Un fin de semana (4 días) en Budapest

Un fin de semana en Budapest:

Como tenía un viernes libre por vacaciones y podía alargar el fin de semana, decidí irme unos días a ver a una amiga a Budapest. Viajé con Ryanair para ir hasta Bélgica y el vuelo no me salió caro, además iba sin maletas.

Salí desde Charleroi. Una vez ya en el aeropuerto de Budapest, me resultó bastante fácil llegar al centro de la ciudad. Solo bastaba con coger un autobús que había frente al aeropuerto (el número 200 o el 29, y puede que haya alguno más) hasta Kóbánya-Kispset (me parece que era la última parada), es una estación de metro. El metro conecta la ciudad entera. En esa parada se baja mucha gente, así que aunque no fuera la última parada, es muy difícil que os equivoquéis. Tenéis que coger el metro (la línea 3, la azul) hasta llegar a Ferenciek Ter o cualquier otra parada del centro. ¡El billete que compréis para el bus vale tanto para el bus como para el metro!

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¿Dónde pasar la noche?

En mi caso, yo dormí en un albergue llamado "Ginkgo Hostel", que se encuentra en el centro, en la parada del metro Ferenciek Ter. El albergue estaba realmente bien. El precio era de 20 €/noche, tenía varios baños comunes y una zona común donde se podía comer/desayunar por dos o tres euros y también había una pequeña cocina. La verdad es que estaba bien situado. Las habitaciones eran bastante grandes y estaban bien decoradas con cuadros. La gente era muy simpática y hablaban inglés y español. Además, también tenían flyers para las discotecas, bares y lugares de interés. El albergue estaba a unos quince o veinte minutos más o menos de la zona de bares (zona del szimpla).

¿Qué bares aconsejo?

El szimpla: es un bar enorme, de verdad, es como un hangar que se ha reutilizado para un bar. Tiene alrededor de tres o cuatro salas juntas. En cada una hay una o dos barras. Sirven cócteles y cervezas. También tienen una barra donde puedes pedir comida al entrar a la izquierda, puedes comprar porciones de pizza por dos euros, chili... Un día fui y probé el chili con carne, ¡cómo picaba! ¡ni lo probéis los que seáis de paladar sensible! Cada zona de la cafetería está decorada de forma distinta, hay esquinas decoradas con cables de ordenador, televisiones antiguas, pantallas, etc. Otras por ejemplo están decoradas como si fuera una fábrica abandonada, y otras te dan la impresión de que estás en un jardín exterior. En esa planta había una barra de comida donde podíamos pedir sándwiches. Por otra parte, la música está genial, pero no es muy bailable. Este sitio está en la calle Kertész utca 48, cerca de la calle Terez korut.

En esa misma calle hay otros bares que también están bien, justo un poco antes del szimpla. Hay un bar que es pequeño y estrecho que está decorado con motivos de diferentes países. Lo único mal es que en algunos bares está permitido fumar.

¿Qué he podido visitar? ¿Qué recomiendo?

Un mercado que está junto al puente grande, en la calle Magyarország, justo al lado del puente Szabadság híd. Es como un mercado cubierto donde podemos probar las especialidades húngaras, como algunos pasteles que hay, y también puedes comprar páprika (especialidad húngara hecha con pimientos) entre muchos otros manjares.

El puente que he dicho antes, el grande y bonito, está hecho de un acero verdoso. Desde ahí hay unas vistas preciosas del río y de las dos partes de la ciudad: Buda y Pest. Si lo cruzáis llegaréis a una especie de ciudadela con un búnker que se puede visitar. Es bastante interesante y muy bonita. Yo cogí la audio-guía y la verdad es que lo que cuentan tampoco es especialmente extraordinario, sobre todo son comentarios de carácter religioso y la descripción de los objetos que se pueden encontrar en el búnker. Que yo recuerde no dicen nada que tenga que ver con leyendas ni historias.

Después de eso, podéis volver al otro lado y cruzar por el segundo puente, el grande que tiene estatuas de leones. Cruzando por ahí acabaréis cerca de la plaza de la Iglesia de Sainte Etienne. Las fachadas de las casas son tan impresionantes que te dejan sin aliento. La ciudad es maravillosa y al pasear por las calles te da la sensación de que vas retrocediendo siglos atrás en el tiempo. No he visitado muchos sitios al final pero con eso ya se puede apreciar una buena parte de la historia. Aún se encuentra el el barrio judío junto a la ciudad.

Yo hice una visita guiada por la ciudad (un tour) gratis, fue muy chulo lo recomiendo de verdad, lo hace una organización que lleva a cabo visitas guiadas por muchas ciudades de Europa.

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Las termas:

Las termas a las que fui yo se llaman "Szechenyi". Están cerca de un parque y un castillo. Se puede entrar a la muralla del castillo y es muy bonito. Creo que también se puede visitar el castillo. En las termas es mejor preguntar por los vestuarios comunes, que salen más baratos. Para llegar hay que coger la línea de metro número uno (línea 1). La salida del metro da a una plaza/rotonda bastante grande que tiene un arco y unas estatuas de unos hombres montados a caballo. Ahora hay otras termas en la ciudad que están más cerca del centro y son sólo para mujeres, son más caras pero también tienen más clase... Vosotros elegís.

De todas formas, en las que he estado hay varias piscinas. Hay dos o tres exteriores que están climatizadas, y otras que son interiores. Es como una especie de palacio antiguo o algo así. Y en cuanto a la decoración, se podría decir que te deja sin palabras, sobre todo cuando se hace de noche. Por lo que sé, tienen dos tipos de entradas. Una te da acceso hasta las 20:00 horas y la otra hasta las 18:00, ¡pero lo raro es que las dos cuestan lo mismo! No os equivoquéis y pedid la que te deja estar hasta más tarde. En las piscinas interiores hay unas que zonas que son frías y zonas calientes. Lo único que me hubiera gustado es que hubiera sauna y baño turco, aunque en realidad hay, pero hay que saber encontrarlos, están bajo las escaleras que dan al exterior. Para mí, lo único que tienen de malo estas termas es que hay que salir del agua para poder ir a las termas exteriores, lo cual es un problema para cuando sea invierno. Entre que te pones las chanclas y entras corriendo a las termas interiores, ya has cogido frío. Así que más vale llevar un albornoz o ir cuando haga un poco más de calor. No me acuerdo de cuál era el precio pero la entrada costará unos 10 euros más o menos. Es un precio más que razonable la verdad.

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Un restaurante pequeño y bonito:

Está, si no me equivoco, en la calle Madachn Irme Ut ou kiraly utca, justo después de la sinagoga, en una de las calles perpendiculares y muy cerca del albergue que recomendé anteriormente. Está al lado de un restaurante turístico que tiene los menús escritos en inglés. El escaparate es amarillo y tiene escrita la palabra "pizza" en él (que por cierto, son pizzas húngaras, no italianas). ¡Tenéis que probar sin falta el vino blanco dulce típico de la región y las especialidades húngaras con páprika! ¡Está buenísimo!