Descubriendo Berlín (1/4)
Guten Tag! Hoy voy a compartir con vosotros mi experiencia en Berlín. Yo ya había pisado tierras alemanas, visitando a una buena amiga que vive en Heidelberg y también disfrutando de unas estupendas vacaciones en la Selva Negra, pero nunca había visitado la capital alemana y lo cierto es que me moría de ganas por hacerlo.
La verdad es que pocas veces en mi vida he salido triunfante al participar en concursos ni he conseguido premio alguno en juegos de azar (ya sabéis, desafortunada en el juego, afortunada en el amor); pero mi suerte cambió el verano pasado: participé en un sorteo cuyo premio consistía en dos billetes de avión para volar a cualquier rincón de Europa que se eligiera. Pues sí, fui la persona más feliz del mundo cuando mi nombre apareció en la lista de ganadores.
Aeropuertos
No tuve que darle muchas vueltas al destino y tampoco dudé sobre el acompañante: Javier, mi novio. Cogimos un diccionario de bolsillo de alemán y ropa de abrigo (que, por cierto, no nos hizo mucha falta porque, sorprendentemente, hizo un calor de justicia) y aterrizamos en el aeropuerto de Berlín-Schönefeld a finales de agosto.
Una de las primeras cosas que hay que saber si se quiere viajar en avión a Berlín es que la ciudad cuenta con tres aeropuertos: el de Berlín-Schönefeld, que está al sur y más alejado del centro; el de Berlín-Tempelhof, mucho más cercano al centro de la ciudad; y Berlín-Tegel, al noroeste. Normalmente, la gente vuelta al de Tempelhof o el de Tegel. Eso mismo habríamos hecho nosotros, pero la única opción que teníamos era la de volar al de Schönefield, así que tuvimos que estudiarnos bien los planos de metro de Berlín para poder llegar desde allí a la casa donde nos íbamos a alojar.
Nuestro alojamiento
Tras varias consultas en internet conseguimos alquilar, a un precio excepcional, una habitación en una vivienda donde convivían varios estudiantes; solo puedo decir que no podríamos haber estado mejor en ningún otro sitio, fue una experiencia magnífica. No fue nada sencillo encontrar algo, pues hicimos varias reservas que luego fueron canceladas por los anfitriones. Se acercaba el día del vuelo de ida y no había forma de encontrar habitación a un precio razonable tirando a muy barato. A última hora, tuvimos la suerte de encontrar este alojamiento (pues una de las estudiantes se iba de vacaciones durante unos días) y nos ahorramos bastante dinero. La casa se encontraba junto a una curiosa iglesia, en Friedrichshagen, zona un poco alejada del centro.
En realidad, tampoco puedo decir que la distancia supusiera un problema, porque, en unos 20 minutos en tren nos poníamos en las áreas más concurridas de Berlín. Además, estar en esa zona más tranquila nos ofrecía alguna que otra ventaja, sobre todo al final del día, como poder disfrutar relajadamente de una cerveza y degustar el famoso y delicioso currywurst junto a un espléndido lago que teníamos a cinco minutos de la casa. Otro punto a nuestro favor es que ir de compras, tomar algo o cenar fuera era algo más barato que en Berlín. Además, podíamos cocinar en la casa, con lo que las cenas se alargaban hasta tarde tomando alguna copa y charlando con los otros estudiantes que allí vivían.
A la derecha de la imagen, justo detrás de la iglesia, la casa en la que estuvimos alojados
El tradicional currywurst
Transporte público
Berlín es una ciudad muy bien comunicada, con diversas líneas de metro, tren y tranvía. En alemán estos vendrían a corresponderse con los siguientes nombres:
Metro = U-Bahn
Tren = S-Bahn
Tranvía = Tram
A la hora de moverse por la ciudad, son múltiples las posibilidades, pudiendo llegar prácticamente a cualquier sitio tanto con el U-Bahn como con el S-Bahn. No obstante, arreglárselas con el “plano de metro”, al principio, resulta toda una proeza. No es que sea complicado; el tema es que, tanto las líneas de U-Bahn como las del S-Bahn, aparecen juntas y entrelazadas en el mapa.
En cuanto a la calidad de servicio, los trenes funcionan muy bien, pasan con frecuencia y son rápidos.
Plano de metro de Berlín
Si accedes a la página fuente podrás ampliar la imagen y ver las distintas líneas y estaciones con mayor claridad.
Tampoco es necesario ser extremadamente avispado ni contar con una gran agudeza visual para hacer uso del mapa; si nosotros conseguimos enterarnos de todo, movernos sin complicaciones en transporte público y no perdernos, vosotros también podréis. Además, normalmente repetiréis trayectos y acabaréis controlando perfectamente tanto las paradas como los transbordos (¡sobre todo por la cuenta que os trae volver cada día al lugar donde estéis alojados! ). Os diré que la estación clave para moverse por el centro y cambiar de unas líneas a otras es Friedrichstraße. Es verdad que algunos lugares imprescindibles están más alejados y que será necesario cambiar el itinerario, pero hablaré de ellos más adelante.
Tickets
Otro asunto importante a tener en cuenta en relación al transporte público es el tema de los tickets. Los billetes sencillos son caros, y más teniendo en cuenta que hay zonas A, B y C y son más caros cuanto más lejos nos desplacemos. Todo el centro de Berlín se encuentra en la zona A, por lo que únicamente tendríais que comprar la zona A-B o A-B-C si vuestro alojamiento se encontrara en zona B o C. También existen billetes que duran X días y pueden usarse de forma ilimitada desde el momento en que se validan. Nosotros, por ejemplo, compramos un ticket de una duración de 7 días para las zonas A-B-C por menos de 40 €. Puesto que nos íbamos a alojar en una casa situada en la zona B, teníamos que desplazarnos desde el aeropuerto de Berlín-Schönefeld (zona C) hasta la misma, y también habíamos previsto visitar el campo de concentración Saschenhausen (zona C) además de la ciudad de Potsdam (de nuevo, zona C) nos resultó muy rentable. Como nota para aquellos que tengan en mente viajar al aeropuerto de Berlín-Tegel, os diré que es zona B, pero siempre podéis comprar bonos de X días para la zona A y billetes sencillos zona B para los traslados desde y al aeropuerto. El aeropuerto Berlín-Tempelhof, dado que se encuentra en la zona A, es la opción más económica, aunque es probable que los vuelos también sean más caros.
Continuando con los billetes, os avisaré de que en las estaciones berlinesas no existen tornos para picar el billete; una vez en el andén, hay que buscar una máquina en la que uno mismo introduce el ticket y en este aparece la fecha, quedando así validado desde ese mismo momento. Nosotros no teníamos ni idea de esto y nos metimos en el tren, con nuestro flamante bono, más felices que regalices. Una vez que llegamos a nuestro destino, una de las chicas que allí vivía nos explicó el procedimiento y nos dijo que tuvimos mucha suerte de no encontrarnos con un revisor, de hecho se sorprendió mucho.
Efectivamente, en Berlín existen los revisores de tren y metro (no son una leyenda); de hecho, es frecuente encontrarse con alguno en cualquier momento del viaje. A nosotros nos pidieron el billete al menos en tres ocasiones. Otra cosa a tener en cuenta es que los revisores no suelen ser indulgentes, les da igual que seas turista, que no entiendas o que hagas que no entiendes. Si te pillan sin billete, o con un billete no validado, o con un billete validado varias veces (el billete solo debe pasarse por la máquina la primera vez que se usa; en caso contrario, las fechas que figuran en el billete se superponen con cada validación y se hacen ilegibles, quedando así el ticket invalidado), tendrás tu sanción correspondiente. Seguramente te lleves una receta a casa o debas abonar un dinero en el momento; creo recordar que la multa rondaba los 40 o 60 €, por lo que no seáis pillines y actuad con honestidad; os ahorraréis el mal trago y vuestro bolsillo os lo agradecerá.
Plano con atracciones principales
Os dejo también un plano con los monumentos más importantes de Berlín, algunos de los cuales recorreré en las siguientes entradas, contando mi experiencia y tratando de dar información que pueda servir a futuros viajeros:
Plano turístico de Berlín
De nuevo, este mapa puede ampliarse y leerse fácilmente al acceder a la fuente web.
Un último apunte sobre transportes, ¿sabíais que el autobús urbano nº 100 hace un recorrido por las principales zonas de interés? Es casi como usar un autobús turístico pero mucho más barato; además, tiene dos plantas, como los buses double decker en Reino Unido.
No dejes de leer los siguientes posts sobre esta fascinante ciudad, ¡te espero!
Galería de fotos
Contenido disponible en otros idiomas
- Italiano: Alla scoperta di Berlino (1/4)
- Français: À la découverte de Berlin (1/4)
- English: Exploring Berlin (1 of 4)
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Comentarios (1 comentarios)
Josep Maria Aguadé Torres hace 7 años
Gracias por tu post! Súper útil! :)