La otra cara del Erasmus...

¡Buenas tardes a tod@s de nuevo!

Una mañana, hablando con mi madre, me dijo que yo siempre hablaba del Erasmus (y había hablado en mi blog de Erasmusu) en Bolonia, pero que nunca hablaba de la parte que se queda en casa, de la que se alegra pero se preocupa desde la distancia, de la otra cara del Erasmus. Le dije que era cierto y que me gustaría mucho saberlo, y lo primero que me contestó fue: "¡Lo sabrás cuando seas madre! "

La verdad es que creo que demasiadas veces no nos paramos a pensar ni somos conscientes del sacrificio económico y sentimental que hacen nuestros padres (o quien nos mantenga) para que nosotros podamos vivir como vivimos y, en el caso de un Erasmus, hacer posible que un año de tu vida sea en otro país, a tu libre albedrío, haciendo lo que te da la gana y sin nadie que te de una orden. Debemos ser los más agradecidos, ya que no todo el mundo tiene/ puede hacerlo.

Volviendo al tema, unos días después de tener esa conversación con mi madre, recibí este mensaje suyo en forma de carta, que empezaba así:

"Escribe sobre la otra parte del Erasmus mamá...

La otra parte del Erasmus siente la separación, y lo que ello conlleva: miedo, preocupación, pero sobre todo orgullo y satisfacción.

Siempre, desde que me reconozco, he querido ser madre. Criar a un ser humano es mucho más que "tener un bebé" como dicen muchas parejas. Hay que sentirse capaz de prepararlo para la vida. Siempre he tenido muy presente una frase de Khalil Gibran: "Tus hijos no son tus hijos, son hijos de la vida".

Así que sí, cuando te fuiste de Erasmus, lo mismo que cuando tus hermanas decidieron volar, sentí la tristeza de la separación física, pero también el orgullo de haber criado mujeres valientes, independientes, capaces de afrontar nuevos retos, seguras de sí mismas y conscientes de que la vida hay que trabajársela.

A tus hermanas las veo cada día y puedo casi adivinar sus momentos, y compartirlos. A ti, casi no te veo y lo que más me preocupa es no estar presente para verte la cara en ese momento en el que necesites que alguien te pregunte "qué te pasa".

Echo de menos sentarme contigo o darte un abrazo, pero entiendo que estás viviendo una etapa única, muy enriquecedora, y como te dije una vez, viéndote feliz, creo que está mereciendo la pena, ¡aprovéchalo! "

No tengo nada más que añadir...

Lo único: que respecto a esta última foto, soy muy afortunada ya que tengo el mejor ejemplo del mundo.

Espero que este artículo nos haga a todos pensar un poco más y ser más considerados con la parte que dejamos aquí pero que siempre está cuando la necesitamos...

Por otra parte, ya sabéis que si tenéis propuestas de temas para nuevos artículos podéis enviarme un mensaje mediante Erasmusu o dejar un comentario en Facebook o en el post.

Si queréis agradecerles a vuestras madres todo el esfuerzo, echadle un vistazo al Día de la Madre en España para celebrar este día a lo grande.

¡Un abrazo a tod@s y hasta la próxima!