia, pero tienen fácil acceso con el tranvía. Yo, por ejemplo, viviendo en el centro histórico, llegaba a la facultad en poco más de 20 minutos.

Las clases a las que iba eran casi todas interesantes; al principio fue un poco difícil adaptarse a los métodos de estudio franceses, sobretodo en los exámenes escritos donde se debían seguir unos esquemas y unos procedimientos muy precisos (un ejemplo es la "dissertation"). Sin embargo, en el segundo semestre pude comprender casi en su totalidad el sistema y fue todo más interesante. En general, los profesores fueron muy amables y accesibles. Pongo una foto del edificio donde acudía a algunas clases:

Conclusiones

Para terminar de describir mi experiencia, quería aconsejar esta ciudad a todos los estudiantes que decidan pasar un periodo de movilidad internacional en Francia. Los consejos principales que daría a todos los estudiantes son dos: haced amistad con todas las personas posibles para divertirse conociendo culturas diferentes y dedicad una buena parte del tiempo de la estancia a la visita de la ciudad y de sus monumentos.

En Burdeos hay muchas oportunidad tanto para el ocio como para la cultura. Una experiencia positiva en 360°.