Mi primera vez en Berlín (primera parte)
Mi primera vez en Berlín
El tercer año de carrera me fui en el semestre de invierno al noroeste de Polonia, en concreto a la ciudad de Szczecin. Para llegar allí lo mejor que encontré fue coger un vuelo desde Bucarest a Berlín, ya que la capital alemana estaba más cerca de mi ciudad que Varsovia o cualquier otra ciudad polaca.
De Rumania a Berlín y a Szczecin
El vuelo de Rumanía a Berlín duro dos horas. Llegué al aeropuerto de Schönefeld. Tuve que ir a la estación de autobuses de Berlín (ZOB) para coger un Flixbus hasta Szczecin. Usé transporte público para ir desde el aeropuerto ya que había una gran distancia entre ambos sitios. Pude ver desde las ventanas muchas cosas de la ciudad. Llegué dos o tres horas antes de mi hora de salida, por lo que decidí pasear por la zona para conocer más cosas de Berlín aunque llevara el equipaje conmigo.
A esa hora Berlín parecía un poco extraña. Había gente de distintas nacionalidades y la ciudad parecía desigual. No vi mucho de ella, pero estaba decidida a volver a la ciudad ya que no había tenido tiempo suficiente para investigar bien sus calles, edificios, parques e instituciones importantes. Solo pude echar un vistazo ante de coger mi autobús hasta Szczecin. La buena noticia es que Berlín está a solo 2 horas y media en autobús de mi ciudad de intercambio.
¿Cómo fui de Szczecin a Berlín?
Llegó un punto a lo largo del semestre en el que no pude resistir la tentación y acabé comprando billetes de autobús hasta Berlín. Tenía muchas ganas de volver y conocer la ciudad alemana. El billete cuesta de 10 a 15 € dependiendo de la hora de salida. Por la mañana es mucho más caro que a mediodía o por la tarde. Mis compañeros de clase me recomendaron ir a Berlín porque en la ciudad hay muchos lugares donde ver arte como galerías o museos.
El viaje empezó por la mañana temprano, cuando cogí el bus desde Szczecin główny. Dormí todo el viaje para coger energía para el día que me esperaba. El autobús me dejó en Zentraler Omnibusbahnhof Berlin, una estación un poco sucia en la que no me quedé mucho tiempo.
Paseando por las calles de la capital alemana
Hice una lista con los lugares que quería visitar en Berlín. Al mismo tiempo, mi idea era no usar transporte, sino andar para poder ver todo lo que había en mi lista y sentir el verdadero ambiente de la ciudad. Así también ahorraría dinero, ya que los billetes de transporte público eran un poco caros para mí.
Lo primero que quería visitar era la "Brandenburger Tor", pero para poder llegar allí tenía que andar mucho. Al principio del día no me importaba patearme todas las calles a pie. Seguí admirando la arquitectura de las casas y el espacio urbano artístico. También me gusta fijarme en la gente, pero no sabía por qué a esa hora no había casi nadie en las calles. Si había alguien iba en bicicleta y no andando. Después descubrí por qué, pero escribiré acerca de ello en la segunda parte de la publicación. Seguid atentos.
Observé que las calles de Berlín son muy anchas, tanto la carretera como la zona de peatones. El espacio de la ciudad es muy abierto y desarrollado, más horizontal que vertical. Es por ello que entre lugares importantes había grandes distancias. Por ejemplo, según Google Maps, tenía que andar una hora y media para llegar desde ZOB a la Puerta de Brandeburgo.
Paseando por el Tiergarten
De camino a la Puerta de Brandeburgo pasé por otro monumento famoso, Helmut Graf von Moltke, la Columna de la victoria, el Memorial a los soldados soviéticos y a todos aquellos que estaban en el Tiergarten. Además, cuando entré allí, descubrí un mercado llamado "el mercadillo de Berlín", donde miré cosas antiguas que vendía la gente.
Caminar por el Tiergarten fue una experiencia genial. Como no escuchaba ni coches ni gente sentí que no estaba en la ciudad, sino en medio de la naturaleza rodeada de árboles y vegetación. La senda del Tiergarten era muy grande, pero agradable. Tardé aproximadamente 45 minutos en ir de una punta a otra, ya que también me paraba a ver los monumentos y sacarles fotos.
Memorial a los soldados soviéticos
El Memorial a los soldados soviéticos me impresionó y me hizo pensar en la historia. En el memorial hay escritos fechas e información en ruso, por lo que no entendía muchas cosas. Como estaba en Alemania, estaba un poco confundida al ver que las cosas estaban escritas en ruso y empecé a preguntarme por qué.
Confirmé por el título y un panel que lo explicaba que este monumento fue construido por la Unión Soviética para conmemorar a los soldados de la guerra que murieron durante la batalla de Berlín en abril y mayo de 1945. Aquí hay enterrados 2000 soldados soviéticos.
Finalmente llegué a la Puerta de Brandeburgo
Después de visitar este monumento, seguí mi camino hasta la Puerta de Brandeburgo, que empecé a ver en la distancia. Me encontraba en Pariser Platz, donde está situada la puerta. Ya no estaba sola en las calles, sino rodeada por grupos de distintas nacionalidades de turistas que habían venido a visitar Alemania.
Observé la Puerta de Brandeburgo desde distintos ángulos. También la atravesé por uno de los cinco pasajes que forman sus doce columnas dóricas, seis a cada lado. Podía pasar por la puerta y llegar a Pariser Platz desde el inicio del boulevard Unter den Linden.
La construcción neoclásica es del s. XVIII. Esta imponía mucho. Lo que más llamó mi atención fueron las cuadrigas que habían alrededor. Por lo que sé, el carro conducido por caballos está dirigido por Victoria, diosa de la victoria, así como un símbolo de paz. Solo fue cuando los nazis ascendieron al poder que se convirtió en un símbolo político. La Puerta de Brandenburgo sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial, aunque fue muy dañada.
Era muy difícil sacar una buena foto con toda la gente que había allí haciendo lo mismo que yo. Como sabía que cerca de este lugar estaba la academia de arte quise acercarme y entrar, pero estaba cerrado. Tenía ganas de verlo desde fuera aun así.
Después de ver la puerta quise comprar algunos regalos para mis amigos y familia, por lo que me quedé por el boulevard Unten den Linden viendo las tiendas.
Galería de fotos
Contenido disponible en otros idiomas
- English: First time in Berlin (part 1)
- Italiano: La prima volta a Berlino (prima parte)
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