Mis primeros días de estancia en Budapest
Puede que hayas pensado en hacer tu programa de intercambio Erasmus en una de las universidades de Budapest, Hungría. Si es así, entonces tomaste una sabia decisión. Budapest es una muy buena opción para hacer tu programa de intercambio. He tenido muy buenas experiencias en Budapest, Hungría, y diría que tales experiencias son las cosas que verdaderamente debemos apreciar. Los buenos recuerdos que tuve allí siempre formarán parte de mí.
Me impactó muchísimo la belleza de la ciudad nada más llegar allí. Sin embargo, necesitaba familiarizarme con la ciudad para que mi entancia fuese cómoda. Necesitaba familiarizarme con la cultura y el estilo de vida en la ciudad. También necesitaba familiarizarme con su idioma, las personas y sus platos locales.
En esta publicación te contaré como fueron mis primeros días en Budapest, Hungría. Si bien puede que no fuese una estancia tan emocionante como otros la tuvieron en esta hermosa ciudad, vale la pena compartirla con algunos estudiantes que planean hacer su programa Erasmus en una de sus universidades.
Al llegar a mi residencia
El día que llegué a Budapest, no tenía ni idea de cómo llegar a mi residencia. Una persona húngara me explicó cómo llegar a mi residencia y me dio el consejo de coger un taxi, ya que era mi primer día en la ciudad y merecía la pena estresarse intentando encontrar la residencia el primer día. Dicho esto, al llegar y dirigirme a la salida del aeropuerto, me acerqué a la cabina de taxis de Fo donde podía pagar la tarifa del taxi y esperé a que llegara para que me llevara a mi residencia. La tarifa ronda los 12 euros. Después de treinta minutos en coche, llegué. Era el sábado 3 de septiembre de 2016 cuando llegué a Budapest, y al principio me sorprendió porque la ciudad estaba muy tranquila. Entonces comprendí que el semestre aún no había comenzado y que la mayoría de los estudiantes aún no habían llegado a la ciudad. En algunas ciudades como Budapest, la población estudiantil constituye la gran parte de la población de la ciudad, ya que cuando termina el semestre y comienza el descanso semestral, los estudiantes regresan a sus ciudades de origen. En ese momento, la ciudad se vuelve muy tranquila y las calles están un poco despejadas de personas que solían amontonarse en ciertas áreas.
Soy una persona que viene de una ciudad enorme y llena de gente, por lo que no estoy acostumbrado a ver las calles sin gente y el lugar tan tranquilo. De todos modos, tal asombro se convirtió en fascinación porque tuve una conexión muy positiva con la ciudad. La primera vez que vi Budapest, me enamoré.
Esta escena es típica de la ciudad en un paseo matutino. Me encanta dar un paseo matutino por la ciudad y la verdad es que extraño las mañanas con la serenidad de Budapest.
Cuando llegué a mi residencia, inmediatamente llené el contrato de alojamiento y obtuve la llave. Abrí mi habitación y revisé los muebles que había dentro. Necesitaba limpiarlo y mantenerlo todo ordenado para que mi primera noche fuera cómoda. Estaba en el segundo piso y se encontraba justo al lado de la cocina y el baño.
Como no había utensilios de cocina para usar, tuve que comprar en el mercado central que se encontraba a cien metros de mi residencia. Me considero afortunado por quedarme en la residencia Kiniszi ya que está muy cerca de la universidad donde estaba estudiando y también a poca distancia del Mercado Central y otros lugares de interés.
A continuación se muestra una imagen de algunos edificios arquitectónicos que se encuentran al otro lado de la calle donde se encuentra el Mercado Central. La foto en sí parece incluso una postal.
El Mercado Central es considerado por muchos como uno de los mercados más bellos del mundo. No es de extrañar, Budapest está incluida en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco.
La foto de abajo es el Gran Mercado Central de Budapest. El mercado estaba cerca cuando lo visité. Lástima que se suponía que debía hacer mi primera tarea de marketing en la ciudad ese día.
Yo diría que mi primera noche allí fue buena. Dormí bien y me adapté fácilmente a la hora. La diferencia entre Budapest y Manila es de seis horas. Mi reloj biológico suele traicionarme bastante con los cambios de hora, pero esta vez tuve mucha suerte.
La moneda local
La moneda local en Hungría es el forinto. Cuando cambié por primera vez cien euros a forintos, perdí mucho por la tasa de cambio. Me di cuenta de que un euro es equivalente a alrededor de 315 forintos. También necesitaba familiarizarme con las diferentes denominaciones para el forinto ya que sería la moneda que usase durante los próximos seis meses de mi estadía en la ciudad desde mi llegada.
Por cierto, es posible encontrar una gran cantidad de puntos de cambio en Budapest si deseas cambiar el euro o el dólar por el forinto.
El costo de vida en Budapest es más bajo que otras ciudades en el área de Europa Central y Oriental. Si eres inteligente, puedes vivir en Budapest sin gastar mucho dinero.
El sistema de transporte público
Para ir de un lugar a otro en la ciudad, necesitaba comprar un ticket de transporte que se puede hacer en algunas cabinas ubicadas en la estación de metro en diferentes lugares de Budapest. Uno puede comprar un ticket de viaje de un día. Si deseas un ticket de mayor duración, puedes optar por comprar un billete válido por una semana o un mes. Para estudiantes como yo, comprar un boleto mensual es mucho más práctico, ya que es más barato. Cuesta alrededor de 12 euros. Pero como no viajo diariamente, solo compré tíckets válidos por un día. Budapest, bajo mi punto de vista, tiene uno de los mejores sistemas de transporte de Europa. Operan con tranvía, autobús y metro. El transporte público es eficiente ya que trabajan muy bien y sin retrasos.
Sobre la comida
En términos de calidad de comida, disfruté mucho de los platos húngaros, aunque también solía comer en restaurantes turcos, indios y chinos. Hay una gran variedad de platos cuando visitas los diferentes restaurantes en el centro de la ciudad. Si deseas productos frescos, puedes visitar el Mercado Central. Tiendas de comestibles como Aldi y Spar también se ven en todas partes de la ciudad. Extrañaba comer platos locales. No tuve ningún problema para buscar arroz y cereales, dos de los alimentos que más consumo.
Sobre el idioma húngaro
Tuve muchos problemas para lidiar con el idioma. El húngaro es sin ninguna duda uno de los idiomas más difíciles de aprender. Dicen que el chino es un enigma para muchos, pues yo te digo que pruebes a aprender el idioma húngaro y te lo pensarás dos veces. El húngaro, para mí, es más duro que cualquier otro idioma que haya encontrado. Los chicos jóvenes en esta ciudad generalmente dominan el inglés. Pero los más ancianos no tanto. A pesar de que pude sobrevivir en mis primeros días, deseoso de meterme en la piel de los lugareños, traté de estudiar el idioma húngaro y pude familiarizarme con las frases básicas de conversación que puedo usar en el mercado, en la iglesia, en la calle, entre otros lugares públicos.
Mirando hacia el futuro
Como veis, pude sobrevivir en mis primeros días de estancia en Budapest. La buena noticia es que a medida que pasan los días, me veo progresando a muy buen ritmo. Instalarse en un nuevo lugar puede no ser tan fácil como cualquiera puede pensar, pero si abres la puerta a los desafíos te convertirás en una persona muy adaptable, flexible y desarrollarás autosuficiencia e independencia. ¡Estoy seguro de que aprenderé muchas cosas en esta nueva y única experiencia!.
Galería de fotos
Contenido disponible en otros idiomas
¡Comparte tu Experiencia Erasmus en Budapest!
Si conoces Budapest como nativo, viajero o como estudiante de un programa de movilidad... ¡opina sobre Budapest! Vota las distintas características y comparte tu experiencia.
Añadir experiencia →
Comentarios (0 comentarios)