Bochum, la ciudad en la que encontré la comodidad.

Llegué a Bochum alrededor del 29 de septiembre del 2016, ya que me admitieron en la Universidad Ruhr de Bochum. Bochum es una ciudad muy bien organizada en la que convive mucha gente extranjera. Durante mis primeros días en Bochum, la encontré una ciudad muy cómoda y acogedora. Según iban pasando los días, ya la sentía como mi casa. Al principio, estuve viviendo ochos meses en una casa privada con una señora alemana. Me ayudó mucho, siempre que necesitaba información o ayuda para encontrar alguna tienda, banco, restaurante… ahí estaba ella. Siempre le estaré agradecida por cooperar tan amablemente conmigo. Su nombre es Magdalena, pero yo la llamo «La Señora Engel» (ángel en alemán).

Me enseñó a hacer «Kaiserschmarrn», una especie de crepe. Vivir con alguien que fuera como mi madre me hizo sentir como en casa. Fue genial que me sintiera así, porque estaba echando de menos a mi familia. En general, la gente de Bochum es muy servicial y amable, según mi experiencia.

Cuando era una recién llegada, acostumbraba deambular por el centro de la ciudad. Me gusta mucho el centro de la ciudad y el centro comercial (City Point). Todo lo importante está ahí: los centros comerciales, los supermercados, los bancos, la oficina de extranjería (Auslander Buro)… En un lado del Bochum Rathaus, uno puede acceder a los bancos, a los centros comerciales y a la corte de Bochum. Por el otro, se encuentran diferentes tipos de restaurantes, comida rápida y demás. Bueno, literalmente «Bochum Rathaus» significa ayuntamiento de Bochum.

En un maravilloso y soleado día de verano, me encontraba andando cerca del centro de la ciudad en la procura de una tienda. Como no la encontré de primeras, vagué por todo el centro de la ciudad. Sin embargo, me acabé cansando y le pregunté a una persona que pasaba por allí que muy servicialmente me ayudó a llegar a mi destino. Le dije «Danke schon» («muchas gracias» en alemán), y él, sonriendo, me dijo: «Bitte Schon».

Ayer salí de casa para encontrar un poco de paz mental en la naturaleza. Estábamos a 26 °C en Bochum, un día muy soleado. Por un lado, era un día hermoso y, por otro, hacía un calorcito muy agradable. Decidí ir a un sitio con mucho verde cerca de Bochum, Waldring. Me senté bajo un árbol muy bonito durante un rato y me recosté sobre el verde césped. Me resultó increíblemente cómodo. Os comparto algunas fotos llenas de verde aquí abajo.