Budapest parte II
¡Hola a todos! En mi anterior publicación de este blog ya os conté lo que hicimos durante nuestro Primer día visitando Budapest, cuando visitamos esta increíble ciudad la semana pasada. Por lo tanto, en el post de hoy os dejo el itinerario del segundo día por la capital húngara, y los sitios que os recomiendo para comer con una buena calidad-precio.
Itinerario
Segundo día
Nuestra última jornada por Budapest la comenzamos haciendo un free tour, que comenzaba en la zona de Pest, delante de la famosa Basílica de San Esteban. Una vez la guía nos había explicado la historia de este templo religioso y algunos datos muy curiosos sobre el idioma húngaro, nos fuimos hacia un pequeño parque donde se encuentra el Budapest Eye, una gran noria en la que os podéis montar pagando unos 10 euros. A continuación, fuimos a orillas del Danubio, teniendo en frente el Puente de Sissi, llamado así en honor de la reina húngara Isabel, apodada Sissi.
Aquí, la guía nos estuvo explicando cómo está la situación actual de la economía y la política de Budapest, que no tenía ni idea de que era tan precaria. Tras esto, llegamos al Puente de las Cadenas, una de las construcciones más famosas de toda la capital húngara, desde donde podemos observar monumentos tan importantes de la ciudad, como el Castillo de Budapest, el gigantesco Parlamento, o el Bastión de los pescadores.
La guía nos estuvo contando que, debido a la inestable situación actual de Budapest, tanto política como económicamente hablando, la Unión Europea no financiará a Hungría con más fondos europeos, por lo que este puente, que necesita ser reformado cuanto antes, quedará cerrado en un par de semanas, debido a la escasez de dinero para arreglarlo. Sin embargo, la guía nos contó que sí permanecería abierto a los peatones.
Tras cruzar el Puente de las Cadenas, estábamos oficialmente en la parte de la ciudad llamada Buda, la que está considerada como la más rica de la ciudad. Si subimos un par de calles, nos encontramos con el Bastión de los pescadores, una increíble terraza llena de torres de piedra blanca, desde donde vi las mejores vistas a la otra parte de la ciudad, Pest. Este sitio es totalmente precioso, y los atardeceres desde aquí (aunque no tuve la oportunidad de ver uno) deben ser una auténtica pasada.
Este lugar tan emblemático y lleno de magia os teletransportará a un cuento medieval, así que no podéis dudar ni por un segundo en incluirlo en vuestra lista. Además, las mejores fotos os las haréis aquí, ¡os aseguro que salen impresionantes!
Dentro de este recinto, se encuentra la Iglesia de San Matías, cuyo exterior me pareció fascinante, en gran parte gracias a las tejas de colores que forman mosaicos. No entramos a esta iglesia, por lo que no sé exactamente el precio para acceder al interior, pero sí que me recomendaron verla por dentro, aunque nosotros no teníamos tiempo.
La guía nos adentró al corazón de esta parte de la ciudad, donde se encuentra también el laberinto de Buda, lleno de mazmorras y al que se debe acceder con antorchas, ya que todo está prácticamente en la oscuridad, así es lo que nos explicaron en el free tour.
Esta visita guiada acabó cerca del Hospital de la Roca, un establecimiento que se usó durante la Segunda Guerra Mundial, y que actualmente sirve como museo.
Tras despedirnos de nuestra guía, fuimos a hacer las típicas fotos de postal en uno de los arcos que forman las torres del bastión, teniendo de fondo la parte de Pest, el Parlamento de Budapest, y el río Danubio.
Cuando terminamos con el “postureo”, bajamos la colina donde se encuentra el bastión, y caminamos a orillas del río, mientras admirábamos otros puntos de interés de la ciudad como el Monte Géllert, apodado como el Monte de las Brujas, como así nos explicó la guía del tour, ya que según cuenta la leyenda, en la antigüedad este monte era frecuentado por brujas y brujos, por lo que de noche ningún húngaro se atreve a pasar por esta zona.
Llegamos al Puente de la Libertad, otro de los más importantes, pintado entero de verde, que conecta las dos partes de la ciudad. Cruzamos por este puente para llegar al Mercado Central, un gran recinto cubierto donde podéis encontrar decenas y decenas de puestos donde se elabora comida típica húngara, a un precio asequible. Además, en este mercado se encuentran también pequeñas tiendas de souvenirs, que son más baratos aquí que en cualquier otro sitio de la ciudad.
Como ya era mediodía, nosotros aprovechamos para comer aquí y descansar un rato. Una vez reposada la comida, continuamos nuestra ruta hacia el Café New York, una preciosa y elegante cafetería, ¡que más bien parecía el salón real de un palacio! Está ubicado dentro del lujoso hotel de cinco estrellas llamado New York Palace. La entrada a este café es totalmente gratuita, así que si vais bien de tiempo no dudéis en echarle un vistazo a este suntuoso local, y si el bolsillo os lo permite, merendar aquí, ¡ya que no tiene precio!
A continuación, volvimos a cruzar hacia Buda, esta vez por el puente de Sissi, para subir a la ciudadela, donde vimos una antigua fortaleza, así como puestos de mercadillo y las mejores vistas a toda la ciudad de Budapest. Ver el atardecer desde el punto más alto de la capital húngara mientras meriendas un trdelník (un dulce típico) ¡es un lujazo!
Tras estar un rato por la zona, bajamos y nos dirigimos al Puente de las Cadenas para cruzarlo y verlo iluminado, así como el Castillo de Budapest, y luego andamos a orillas de Buda unos quince minutos para ver el Parlamento también de noche, ¡una auténtica maravilla!
Si algo me llamó especialmente la atención de Budapest, es el hecho de que está muy bien iluminada, y le sacan mucho más partido a los edificios que en otras ciudades europeas. El Parlamento es increíble de día, pero de noche deja sin palabras, así que no dudéis en pasear a orillas del Danubio mientras admiráis este impresionante monumento iluminado.
Mis amigos y yo queríamos hacer un paseo en barco, ya que nos lo habían recomendado muchísimo, pero por falta de tiempo y organización no pudimos, así que nos guardamos este plan para la próxima vez que visitemos Budapest.
Nos esperaban casi unos 40 minutos andando hacia nuestro próximo destino, el famosísimo Szimpla Kert, uno de los tantos “ruin pubs” que podemos encontrar por esta ciudad, aunque sin duda este es el más conocido. Situado en el corazón del barrio judío, a unos 5 minutos de nuestro apartamento, se trata de un edificio repleto de distintas salas con decoración estrafalaria y llenas de artilugios o cientos de artículos de todo tipo. En mi opinión, lo que más llama la atención es el hecho de que sea tan auténtico y raro, ya que aquí podéis encontraros desde salas con bañeras donde la gente se mete para fumar cachimba o tomar algo, hasta otras cuyas paredes están llenas de televisores antiguos.
Ya sea de día o de noche, siempre es un buen momento para venir a este sitio, recorrer sus distintos salones y apreciar su extravagancia mientras disfrutáis de una buena cerveza a un precio bastante asequible para tratarse de un pub tan turístico. Recomiendo especialmente la de cereza, ¡que está buenísima!
Tras salir enamorados de este lugar tan peculiar a la par que original y curioso, nos fuimos para al apartamento para ducharnos, cenar y prepararnos para salir de fiesta a Instant, una de las discotecas que más nos recomendaron los amigos que habían estado previamente en Budapest. Se trata de un ruin pub también, con distintas salas y varios ambientes, en los que ponen estilos de música variados. A nosotros nos gustó bastante y estuvimos allí un rato, hasta que el cansancio pudo con nosotros, y decidimos volver al apartamento, ya que en horas partíamos hacia nuestro próximo destino, ¡Viena! de la cual os hablaré más adelante en el siguiente blog que escriba, centrándome en todo lo que hicimos durante nuestros dos días en la capital austríaca.
Dónde comer en Budapest
En esta ruta que hicimos mis amigos y yo la semana pasada, visitando Praga, Budapest y Viena, nos dimos cuenta de que es muy fácil comer a buen precio y con gran calidad en estas dos primeras ciudades, de Viena no puedo decir lo mismo, ya que los precios son un poco más desorbitados.
Nosotros probamos dos sitios que nos habían recomendado varios amigos que habían visitado hace poco Budapest, por lo que os dejo por aquí qué tal fue nuestra experiencia en estos bares:
- Drum Café, situado en pleno barrio judío, sitúo a este restaurante en el primer puesto del ranking sobre dónde comer en Budapest. Nos habían aconsejado tanto venir aquí, que no lo dudamos ni un segundo, y fue un claro acierto. En este bar, podréis probar la auténtica comida húngara y algunos de las especialidades más típicas de este país a un precio súper económico.
Nosotros pedimos varios platos para compartir y poder probar un poco de cada uno. Entre ellos, os puedo destacar el famoso langosh, que básicamente se trata de pan frito, el cual se rellena o se le suele echar por encima distintos alimentos o salsas, como pollo, beicon con queso, verduras, etc. Sin duda alguna, tenéis que probar esta delicia, ¡mi plato favorito!
Además, probamos también el pollo paprika, el goulash, o algunos postres típicos que estaban riquísimos. En resumen, nos hartamos de comer, ya que los platos son muy abundantes y copiosos, y encima todos muy pero que muy baratos, rondando los 4 o 5 euros como mucho. ¡100% recomendable!
- Frici papa, otro bar muy turístico pero que sin duda vale la pena comer en él. Al igual que en Drum Café, los precios están geniales, y la cantidad de los platos es muy abundante, teniendo en cuenta lo barato que es todo. Esta vez, pedí una sopa de verduras, que acompañé después con queso camembert rebozado, ¡ambos platos riquísimos!
Eso sí, por sacarle algún punto negativo, os aconsejo que no vayáis en horas punta, sobre todo en fin de semana, ya que tuvimos que esperar cola debido a la fama que tiene. Otro dato que debéis tener en cuenta es que no aceptan tarjeta, y solo podréis pagar en efectivo. A pesar de esto, ¡os aconsejo que probéis a comer en este sitio!
-El Mercado Central, un sitio genial para probar comida típica de Hungría hecha en el momento en alguno de las decenas de puestos que podéis encontraros por este recinto cerrado. Las raciones son muy abundantes, y el precio es asequible, aunque en muchos de estos puestos no aceptan tarjeta, y aunque os dejarán pagar en euros, el cambio os lo devolverán en florines húngaros.
- Trdelník, este no es ningún bar que os pueda recomendar de la ciudad, sino un postre típico no solo de Hungría, sino también de la República Checa, ya que fue nuestra merienda durante los dos días que estuvimos por Praga. Se trata de un rulo de harina horneado, al que se le polvorea canela por encima, y luego se rellena de siropes, frutas, nata o incluso helados.
Nos fijamos en que, mientras en Praga un trdelník costaba unos 4 euros de media, en Budapest el precio de este dulce es de tan solo un euro o dos. También es cierto que son más pequeños, pero hay una diferencia.
Y aquí termino con una miniguía sobre los sitios o monumentos más famosos que podéis ver por Budapest en tan poquito tiempo, así como bares famosos donde estuvimos en los que podréis probar platos típicos a un precio increíble. Entre todas las ciudades en las que he estado, me decantó por Budapest como una de las más bonitas y con más encanto en las que he estado.
Además, nos quedaron otros muchos puntos de interés que ver o visitar, como la Isla Margarita, situada encima del río Danubio, donde se encuentra un parque gigante, o el Centro Memorial del Holocausto, así como dar un paseo en barco por el Danubio, entrar al Castillo de Budapest, o descubrir al máximo esta ciudad. Sin embargo, esto me servirá de excusa para poder volver y tachar la lista por completo.
¡Muchas gracias a todos!
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