Lo que ya sabías, o no, de Italia

Es muy normal escuchar que Italia y España son bastantes parecidas. No estoy aquí para negar dicha afirmación, pero sí para recalcar cómo la población italiana tiene unas "leyes de vida", protocolos y costumbres que son bastante particulares con respecto a España.

Empecemos por la parte más básica: la pasta. En Italia se come pasta, si no todos los días, un día sí y un día no. Parece broma pero es completamente cierto. Para ellos los macarrones y los tallarines son distintos, no es lo mismo comer unos que otros.

Palabras textuales de un italiano: "a ver, nosotros no comemos siempre lo mismo: un día hacemos tallarines, al otro lasaña...¡son cosas distintas!" Pero mi cara de perplejidad aumentó aún más cuando añadió: "Pero, si en España comeis pasta sólo un día a la semana, el resto de días, ¿qué coméis?"

Sí, con la misma cara me quedé yo: what? Ahí empezó mi discurso sobre nuestra amada y completa dieta mediterránea. Y es que, una cosa que yo pienso desde poco tiempo después de llegar aquí es que, si los italianos son tan buenos cocinando pasta y pizza, es básicamente porque no hacen otra cosa. Que yo en ningún momento niego su maestría, porque la pasta/pizza que comerás en Italia no la comerás en ningún lado, y a mí me vuelve loca (dejo constancia con la foto), pero las cosas como son... práctica tienen un rato.

Fuera bromas, tienen un arte difícil de superar en lo que respecta a esos dos platos:

Además, ellos no comen sólo el plato de pasta (no vayan a quedarse con hambre). Comen el primer plato (pasta) y el segundo que consiste en carne o pescado con algúna guarnición (como segundo también se incluye una ensalada normal y corriente): si a un italiano le das un plato de pasta y una ensalada, ten por seguro que se comerá la ensalada después (no a la vez) y la pasta, por si acaso se enfría, antes.

Por cierto, en Bolonia la especialidad son los "tortellini alla panna", y están... ¡para morirse!:

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Hablando de todo un poco, es cierto que si una cosa es sagrada para ellos (aparte de su base alimenticia) es el café. El café por la mañana. El café a media mañana. El café después de comer. El café después de cenar (sin contar los que se pueden ir añadiendo según la persona). 

Yo he llegado a ver gente enfadada por no poder tomarse el café (y hablo del segundo o tercero del día, ni siquiera digo el de por la mañana, que la crisis de abstinencia de ese lo puedo entender). Sí amigos, a ese punto llegamos. Pero tengo que decir que yo me he unido a esta manía y me encanta.

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¡Eh! ¡Tampoco podemos dejar de hablar de la pizza! Pero no hablo de la pizza en general: hablo de la "pizza margherita", la favorita de los italianos. Pero no sólo favorita, es considerada en Italia como la "pizza verdadera": para ellos, el resto de pizzas (véase con jamón, con champiñones, carbonara...) son "margherita con cosas por encima". Tal cual, así de simple. ¿Vosotros qué pensais?

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Lo más divertido es el horario de comidas. En Italia conforme subes al norte ves a gente comiendo a las doce del mediodía y cenando a las seis y media o siete de la tarde, mientras que al sur hay partes que el horario es como en español o muy parecido. En el centro Italia es un término medio: comer a la una y media y cenar sobre las ocho (así lo hago yo en Bolonia, teniendo en cuenta que como según los horarios de la residencia).

Estas son sólo algunas de las muchas cosas que pensaba que eran puras exageraciones y estando aquí un año me he dado cuenta de que no, que eran realmente ciertas...

Sobretodo, si algo es alucinante es oírles hablar de comida... ¡como si hablaran de un verdadero tesoro!