Barcelona, la gran ciudad.
Barcelona es una de las ciudades más populares de Europa y del mundo, y especialmente a nivel turístico. Quizás el motivo es que sea uno de esos destinos que tienen todo lo que un viajero puede buscar: Cultura, playa y diversión.
Realicé mi viaje a Barcelona con algunas amigas y la experiencia fue muy buena. Fuente
Llegamos a Barcelona en avión desde el aeropuerto de Valladolid. Sí, quizás la opción suena rara, pero os aseguro que económicamente merece mucho la pena realizar ese vuelo, mejor que cualquier otro transporte.
Es cierto que el alojamiento en la ciudad es bastante caro, pero unos días antes pudimos encontrar un hostal por buen precio y en una buena ubicación.
Podíamos ir andando a bastantes sitios, y para los lugares un poco más alejados, nos movíamos en metro sin ningún problema.
La impresión al principio es la que te llevas cuando visitas una gran ciudad, muchas obras y un poco de caos. A esto hay que sumarle que habíamos elegido una fecha bastante especial: Sant Jordi. Me sorprendía la gran cantidad de gente que había por las calles, caminando entre los puestos de rosas y libros, como marca la tradición. Aunque tengo que decir que la experiencia fue buena y no resulta tan agobiante cómo parece, de hecho, siempre encontrábamos algún lugar más tranquilo donde descansar un poco.
La ciudad de Barcelona es bastante cosmopolita, sobre todo comparada con ciudades españolas. Tuvimos la oportunidad de comer en un restaurante de comida griega.
En cuanto a visita turística, hay muchos lugares que ver.
A nivel arquitectónico, la ciudad cuenta con muchos tesoros, edificios de características muy diferentes que van formando parte de la imagen que todos tenemos en la cabeza cuando hablamos de Barcelona. En este aspecto, no hay que olvidar la inmensa importancia de Gaudí en la ciudad.
La Sagrada Familia, esa sorprendente edificación, es sin duda el icono de la ciudad a nivel mundial, y es una visita obligada. No se puede ir a Barcelona y no acercarse a este templo, siempre rodeado de grúas en lo que parece una construcción interminable.
La casa Batlló lucía una decoración impresionante dedicada a la fiesta de Sant Jordi.
El Parque Güell es también uno de los símbolos de la ciudad. Me gustó mucho visitarlo porque se encuentra en una zona alta de la ciudad y, durante el recorrido para acceder a él, se consiguen unas vistas impresionantes. Hay una parte a la que se accede pagando, y aunque la entrada es un poco cara, merece la pena disfrutar también de esa zona.
También decidimos visitar el Camp Nou, el campo de fútbol del Barcelona. La entrada también era cara, pero ofrece una visita muy completa y merece la pena incluso si no eres seguidor de ese equipo.
Un lugar que me gustó especialmente es el puerto. Merece la pena caminar en la zona tanto de día como de noche, ya que desde allí se tiene una perspectiva increíble de la ciudad, y visitar el centro comercial de Maremagnum, que se encuentra allí mismo, en una ubicación espectacular. Por la tarde, la gente se suele sentar en la puerta, para relajarse y hablar con amigos al lado del mar.
En general, el ambiente de Barcelona es especial, y caminar por las Ramblas, encontrándote todo tipo de personas, especialmente al caer la noche, es una experiencia única.
Barcelona me parece, además, un sitio perfecto para salir de fiesta. No es necesario ir a las grandes y famosas discotecas si no te llaman especialmente la atención. Hay una gran cantidad de bares y discotecas pequeñas donde el ambiente es buenísimo.
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- Italiano: Barcellona, la grande città
- English: Barcelona: The great city
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