Bélgica: Bruselas, Brujas y cerveza

Durante tu intercambio tendrás muchas oportunidades para viajar regionalmente. Esto es cierto sobre todo si estás en Europa, ya que hay muchos países que están cerca de otros. En mi caso, estaba haciendo un intercambio de estudiantes en Reims, una pequeña ciudad de Francia que está cerca de París. Debido a su ubicación en el noreste de Francia, es muy fácil desplazarse utilizando el tren para llegar a los países cercanos. Sin embargo, es un poco difícil intentar llegar a un aeropuerto, ya que tendrás que ir a París porque Reims no tiene aeropuerto.

El plan

A pesar de todo, no permití que esto me desanimara. Hace poco había hecho un Eurotrip en agosto. Sin embargo, mi hambre por ver diferentes países europeos no había sido satisfecha. Por esta razón, decidí ver tantos países europeos cercanos como fuese posible. Sí, hablaré de una de mis mejores experiencias: Bélgica. Es importante señalar que mismo si un viaje en tren solo dura un par de horas, puede salirse de tu presupuesto. Si te encuentras de intercambio en Europa, entonces te recomiendo que estés atento a las ofertas de tren. Otra opción es simplemente volar. Para los que no están acostumbrados a viajar por Europa, puede ser sorprendente encontrar vuelos muy baratos sin mucha dificultad. Por ejemplo, es muy común que Ryanair ofrezca unos precios increíbles para que puedas viajar por Europa. Por ejemplo, en uno de los futuros viajes de los que hablaré en otro artículo, viajé de París a Londres por menos de 74 euros ida y vuelta. A veces, serás capaz de encontrar ofertas de ida por menos de quince euros.

Desde Reims

Sin embargo, es importante señalar que llegar al aeropuerto de París es un poco caro. Por ejemplo, si vas a estar en Reims, tendrás que viajar a París primero. El viaje en tren promedio (el TGV) te costará entre 30 y 40 euros. Si eres capaz de planificarlo bien, deberías coger el TGV que te llevará hasta el aeropuerto de Charles de Gaulle. No hace falta decir que si tienes que ir a otro aeropuerto tendrás que empezar de cero. Sin embargo, también puedes coger un Flixbus. Aunque esto aumenta el tiempo hasta una hora y cincuenta minutos, lo que podría ser un riesgo para tus planes de vuelo si hay algún problema de tráfico. Esta opción te puede costar solo 8 euros.

Desde París

Supongamos que llegaste a París (o que estás haciendo un intercambio en París), tendrás que llegar entonces a uno de los pocos aeropuertos de los alrededores. Los dos aeropuertos principales que he estado utilizando, debido a su popularidad por sus aerolíneas tanto normales como de bajo coste, son el aeropuerto de Beauvais y el aeropuerto Charles de Gaulle. El primero es normalmente utilizado por Ryanair. Llegar hasta aquí te llevará sobre una hora en coche. Aunque como estudiantes de intercambio es probable que no tengamos coche. Nuestra alternativa son los autobuses que salen desde Paris-Porte Maillot. Tendrás que llegar al menos tres horas antes de tu viaje en avión para poder coger el autobús. Afortunadamente, el aeropuerto de Beauvais es bastante pequeño, así que no tendrás que preocuparte de pasar demasiado tiempo moviéndote en el aeropuerto. El autobús cuesta 17 euros por trayecto. Ten en cuenta que, a menos que lo planees de otra forma, tu vuelo de vuelta probablemente te deje en el aeropuerto de Beauvais, por lo que considera añadir treinta y cuatro euros a tus gastos de viaje si haces esta ruta.

La segunda alternativa más popular es llegar al aeropuerto Charles de Gaulle. Puedes coger el tren que te lleva al aeropuerto Charles de Gaulle en diferentes puntos de la ciudad. Sin embargo, recomiendo cogerlo en la estación Gare du Nord. Desde aquí tendrás que pagar 10, 30 euros (tarifa de adulto). Si viajas con familia te puede salir más barato. Por ejemplo, el coste se reduce a 7 euros por persona si tienes hijos de entre cuatro y nueve años. Si tienes hijos menores de cuatro años pueden viajar gratis.

Para conseguir uno de estos billetes tendrás que comprarlo en una máquina expendedora (la forma más rápida) o a un vendedor de billetes. Las instrucciones en la máquina vienen en diferentes idiomas, lo que hará más fácil comprar el billete. Sin embargo, si es tu primera vez y te pones nervioso, te recomiendo que vayas a una estación de venta de billetes o que pidas ayuda a uno de los diferentes empleados que se encuentran en la gran estación. Una vez que compres el billete, tendrás que dirigirte a las líneas de tren situadas en la planta baja. Asegúrate de no tirar el billete, ya que a menudo el revisor te lo pide. Es de sentido común, aunque el problema con el sentido común es que no siempre es común.

El viaje desde la Gare du Nord hasta el aeropuerto Charles de Gaulle dura poco más de treinta minutos. Asegúrate de comprobar en qué terminal tienes que bajarte. Hay dos paradas diferentes que puedes elegir para llegar a las diferentes terminales. Una de las paradas te proporcionará un viaje en tranvía gratis para llegar a la terminal exacta. Es importante señalar que el aeropuerto Charles de Gaulle es uno de los más concurridos del mundo. No debería ser sorprendente, ya que París es la ciudad más visitada del mundo. El tiempo que se tarda en pasar por seguridad varía. La primera vez que estuve en Charles de Gaulle tuve que esperar sobre treinta minutos en la fila que lleva a la fila principal de la puerta de seguridad.

Transportes alternativos

Además de viajar en avión, es muy común viajar en Blablacar. Blablacar, para aquellos que no lo conozcan, es un servicio de viajes compartidos en el que la gente viaja de una ciudad o país a otro y ofrece viajes a otros viajeros. Esta suele ser una forma económica de desplazarse. Muchos de mis amigos viajaban de Reims a París, Lila, Bruselas e incluso a la ciudad de Luxemburgo. Además de ser bastante barato, también es flexible con las paradas, ya sea si te estás muriendo de hambre o si necesitas ir al baño.

Sin embargo, tiene un par de desventajas. Primero, los horarios son bastante inflexibles. A veces tendrás que llegar al punto de encuentro en las primeras horas de la mañana. Además, los asientos son bastante limitados comparados con los de los aviones, los trenes o los autobuses. Así que si vas a hacer un viaje en grupo de más de 4 personas, entonces tendrás que coger un segundo coche. Este es otro problema, ya que Blablacar casi nunca está muy programado. Es decir, nunca puedes confiar en que un segundo coche viaje al mismo tiempo. A pesar de todo, el Blablacar es bastante detallado y proporciona los datos de contacto del conductor. Esto permite una mejor coordinación con el conductor y puede que incluso flexibilidad en los horarios. Aunque no suele pasar a menudo.

Por último, la manera de desplazarse, en mi caso desde Bruselas, que lleva más tiempo pero que es más barata es con Flixbus. Flixbus es una importante empresa de autobuses. Es una de mis formas favoritas de viajar por Europa debido a lo barato que es. Hay otras alternativas, especialmente en Francia, como Ouibus, que ofrece tarifas aún más baratas, pero Flixbus es mucho más cómodo y tiene más trayectos por toda Europa. La cosa sobre Flixbus es que viaja principalmente entre los países de Europa occidental y central. Este servicio de autobuses ofrece una flota de autobuses verdes que te pueden llevar a la mayoría de los destinos que necesites. En mi caso, cogí el autobús de Reims a París y después a Bruselas. El viaje duró un total de diecisiete horas, pero no fue un gran problema para mí porque tenía el viernes libre.

Mi trayecto con Flixbus

Como estudiantes Erasmus, no siempre tenemos el mayor tiempo para viajar durante el semestre. Esto es especialmente un problema si te quedas solo por un semestre y tienes que irte inmediatamente después del periodo de exámenes. Muchas veces, como en mi caso, tendrás que viajar durante el fin de semana. Mi viaje no fue el más cómodo aunque fue muy barato. Cogí un autobús cerca de la medianoche en Reims. Desde allí llegué a París después de una hora y cincuenta minutos. Te dejarán en el área de Bercy Seine y pararás en un área subterránea llena de diferentes Flixbuses. Hay restaurantes a unos ocho minutos a pie hacia el norte. Sin embargo, en mi caso todo estaba cerrado. De todas formas, si estás muy hambriento o sediento puedes coger algo de las dos máquinas expendedoras y del dispensador de café del recinto subterráneo. También hay baños en las dos esquinas de la estación.

Faltaban tres horas para mi autobús, así que me eché una siesta y escuché música. Si te distraes lo suficiente, las tres horas pasarán rápido. Solo asegúrate de mantener siempre tus cosas al alcance y definitivamente dentro de tu campo de visión. Desafortunadamente, mi autobús llegó una hora tarde. Asegúrate de informarte sobre tus derechos como pasajero si esto ocurre. Después de una cierta cantidad de horas tienes derecho a un reembolso completo. Yo no tuve derecho, ya que no pasó el suficiente tiempo. A pesar de esto, viajé con Flixbus docenas de veces. Llegaron muy tarde solo unas tres veces, así que no me preocuparía demasiado si llegan tarde. Sin embargo, ten en cuenta que esto puede pasar.

Finalmente, me subí a mi autobús tardío y empecé el viaje a Bruselas. Voy a dar un pequeño adelanto de lo que te puedes esperar en el autobús. Tienden a variar en muchos aspectos. Por ejemplo, algunos venden aperitivos como pequeñas bolsas de patatas fritas y barras de chocolate. Otros Flixbuses ofrecen un café pequeño para que puedas continuar con tu viaje de larga distancia. En algunos trayectos pequeños el baño está cerrado, aunque en los viajes más largos el baño estará abierto. También puedes tener la oportunidad de montar en un Flixbus de dos pisos en algunas rutas. Solo estuve en uno cuando viajé en Hungría, y fue muy divertido.

Finalmente, la última y una de las características más importantes son las tomas de corriente. En la mayoría, o casi en todas mis experiencias con Flixbus, tuve acceso a un enchufe. Cada asiento de dos personas tiene un enchufe para usar. Así que si necesitas cargar tu teléfono o tu portátil podrás hacerlo fácilmente. La última cosa que hay que tener en cuenta es que la empresa Flixbus tiene la política de parar cada tres a siete horas (dependiendo de la hora del día) en una estación con restaurante o supermercado. De esta manera podrás reabastecerte de comida, agua, etc. No te preocupes por estar dormido al llegar a estas paradas, ya que es obligatorio que los pasajeros salgan del Flixbus. La razón es simple: no quieren que los pasajeros o personas desconocidas entren al autobús y roben algo de valor como portátiles o mochilas mientras estás fuera.

Bruselas

En general, mis experiencias con Flixbus suelen ser relativamente tranquilas y no demasiado incómodas. Te recomiendo que pruebes esta opción. Después viajar todo el día, me desperté un viernes por la mañana en mi primer destino del viaje: Bruselas. La parada de Flixbus está a solo 15-20 minutos a pie del centro de la ciudad. Cuando camines hacia al centro de la ciudad, que era a donde me dirigí después de que el autobús parara, podrás ver el área más comercial y de negocios de Bruselas. La cosa es que mis amigos me explicaron que Bruselas no es una ciudad muy bonita, ya que dicen que hay demasiados edificios de negocios hechos de vidrio y demasiados edificios comerciales grandes. También dicen que parece que Bruselas carece de cultura belga. De todas formas, no suelo dejar que las opiniones de la gente sobre los países que visitaron, especialmente las negativas, influyan en mi experiencia.

Así que continué con mi mochila de confianza y caminé todo el camino hasta el centro. Como era la hora del desayuno y suelo estar muy hambriento por la mañana, tuve que hacer todo lo posible para resistirme a comer en cualquiera de las cafeterías que había por el camino. La razón de esto se debe al hecho de que los gofres de chocolate que había estado buscando en aquel momento estaban un poco lejos y tuve que resistirme. Estaba yendo directamente a la Grand-Place. En este lugar se pueden encontrar muchos de los grandes monumentos y edificios del corazón de la ciudad. Desafortunadamente, no puedo recordar el nombre exacto de la tienda de gofres en la que comí, pero sí recuerdo que está en el camino y también encontré muchas tiendas de gofres muy bien valoradas.

Gofres

Encontré dos formas principales de preparar un gofre de chocolate. La más común es conseguir un gofre caliente y bañarlo en chocolate. Con esta forma tendrás seguro una explosión de chocolate en la boca. Casi nunca tenías un gofre solo, ya que te añadían fresas o nata montada, pero no solo se limitaba a estos ingredientes, ya que también podían tener arándanos y otros tipos de fruta. La segunda es la versión de mi primer gofre en Bélgica. Era sin duda el gofre más delicioso que había probado en mi vida. Normalmente no me impresiono fácilmente con los diferentes tipos de dulces debido a que ya he comido muchos tipos diferentes de postres de todo el mundo. Algunos van desde postres de sirope, como los que se encuentran en Turquía y en Líbano, hasta las suaves y divinas bolas de sésamo de judías rojas. A pesar de todo, este postre era sublime. Pasé por delante de este restaurante y me di cuenta de que no había una entrada propiamente dicha. Era simplemente un gran puesto dentro del edificio con un hombre dentro que estaba de pie con un delantal blanco y que tenía una sonrisa amistosa e invitaba a la gente a probar sus productos.

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Me acerqué e inspeccioné los gofres diseñados artísticamente. Como era mi primer gofre en Bélgica, decidí comprar uno sencillo para disfrutar del sabor auténtico sin que la nata montada u otros ingredientes escondieran demasiado el sabor original. Agarró un gofre relativamente grande y suave y lo preparó delante de mí. No estaba diseñado como un rectángulo perfecto, sino como un cuadrilátero aleatorio con esquinas diferentes que sobresalían más que las otras. Luego cogió varios bloques de chocolate y los insertó en las diferentes esquinas.

Después de insertar una cantidad satisfactoria de bloques de chocolate, lo metió en una máquina de gofres y lo calentó hasta que se tostó. Unos minutos más tarde le di unos cuantos euros y recibí mi rico dulce. Le di un mordisco y mi lengua fue enviada al séptimo cielo. La calidad del chocolate no era de un chocolate barato, sino de un chocolate de calidad. Saboreé mi postre lentamente. Esta no sería mi última experiencia con gofres azucarados. También estaba lo perfectamente caliente para combatir el frío de las mañanas de otoño.

Corazón de Bruselas

Seguí caminando hacia el centro. El paseo hacia la Grand-Place desde la estación de tren nos lleva desde la zona comercial y de negocios hasta la zona turística. Así que espera ver grupos de familias y turistas que hacen tours. Las zonas turísticas también quieren decir que hay muchos restaurantes para visitar. Recuerdo haber visto muchas señales diferentes fuera de las tiendas turísticas que luchan por llamar la atención de los turistas. El símbolo común que más verás son los mejillones y las patatas fritas. Este plato es muy popular en Bélgica y muchos asocian el país con este plato. No estaba muy seguro de por qué, porque también es muy común en España. Podrás encontrar ofertas de diez a veinticinco euros en toda esta área.

Un poco de información aleatoria para los que viajan a Bélgica que me pareció curioso después de ver uno de los filetes que se exhibían en uno de los restaurantes por los que pasé. En Australia hay una estación ranchera llamada Anna Creek Station. Este rancho es tan grande que se equipara a la totalidad de Bélgica. Una información aleatoria que me hizo reír y darme cuenta de lo pequeño que era este país. A pesar de todo, seguí caminando entre los grupos de gente hacia el corazón de la Grand-Place.

Aprendí bastante de la Grand-Place con las diferentes visitas guiadas que escuchaba por las calles. Aprendí que originalmente era un mercado popular y que era más conocido como Gran Mercado en su día. Entrar en la plaza es un placer, ya que es una zona absolutamente preciosa con una gran historia que te rodea en cada uno de sus cuatro rincones. Parecía un área muy rica y elegante con estructuras que se elevaban por encima de los turistas asombrados. Uno de los guías turísticos explicó a un grupo español que esta plaza es considerada una de las más bonitas de toda Europa. También es un área protegida por la Unesco. Si puedes ver esta área por ti mismo, hazlo sin dudar, ya que puedes encontrar muchos grandes edificios diferentes. Primero, podrás ver el ayuntamiento que tiene muchos detalles. Aprendí que esto solía ser hace siglos el corazón y el alma de la economía de Bruselas. El guía turístico entró en detalles de la historia aunque lo que más recuerdo son los nueve contribuyentes diferentes del gremio. Explicó que se denominaban "naciones" y que variaban desde productos alimenticios hasta productos artesanales o textiles.

El ayuntamiento de la ciudad está cerca. En Australia había pasado a menudo por ayuntamientos que parecían edificios normales. Este, sin embargo, parecía mucho más lujoso. Con su torre central que se alzaba, es bastante difícil hacer una foto de toda la estructura en la plaza tan pequeña. Como ya dije durante mis artículos de Eurotrip, me enamoré de la arquitectura europea. Rápidamente aprendí a distinguir los diferentes tipos de estilos arquitectónicos. Esta estructura fue construida en mi estilo favorito: arquitectura gótica. El edificio original fue construido en el siglo XV. Es alucinante pensarlo. Lo que yo tenía delante fue ideado por primera vez hace más de seis siglos.

Pasé la mayor cantidad de tiempo inspeccionando esta área debido a que es uno de los edificios más bonitos que había visto desde mi Eurotrip. Sin embargo, las otras estructuras de la Grand-Place también son dignas de atención. Una estructura que es más oscura en apariencia es la Casa del Rey, que se exhibe de una forma preciosa con un cielo azul y despejado. Un último detalle que aprendí mientras buscaba más sobre la Grand-Place es la alfombra floral. Encontré que aunque se pone en agosto (el mes en el que hice la visita), solo se instala una vez cada dos años durante unos días. Las fotos son espectaculares. Realmente parece una alfombra natural enorme. También es tan detallada que es difícil imaginar que usaron flores reales para crearla.

Bélgica: Bruselas, Brujas y cerveza

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Alrededor de la plaza puedes encontrar muchas tiendas de chocolate pequeñas para degustar la famosa gama de diferentes chocolates belgas. Recuerdo haber leído en un folleto que me habían dado que en la ciudad se hacían tours de chocolate. Estaba muy tentado a hacer uno, pero solo me quedé una noche así que no tuve tiempo de comprobarlo. Recomiendo que eches un vistazo a los diferentes tours disponibles.

Caminando

Pasé el resto del día caminando por la ciudad. Vi la Catedral de San Miguel y Santa Gúdula, una obra muy bonita. Es interesante que fue la primera catedral que vi con dos santos proclamados en nombre de la catedral. El área de alrededor de la catedral es muy hermosa. Había varios intérpretes alrededor del área.

En las calles que llevan a la catedral vi a una pareja tocando un dúo de guitarras. Estaban cantando en italiano, lo que me pareció extraño. Definitivamente no era el idioma que esperaba de los intérpretes belgas. También había cerca otro intérprete con un piano portátil. Decidí comprar una barra de chocolate con avellanas y cerezas cerca y escuchar su actuación. Tocó muchos temas clásicos, lo que me alivió escuchar, ya que no me gustan los covers en piano de las canciones modernas, están demasiado saturadas.

Una última actuación memorable fue la de una violinista. Parecía que apenas tenía edad para estar en el instituto, aunque tocaba el violín como una profesional. Después de terminar mi chocolate decidí seguir adelante. Hay bastantes museos por toda la ciudad. El más popular que me aconsejaron visitar era el museo de bellas artes. Sin embargo, estaba más interesado en aprender sobre la historia de la guerra europea, por lo que terminé visitando el Museo Real de las Fuerzas Armadas y de Historia Militar. Es un lugar espectacular para visitar. Tienen diferentes vehículos, armas y cosas relacionadas con batallas que van desde hace siglos hasta el siglo XX.

Brussels Hello Hostel

Cuando el día empezó a oscurecer, decidí ir a mi hostal, el "Brussels Hello Hostel". Era una de las opciones más baratas en aquel momento, ya que es un hostal decente por el precio. Tienen un bar y camas cómodas. Más tarde esa noche me las arreglé para conocer en el bar a gente de muchas partes diferentes del mundo. Había gente de Estados Unidos, Australia, Turquía, Irán y más. Compartimos risas y pasamos la noche charlando sobre muchas cosas sin sentido. Ya lo dije antes, pero lo diré otra vez. Recomiendo que siempre tengas una mente abierta cuando conozcas gente nueva. Nunca sabes cómo puede mejorar tu experiencia. También oigo a menudo historias de cómo los compañeros de hostal a veces se convierten en compañeros de viaje cuando van a los mismos lugares que tú.

Disfruté mucho en Bruselas. Sin embargo, la mayoría de mis amigos me recomendaron que visitara la ciudad de Brujas. Me dijeron que la ciudad era "más antigua" y más cultural, porque conservaba muchos de sus edificios antiguos y suelos empedrados. Esto era exactamente lo que estaba buscando en una ciudad europea. Disfruté de otro gofre (este, que es el tipo de gofre más común, estaba cubierto de chocolate en lugar de tener dentro chocolate derretido) para el desayuno y empapado en el clima frío pero soleado de otoño. No me quedé mucho tiempo ya que quería aprovechar mi experiencia de viaje de fin de semana al máximo.

Brujas

Después me dirigí a la estación de tren más cercana para llegar a Brujas. El viaje tiene un precio moderado de 14, 8 euros (de media) por viaje en tren. Tampoco dura demasiado. Aproximadamente me llevó menos de una hora en llegar a un punto a otro. Como suelo decir en mis blogs de viajes, siempre es una buena idea llevar material de lectura para pasar el tiempo de viaje. Normalmente encontraremos muy poco tiempo para aprender cosas fuera de nuestros estudios. Si no eres un entusiasta de la lectura, te recomiendo que lleves (de todas formas deberías tener esto en caso de emergencia) una batería externa.

Hora de una historia

No puedo insistir más en la importancia de una batería externa. Permíteme contarte una historia sobre París cuando me metí en un buen lío casi desastroso si no hubiera tenido suerte. Había viajado de Estrasburgo a París y se suponía que iba a coger un Flixbus por la noche a un lugar que no puedo recordar. Tenía poca batería (aproximadamente menos del 5 %) y no tenía internet en el móvil, ya que se me habían acabado los datos en ese momento. Estaba en la estación de tren Gare du Nord (la estación del norte).

No estaba muy estresado en ese momento. Tenía mi cargador de teléfono y un adaptador. Era justo antes de la medianoche. Caminé por la estación vacía que solo tenía un guardia de seguridad, algunas personas con pinta rara y viajeros esperando. Me dirigí a los enchufes de la pared al lado de las salas de espera, donde te puedes sentar y tener acceso a múltiples enchufes. Estaba muy cansado, pero también muy contento. Encontré el oasis en el postre. Me senté en el asiento un poco incómodo y puse mi mochila en el suelo. Cogí el adaptador y el cargador del teléfono y los conecté. Después conecté el cable a mi teléfono. No pasaba nada. Sorprendido, miré el enchufe, pero todo parecía correcto. Desenchufé y volví a enchufar. Nada. Me mantuve calmado, quizás eras un enchufe defectuoso. Intento con otros dos de la zona, pero nada.

Poco a poco empecé a entrar en pánico. Utilicé la poca batería del teléfono que tenía para conectarme al wifi para poder por lo menos dirigirme hacia donde tenía que ir. Me conecté al wifi y una gran sonrisa apareció en mi cara. Después de estar con el móvil durante treinta segundos me doy cuenta de que el wifi no funciona. De vuelta a la casilla de salida. Me las arreglo para ver a uno de los guardias de seguridad haciendo sus rondas. Me puse en contacto con él antes de perderlo de vista en la enorme estación. Empecé a hablar en un francés bastante malo y le pregunté por los enchufes y la clavija. Respondió en francés que por la noche se desconectaban para ahorrar electricidad.

Se dio cuenta de mi angustia y fue empático conmigo, aunque no pudo hacer mucho. Se me ocurrió una idea. Recordé que mientras estaba en Alemania (no me acuerdo si estaba en Hamburgo, Munich o Berlín) tuve que hacer tiempo y decidí hacerlo en un McDonald's. Simplemente tuve que pedir algo de comida y esto me permitió acceder a su wifi e internet. Los McDonald's también suelen permanecer abiertos hasta relativamente tarde. Rápidamente le hice la pregunta al guardia de seguridad: ¿Dónde está el McDonald's más cercano? Se quedó confundido, así que le expliqué mi plan y sus ojos se iluminaron. Señaló hacia el McDonald's, que estaba a solo unos minutos a pie. Lleno de emoción, dije “Merci” y salí corriendo con mi fiel mochila hacia el restaurante de comida rápida. La medianoche se acercaba muy rápido.

Sentí el aire fresco del otoño mientras corría hacia el McDonald's. Llegué a la puerta y vi el cartel que decía que el restaurante de comida rápida aún estaba abierto hasta la medianoche. Rápidamente me apresuré a entrar para encontrar a varios clientes disfrutando de su comida con el olor en el aire a patatas fritas. Un guardia patrullaba el restaurante en caso de que se produjera algún problema por la noche. Sabía que probablemente me dirían que me fuera si simplemente decidiese cargar mi teléfono sin comprar nada, así que pedí unas patatas fritas (ya había cenado y no me apetecía un gran aperitivo a medianoche). Mientras esperaba, conecté mi teléfono a un enchufe que estaba convenientemente en un pilar que da al mostrador.

Conecté mi teléfono y me emocioné cuando la vibración reconfortante de mi teléfono (en ese momento apagado) se escuchó. En ese momento usaba un teléfono Samsung. Una cosa que realmente me gustaba de esta marca eran sus cargadores ultrarrápidos. Me las arreglé para conectarme también al wifi de McDonald's mientras esperaba por mis patatas fritas. Entonces pude usar Google Maps y encontrar exactamente donde tenía que ir. Cambié rápidamente del modo normal al modo de ahorro de energía. Este modo en los teléfonos Samsung más nuevos te permite ahorrar una cantidad de batería muy importante. Cogí mis patatas fritas y salí. El wifi se apagó justo antes de que me fuera a medianoche.

Sin embargo, ese no fue el final de mi aventura. La pantalla de mi teléfono se congeló poco después de salir del McDonald's. Dejé de caminar y esperé ansiosamente. Mi pantalla se volvió negra por un segundo y luego se volvió a encender inmediatamente. Volvió a la página principal mientras cerraba todas las aplicaciones. Me quedé helado sin creerlo. Sin embargo, mi sorpresa no duró mucho. Rápidamente pensé en lo que podía hacer en ese momento. Entonces vi un Burger King a varios metros de donde estaba parado, por lo que rápidamente me dirigí hacia allí.

Empecé a tocar mi teléfono para intentar conectarlo al wifi y ver si funcionaba, ¡y tuve éxito! Aunque el Burger King estaba cerrado, el wifi seguía funcionando. Parecía que habían estado demasiado ocupados cerrando antes de apagar su wifi. Volví a encontrar a donde tenía que ir exactamente e (aquí también hay un consejo muy recomendable) hice una captura de pantalla de las diferentes rutas que podía coger para poder llegar a mi destino. Para finalizar, este fue uno de los momentos más estresantes de mi viaje Erasmus en Francia. Casi había quedado tirado en el centro de París y probablemente habría tenido que encontrar un hospital o una comisaría de policía para conseguir lo que necesitaba. También tendría que haberle preguntado a los desconocidos de las calles el camino para llegar a esos lugares. No habría sentido todo este estrés si hubiera tenido una batería externa y si hubiera caminado tranquilamente por las calles de París en busca de wifi.

De vuelta a la realidad

De todas formas, volvamos a nuestra historia principal. Cogí el tren de Bruselas a Brujas que me permitió tener una bonita vista del campo. Mientras hacía el viaje en tren, saqué un libro que traje conmigo y esperé pacientemente a mi próximo destino. La estación de tren en la que dejaron está a unos 30-40 minutos a pie del centro de Brujas. Te recomiendo que camines en vez de coger el autobús. La ruta a pie es espectacular y también muy popular entre los turistas, ya que caminé junto a pequeños grupos a primera hora de la mañana belga.

A lo largo del camino podrás ver muchas casas europeas hermosas. Estas casas son sorprendentemente impresionantes y me llevó casi el doble del tiempo que debería para llegar a las afueras de la ciudad. A lo largo del camino podrás ver muchos canales bonitos llenos de patos y cisnes magníficos. Había muchos cisnes blancos nadando en las sorprendentes aguas impolutas. Cuando estuve un tiempo en Utrecht, vi que los canales estaban extremadamente turbios y sucios, por lo que nunca recomendaría nadar en uno. Sin embargo, en Brujas estaban sorprendentemente limpios.

Sin embargo, era otoño en Bélgica, época en la que (probablemente) no recomendaría que nadie se diera un chapuzón. En el camino puedes ver algunos elegantes carruajes de caballos que se dirigen a la ciudad. Seguí mi camino hacia la ciudad hasta que finalmente llegué al borde de la ciudad. El aire de Brujas es sorprendentemente fresco para ser una ciudad. Seguí adelante hasta que vi grandes multitudes de personas caminando por una calle. Decidí girar a la izquierda para evitarlos y luego a la derecha. Terminé en una calle empedrada menos transitada con pequeñas tiendas europeas y casas situadas a ambos lados de la calle. Caminé lentamente junto a la bonita arquitectura de la zona hasta que vi una tienda peculiar a mi izquierda. Entré en la tienda y encontré todo tipo de souvenirs y objetos de Harry Potter.

Un mundo sin muggles

Había diferentes cosas como peluches, figuritas y cosas por el estilo. Una de mis dos cosas favoritas son las varitas. Tenían muchos tipos diferentes de varitas de diferentes personajes. Los detalles de estas piezas son elegantes. Inspeccioné varitas que pertenecían a Ron Weasley, Hermione, Dumbledore, Voldemort, Harry Potter y muchos más. Estaba más emocionado de lo que debería. Sin embargo, esa emoción desapareció cuando me di cuenta de lo caras que eran. Los precios de las varitas estaban alrededor de los 20 euros. Decidí seguir buscando un recuerdo diferente. Inspeccioné la tienda y encontré diferentes bufandas y figuras de escobas de Quidditch. Me sentí realmente como si estuviese en otro mundo.

Terminé caminando hacia un pequeño carro de madera en medio de la tienda. En este carro había varias botellas de la distintiva cerveza de mantequilla. Estaba muy contento. Cuestan aproximadamente entre 3, 5 y 4, 5 euros cada una, no recuerdo el precio exacto. Compré dos de ellas y felizmente las metí en mi mochila después de pagarlas. También agradezco que Bélgica comparta la misma moneda que Francia. La cantidad de dinero ahorrada es bastante notable, sobre todo para los estudiantes Erasmus. Después de salir de la tienda, me dirigí a la calle llena de restaurantes diferentes a solo unos minutos a pie.

Comer fuera

Normalmente me resulta difícil resistirme a comer cuando estoy de viaje. Si me faltase completo autocontrol, estaría comiendo cada dos horas o cada vez que oliera un gofre de chocolate o patatas fritas siendo preparadas. Las calles con todos los restaurantes son parte de la principal ruta turística que muchos hacen, así que espera ver multitudes de gente. También empezó a llover en ese momento. Por suerte, tenía mi sudadera con capucha y simplemente la puse sobre mi cabeza. Finalmente llegué a mi restaurante.

Terminé comiendo fideos en el Marco Polo Noodlebar. Quizás te preguntes, ¿por qué considerarías ir a un restaurante de fusión asiática cuando estás visitando un nuevo país? Deberías comer los alimentos locales mejor que comida extranjera en ese país. Realmente no forma parte de la experiencia belga. La cosa es que mientras estaba en la ciudad de Reims, me había privado de la cocina asiática. Esto incluye comida china, surcoreana, vietnamita, india y mucho más. No podía comer mi dosis de esta comida en esta pequeña ciudad francesa, ya que se especializaban más en la cocina local.

Y esto no está nada mal. Sin embargo, mientras estaba en Adelaida había comido constantemente comida asiática de todo tipo, ya que las combinaciones de especias y hierbas hacían que mi experiencia se sintiera de otro mundo. A pesar de todo, este restaurante fue capaz de conseguir lo que quería. Recuerdo que había empezado a llover cuando entré en el restaurante. No era un restaurante muy grande, aunque llenaba bastante la sala. Al entrar, tendrás al chef cocinando el producto estrella de la tienda, la sopa de fideos Phos, a la vista y tendrás las mesas a la derecha. Me gustó el concepto de la disposición. De esta manera puedes interactuar con el chef y ver cómo prepara tu comida. Sin embargo, reconozco que no tenían mucha elección al hacer esta disposición, ya que el restaurante era bastante pequeño y no tenían espacio para una cocina separada del resto de la sala principal del restaurante.

Me adentré más en el restaurante y subí un corto tramo de escaleras. Después me senté entre dos mesas llenas. En el restaurante Marco Polo Noodlebar no tienen la más amplia selección en su carta, ya que se especializa principalmente en la sopa de fideos Phos y otros fideos. Terminé pidiendo un plato de sopa de fideos con carne que me había recomendado una de las camareras. La mayor parte de los platos principales valían unos 15 euros, lo que reconozco que no era mucho por el tamaño de la porción. Aunque estaba acostumbrado a pagar menos por más comida en Adelaida.

Después de una pequeña espera, mi comida llegó y empecé a comer. Sabía bastante bien. No era realmente lo mejor, aunque pude conseguir mi dosis de cocina asiática por un corto periodo de tiempo. El lugar también tenía sus propios palillos de madera con la inscripción “Marco Polo” en el lateral. Como tenían tantos por mesa, decidí coger uno como recuerdo. Después de eso, me dirigí a la ciudad. Una cosa que vale la pena saber de Bélgica es su amor por la cerveza. Recientemente, sus cervezas fueron incluidas en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco debido a su historia y su calidad. Alemania había pedido lo mismo, aunque había sido rechazado. Esto sorprendió a muchos, ya que descubrí que, a lo largo de los años, cuando la gente habla de cervezas suele hacer referencia a la variedad alemana y no a la belga.

Cerveza belga

Lo que vale la pena mencionar es que las cervezas belgas más distintivas son las cervezas trapenses. Estas cervezas suelen ser muy fuertes y también suelen tener mucho. Suelen rondar el 8 % de contenido alcohólico. Sin embargo, varían en rango y pueden tener un percentil más alto o más bajo. Lo que también vale la pena mencionar es que hay mucho orgullo y variedad en esta destreza de la cerveza. Por ejemplo, había tiendas de venta de cerveza en toda la ciudad de Brujas que vendían cientos y cientos de tipos diferentes de cervezas.

Recuerdo que tuve que entrar en una tienda para comprarle a uno de mis amigos amante de la cerveza, que era australiano, un par de cervezas, ya que no tenemos muchas cervezas trapenses en Australia. Recuerdo haber visto esta tienda que tenía dos áreas de almacenamiento enorme que te rodeaban a medida que entrabas. Estaba asombrado. Nunca había visto tantas cervezas en un mismo lugar. Sobre todo porque todas esas cervezas eran de diferentes tipos, formas, gustos y más. Algunos sabores eran aromatizados con miel, con fresa u otros sabores frutales.

Si te gusta realmente la cerveza y te encuentras en Brujas, te recomiendo que disfrutes de algunas de las muchas variedades de cerveza. Incluso si no eres un gran entusiasta de la cerveza, te recomendaría que vayas a la 2be en Brujas (también conocida como el muro de la cerveza) para ver más de mil cervezas que se venden en una sola tienda. Me sentí realmente como si estuviera en otro mundo. Terminé comprando unas cuantas cervezas de sabores que tenía un “débil” 6, 5 % de contenido alcohólico para ser una cerveza trapense para mi amigo.

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Hostal Charlie Rockets

Después de eso, me dirigí a la ciudad. Afortunadamente, la lluvia se había calmado en el momento en el que salí del restaurante. Decidí ir primero a mi hostal para dejar mi pesada mochila antes de ver lo que la ciudad tenía para ofrecer. Terminé alojándome en el hostal Charlie Rockets, ya que es otro hostal económico a buen precio. Al igual que muchos hostales de toda Europa, el hostal ofrece muchas formas diferentes de entretenimiento. Hablaré de esto más adelante.

El hostal está muy limpio. También es bastante grande porque hay muchas habitaciones de diferentes tipos para dormir. Me quedé en una habitación de madera muy acogedora que estaba llena con unas cuantas literas. El hostal tiene lavadoras por si necesitas ponerlas después de un largo viaje. Los baños y las duchas también están bien cuidados. Siempre encuentro esto un factor importante cuando viajo por ahí. Tener una ducha limpia refleja lo bueno que es un hostal para cuidar de sus residentes temporales.

Recomiendo que si te alojas en un hostal, compruebes las diferentes cosas que tienen. Es una excelente manera de conocer a otros viajeros y vivir experiencias inolvidables. No pude hacer el siguiente recorrido de bares porque me quedaba muy poco tiempo. Sin embargo, tuve esta experiencia en el pasado e hice algunos buenos compañeros de viaje con los que viajé por todo el país. También suelen tener tours gratuitos, recorridos por el río, aventuras gastronómicas, deportes extremos y muchos más.

El recorrido de bares empezaba en el propio hostal. El Charlie Rockets tiene su propio bar que es bastante espacioso y ofrece bebidas a buen precio. Si no te apetece una noche salvaje, te recomiendo una noche informal mientras tomas una cerveza local barata. Es genial hacerlo con un libro o con amigos. A menudo hay gente que se aloja en hostales y que quieren hacer amigos o simplemente tener una conversación casual. No pierdas la oportunidad.

Sin embargo, después de dejar mis cosas decidí volver a salir al mundo. Para simplificar, voy a exprimir el día y medio siguiente para viajar Brujas en un solo día. Ya se estaba haciendo de noche en este momento y tengo una necesidad irresistible de comer cada pocas horas cuando viajo. Me resulta muy difícil resistirse a comer cuando hay tanta comida ofrecida. En este momento decidí que quería probar uno de los alimentos característicos de Bélgica, las patatas fritas.

Muchos miran a Francia cuando hablan de patatas fritas. No ayuda que muchos llamen a las patatas fritas “French fries” en inglés. Sin embargo, en realidad es más bien un plato belga. Si caminas por las calles de Brujas, es más probable que veas tiendas de patatas fritas que de gofres. Cabe destacar que hay muchas tiendas de gofres en la zona.

Patatas fritas

No recuerdo el nombre exacto aunque se encuentra en la zona principal de restaurantes y de turismo de la ciudad. Si te encuentras caminando por allí es difícil no verlo. Verás la gran entrada de la acogedora tienda con la fragancia de sus patatas fritas escandalosas que fluye por el aire o las largas colas que llevan a la tienda. Estaba perplejo. Había muchas tiendas de patatas fritas alrededor pero esta era la más popular de todas por lo que había visto.

Aunque la cola era larga, servían las patatas fritas de manera bastante eficiente. Solo tuve que esperar diez minutos antes de que sirvieran a la docena de personas que estaba delante de mí. Me di cuenta de la gran cantidad de turistas en la zona. La mayoría parecían franceses o alemanes. Sin embargo, también había mucha gente local en la zona. También había bastantes grupos de jóvenes adolescentes locales haciendo cola para disfrutar de estas deliciosas patatas fritas.

Entré en la tienda e inmediatamente me llegó el espeso olor de todas las patatas fritas. También ofrecen patatas fritas y hamburguesas con tu comida. Aunque se centran principalmente en las patatas fritas. Terminé pidiendo un plato grande de patatas fritas con salsa Andalouse. Esta salsa es una de la que me enamoré rápidamente mientras estaba en Europa. La encontré por primera vez en mi país anfitrión de Erasmus, Francia. Yo estaba en Reims en ese momento.

Descubrí por primera vez esta salsa divina cuando salía de noche. A menudo disfrutarás tus noches en Reims en la calle principal de bares donde puedes encontrar el bar que visité una de las primeras veces: el bar Ernest Hemingway. Después de que mis amigos y yo disfrutáramos de una buena noche allí en los calurosos primeros días de otoño, decidimos coger un aperitivo para comer. Justo al otro lado de la calle me senté en un restaurante turco llamado "Istanbul". Este restaurante ganó rápidamente fama en la comunidad Erasmus de Reims.

Escribí un artículo en Erasmusu sobre este lugar específico que te recomiendo que consultes si te quedas (o visitas) en Reims. Siempre evitaba los kebabs y las hamburguesas y escogía sus patatas fritas bañadas en salsa Andalouse. Esta salsa es básicamente un conjunto de mayonesa y ketchup con especias. Es de color naranja y siempre se me hace agua la boca pensando en ella. Se puede encontrar por todo Reims y probablemente en muchos países de la región.

Fueron muy generosos con la cantidad de salsa en mi plato (lo pedí yo así). Salí y me senté en una de sus mesas. Como aquí se encontraba una de las principales zonas de Brujas, tuve el lujo de ver pasar al mundo mientras disfrutaba de mis patatas fritas empapadas en aceite. Me quedé allí unos treinta minutos después de comer, ya que estaba cansado de caminar todo el día por los suelos empedrados de Brujas.

Paseando por Brujas

Seguí caminando después de haber comido la gran comida poco saludable. Todavía quedaba mucho sol y mucho por hacer. Recuerdo las muchas y diferentes aventuras de mi viaje que experimenté a lo largo de mi experiencia en Brujas. Por ejemplo, recuerdo que mientras caminaba por una de las muchas calles empedradas de Brujas, encontré un pequeño coche ambulante conduciendo lentamente por las calles mientras la multitud le dejaba pasar con una sonrisa en la cara. Este coche era un pequeño monoplaza que apenas alcanzaba la altura del pecho.

Lo que hacía especial a este coche era el interior. Un hombre estaba sentado allí con gafas de buceo y un tubo de respiración conectado al techo del coche. Dentro del coche había algo extraño. Parecía un poco confuso y el aire... ¿estaba "en movimiento"? ¡El coche estaba completamente lleno de agua! Siguió avanzando haciendo reír a la gente que lo rodeaba. Hice un par de fotos de toda la experiencia, ya que había sido algo relativamente extraordinario de ver. Después de que pasara por mí, decidí seguir caminando.

Debí tener suerte el día que llegué. No estaba seguro de si había algo especial salvo el hecho de que había habido un pequeño desfile de unas treinta personas bailando con ropas tradicionales coloridas. Había tambores, flautas, trompetas y mucho más. Tocaron muchas canciones modernas, así como algunas que nunca había oído antes. La gente que actuaba iba desde adolescentes hasta personas de unos sesenta años. Desfilaron por las diferentes calles empedradas del interior de Brujas. Decidí seguirlos porque era muy divertido.

Corazón de Brujas

Caminamos durante unos treinta minutos antes de que decidiera que me había perdido demasiados lugares interesantes que quería volver a visitar. La zona principal que recomiendo que visites es el inmensamente espacioso mercado de Brujas. Aunque haya mucha gente en esta zona, es muy difícil llenarla entera. Aquí puede encontrar todo tipo de edificios que se construyeron hace muchos años. La arquitectura de la zona es espectacular. También hay muchas cafeterías y restaurantes para disfrutar de una vista espectacular de las áreas de los alrededores. También hay una gran variedad de hostales en la zona o en los alrededores que ofrecen una ubicación espectacular desde la que podrás moverte y disfrutar de lo que Brujas tiene para ofrecer.

Como su nombre indica, este lugar solía ser la zona más popular para mucha gente en Brujas y también la zona más popular para que los comerciantes vendieran sus productos a la población local. Puedo imaginarme fácilmente lo llena que estaría esta zona con cientos de puestos instalados que competían por la atención de los viandantes. Aunque la mayoría de los mercados han desaparecido, la historia de la zona no. El campanario de Brujas se alza alto en la plaza y es absolutamente imposible de perderlo. Este edificio se eleva por encima de otros edificios con su distintivo (e icónico) campanario. Es un edificio espectacular para mirar y digno de contarle a tus amigos después. Su construcción comenzó en el siglo XIII. Esto hace que este edificio sea extremadamente antiguo. Imagina tener un edificio más antiguo que la combinación del establecimiento del país de Australia y el de los Estados Unidos. Esto siempre me ha asombrado de Europa. La historia es tan abundante y algunos de los edificios han sido dejados por nuestros antepasados durante generaciones hasta el día de hoy.

Fuente

Basílica de la Santa Sangre

Otro edificio sorprendente que vale la pena visitar es la Basílica de la Santa Sangre, que también se encuentra en la gran plaza. El edificio en sí es bonito de ver. El interior es también muy refinado y algo que no se puede perder. Verás rápidamente todas las estatuas doradas y adornos en toda la zona. El presupuesto de diseño interior debió haber sido muy grande.

Lo que hace a este lugar particularmente especial es una reliquia que también se encuentra en el propio nombre. Esta iglesia dice tener una gota de sangre de Jesucristo que había sido recuperada durante las Cruzadas. Leí que una vez al año la iglesia exhibe esta reliquia en una especie de desfile. Caminan por la ciudad en grupo mientras permiten a la población presenciar la reliquia.

Caminando

Si te sientes cansado o estás interesado en una forma más aventurera de moverte por la ciudad, te recomiendo que busques uno de los muchos carros de caballos que hay en la zona. Asegúrate de que donde quiera que vayas, compruebes las áreas alrededor de los canales. Encontrarás a menudo muchos edificios espectaculares y grandes situados justo en el borde del canal. Muchas de las casas que están cerca del canal también son muy coloridas. Este es un diseño similar al de Dinamarca. Toda la lógica detrás de esto es que sirve para un propósito significativo, además de para fines estéticos. Ya que el clima suele ser bastante frío con nubes oscuras y un tiempo gris, la vista de casas de colores ayuda a aliviar la tristeza.

Además, espera encontrar muchas tiendas diferentes de baratijas mientras caminas por Brujas. Podrás encontrar todo tipo de productos para llevarte a casa que no están necesariamente relacionados con la cerveza. Así que si te encuentras en Brujas, te recomiendo que vayas despacio y disfrutes de las vistas de alrededor. Merece la pena saber que la mayor parte de lo que pasó en este viaje ocurrió en la parte vieja de la ciudad y sus alrededores. Si quieres ver el lado más moderno de Brujas, tendrás que viajar más lejos en la periferia de la ciudad.

El segundo día lo pasé básicamente caminando por la ciudad sin rumbo y llenándome con patatas fritas y gofres. No probé los mejillones porque tenía miedo de enfermarme antes de la semana universitaria tan ocupada que iba a tener. Al final decidí participar en uno de los eventos del hostal, una cena. En esta cena pagas cinco dólares y tienen diferentes platos grandes para compartir, incluyendo el postre. Fue una gran manera de conocer a otros viajeros y también a los locales que trabajaban en el hostal. Aprendí un poco de la historia de la ciudad. También hablamos de la importancia de Brujas en las épocas más antiguas y del gobierno de diferentes monarcas.

Toda la experiencia fue como una lección de historia inmersiva con comida decente. Sin embargo, cuando pregunté me dijeron que estas cenas eran muy raras, ya que estaban celebrando algún evento del que no recuerdo el nombre (porque lo dijeron en flamenco). Después de disfrutar de la comida y de las charlas, decidí irme a la cama porque tenía que levantarme temprano para volver a casa. Afortunadamente, si viajas de Brujas a Reims tienes suerte, ya que hay una conexión directa con Reims. Esto permite un viaje que no dura demasiado tiempo. La parada del Flixbus se encuentra en la misma estación de tren donde te dejan en el trayecto de Bruselas a Brujas. Estaba muy contento con esto porque pude ver todas las casas bonitas en el camino de vuelta. La arquitectura era pintoresca. Hacía bastante frío por la mañana, por lo que tardé dos veces más en hacer el trayecto hasta que finalmente llegué a mi parada. Siempre recuerda tener aperitivos y agua para los largos viajes en el Flixbus. Hay una tienda en la estación de tren donde compré dichos artículos.

En general, mi experiencia en Bélgica fue genial. Solo logré ver dos ciudades muy por encima, pero prepararon el camino para una segunda visita. Probablemente visitaré Brujas otra vez y otras ciudades belgas diferentes. Asegúrate de comer bien mientras estés aquí. Bélgica, en general, es un país con precios moderados. No tan malos como en Francia en algunos casos, aunque no es barato en absoluto. ¡Disfruta de tu viaje y feliz aventura!


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