Termas de Budapeste: Széchenyi vs Gellért

Ir a las termas es una actividad obligatoria en Budapeste. Después de todo, es una de las tradiciones de Hungría y vale la pena probarlo. Antes de mi Erasmus en Budapest, nunca había estado en ningún balneario, así que no tengo nada con que comparar. Aunque hay muchos baños diferentes en la ciudad, yo sólo he probado los dos más conocidos. Hoy explicaré cómo funcionan los baños y cuál es el mejor de ellos dos: Széchenyi y Gellért.

¿Primera vez en aguas termales?

¡La primera vez que fui tampoco tenía ni idea de qué esperar! Ahora ya sé qué llevar: una mochila con bañador, toalla, chanclas, gorro de baño (no es obligatorio) y una muda de ropa. Cada lugar tiene sus propias reglas específicas, pero normalmente los spas están abiertos desde el desayuno a las 8 de la mañana, hasta las 22h. Cuestan aproximadamente 15 euros y algunas tienen piscinas reservadas para mujeres u hombres o piscinas donde sólo se puede nadar si se usa toca. Si no tienen traje de baño o chanclas, pueden alquilarlas en el lugar, pero el precio es un poco caro. Cuando llegas, pagas la entrada, te dan una pulsera que te da acceso al interior y luego en los vestuarios puedes cambiarte de ropa y guardar tus cosas en una taquilla de forma gratuita. ¡Luego solo queda disfrutar de la experiencia!

¿Széchenyiou o Gellért?

Fuente: Pixabay

Széchenyi: ¡las fuentes termales más conocidas de Budapeste! Son las más grandes de Europa. Están situadas en el medio de Városliget, un parque público. Hay una parada de metro justo en frente del local. El edificio fue construido en 1913 y tiene una arquitectura impresionante. Es un edificio amarillo con un interior que tiene una superficie de 6.220 metros cuadrados. Actualmente tiene 3 piscinas al aire libre y 15 cubiertas.

En el pasado hacían una distinción entre sexos, es decir, en ciertos días sólo podía ser visitada por hombres y en otros por mujeres. Hoy en día, esta distinción ya no existe. Cada piscina tiene una cierta temperatura y supuestamente hay un "orden" que debe respetarse para entrar en cada piscina, pero confieso que nunca presté mucha atención a esa recomendación. La arquitectura de las piscinas cubiertas no tiene nada de especial, sólo parece una casa de baños gigante.

La primera vez que entré me sorprendió que el olor de las aguas termales fuera tan fuerte, pero me dijeron que es el olor natural de las aguas termales. Las termas atraen a muchos turistas. Cuando fui estaban llenas, pero también depende de la hora y el día de la semana. Aún así, son tan grandes que siempre hay lugar para todos. Confieso que noté que las piscinas cubiertas no estaban tan "limpias", pero considerando la cantidad de gente que visitaba el lugar, y el hecho de que tienen las famosas fiestas allí: SPARTY, no ayuda mucho.

Creo que los que van a los baños tienen que abrir sus mentes y no ser un tiquismiquis, de lo contrario, no funcionará. También hay saunas y baños turcos. Pero lo mejor de Széchenyi es sin duda su piscina gigante exterior. Es una experiencia surrealista. Si vas al final del día hace como -7 grados afuera y está nevando. Tú, mientras tanto, estás en una piscina a 37º grados con vapor por todas partes. El agua es súper relajante y se pueden ver muchas parejas. También hay otras piscinas al aire libre, pero sólo pueden entrar los que tienen gorro. He venido a estos baños por lo menos 5 veces y me han encantado todas las veces!

Creo que la mejor altura para ir es en inverno y al final del día, para pasar la noche también. Si eres un fanático de las fiestas, asegúrate de probar el famoso SPARTY, una fiesta gigante que se realiza todos los sábados por la noche en estas aguas termales - alcohol y mucha diversión prometida!

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Gellért: el primer balneario al que fui. Construido en 1918 dentro del hotel del mismo nombre, Hotel Gellért. El hotel y los baños tienen una decoración mucho más “clásica” que la de Széchenyi y son generalmente más tranquilos. A diferencia del primero, es el interior el que vale más que el exterior, porque la arquitectura es muy hermosa, con mosaicos, columnas y pinturas. Sin embargo, también tiene una piscina al aire libre que tiene un hermoso paisaje al estar en el medio de los edificios.

Cuando yo fui allí, había temperaturas bajo cero. Estaba literalmente nevando a nuestro alrededor, y aliviábamos el frío metiéndonos dentro de las piscinas hirvientes. Había un tanque de agua helada donde buceamos y luego fuimos directamente a la piscina caliente - una experiencia surrealista, pues el impacto en el cuerpo es enorme. En cuanto a la limpieza, pienso lo mismo que Széchenyi: no están limpios al 100% por la cantidad de gente que va allí, pero no puedes pensar en ello. Y no he escuchado ninguna historia sobre gente que haya contraído enfermedades o algo así.

Entonces, ¿Széchenyi o Gellért? Si sólo tienes tiempo para ir a una, creo que las termas de Széchenyi son más impactantes por su piscina exterior. Cuando mis amigos y mi familia me visitaron en Budapest, les traje aquí y les encantó la experiencia. ¡Así que esta es mi recomendación! ¡Buenos baños!

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