Un poema a Barcelona, ¡una ciudad recreativa!

¡Mi Barcelona de las maravillas!

Barcelona,

¡Ciudad recreativa!

Barcelona,

¡Ciudad de admiración!

Sí, fuerza miradas y contemplación,

Más que un dardo, una invitación a la declaración.

¡Ah! ¡Barcelona!

La Barcelona de las maravillas...

Entre sus colores rústicos

Su arquitectura antigua

Y sus lugares insólitos

Barcelona ofrece una sonrisa por la que volveremos a Cataluña

Barcelona, única en el mundo

Barcelona ofrece...

Su cultura grabada en el mármol de sus espacios culturales,

Barcelona ofrece...

Su historia esculpida en sus museos, jardines y monumentos,

Barcelona ofrece...

El parque natural más grande del mundo

Parc de Collserola, con su relieve y su flora de demencia

Barcelona ofrece...

El alma del maestro Gaudi en su destreza arquitectónica

Opuesto al Parc Guell y su insólito encanto

Bien lejos de los estridentes gritos que componen el mítico Camp Nou

Y su museo igualmente monumental

En Barcelona, he visto

Espectáculos hasta donde alcanza la vista

Retratistas y caricaturistas en las calles

Desde « las ramblas » al viejo puerto, donde Cristóbal Colón

En Barcelona

Los ritos y folclores abarrotan las calles

Los castellers, Hombres y mujeres, ladrillos vivientes para castillos

Y el niño pequeño que lo corona, cereza sobre el pastel

Barcelona,

Ciudad visitada y popular

Barcelona,

Ciudad llena de gente de un mundo plural

Ciudad en un cruce de caminos; ciudad multicultural

Sí en Barcelona,

La lengua catalana, la podrás entender

Aquí he descubierto Sant Sebastià

La playa de cafeterías y cocina local

Aquí he descubierto la « Paella »

La « fideuá » y muchos otros que lo hacen un lugar agradable

Barcelona,

Una invitación al trabajo

Barcelona,

Todo está encadenado a la velocidad de sus metros, ferrocarriles y tranvías

La diversión queda posible en el trabajo

Ah! Barcelona,

De lejos el escaparate de Cataluña

Barcelona,

Mi ciudad recreativa y de admiración

Barcelona,

Más que un dardo, me invitas a la declaración.

Sí Barcelona,

Fuerzas miradas y contemplación

Mi Barcelona de las maravillas…

Barcelone, ¡ciudad recreativa!

Entre sus colores rusticos, su arquitectura impresionante y sus lugares insólitos, la capital de Cataluña tiene realmente muy poco que envidiar del resto del mundo.

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¡Una arquitectura impresionante!

En efecto, Barcelona está lleno de espacios culturales modernos que permiten empaparse muy rápidamente de la cultura del país. Me gustan mucho sus museos, sus jardines, y sus monumentos, que están realmente cargados de historia... Si hacéis un tour por Barcelona, no vayáis corriendo a visitar el estadio de fútbol del Camp Nou, hay que comenzar a toda costa visitando el Parc Collserola que es por mucho el más grande del mundo; es un parque natural compuesto de una cordillera realmente preciosa con plantas de todas las especies; os aseguro que el paseo vale la pena. Más aún, adoro esas hermosas y famosas arquitecturas, obras del maestro Gaudí, que no dejan de agudizar mi curiosidad, especialmente por su altruismo y su estilo único. El Parc Guell es sin ninguna duda el jardín más extraño e insólito que he visitado jamás; lo que de hecho hace todo su encanto.

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¡Espectáculos en cada esquina!

Lo que más me llamo la atención de Barcelona, son los numerosos espectáculos callejeros, y los pintores de retratos o caricaturistas, que se encuetran en el metro, o por un paseo por «las ramblas» hasta el viejo puerto donde de alza de manera majestuosa la estatua del famoso Cristóbal Colón. Durante los periódos festivos numerosas procesiones rituales y practicas culturales y folclóricas tienen lugar en las calles. Los bailes son muy populares en Barcelona; y he tenido la ocasión de ver ser erigido un castillo hecho de personas y es impresionante ver la agilidad de esos hombres y mujeres jóvenes, sin olviar al niño pequeño que corona la estructura.

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La ciudad es simplemente muy popular y visitadar, lo que es en si totalmente llamativo. De hecho, es asombroso ver un mundo loco de gente por todas partes en las calles del centro de la ciudad, y deleitarse con la gran cantidad de idiomas que nos vienen de todas las esquinas.

¡Relajarse junto al mar!

Disfruté especialmente de un paseo por la playa de Sant Sebastià, que está llena de cafeterías y restaurantes en los que las especialidades culinarias locales como la « paella » con marisco o la « fiduá » se pueden degustar.

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Sin embargo, la ciudad tiene de estresante que la actividad es permanente: en las calles, todo el mundo tiene prisa; el tráfico es pesado y los transportes públicos casi siempre están llenos durante el día. A pesar de este retrato un poco deprimente, la ciudad ofrece múltiples lugares atractivos y relajantes que permiten encontrarse con uno mismo.

Barcelona merece su título de la ciudad más moderna del país, y para mí, de ¡ciudad recreativa!