El monstruo del marketing

Un mal comienzo para el marketing

La otra chica alemana y yo estábamos cogiendo el bus hacia la Facultad de Económicas. Después de 5 minutos nos dimos cuenta de que estábamos en el autobús equivocado; había dos que daban vueltas en círculo por la ciudad en 2 direcciones. Y cogimos el que iba en la otra dirección, así que no llegaríamos en 20, sino en 40 minutos. Demasiado tarde para la clase. Pero bueno, tampoco hay nada de malo en llegar 10 minutos tarde. O eso pensábamos.

Finalmente llegamos, y nos encontramos con una clase completamente llena, y con un profesor raro hablando frente a los estudiantes. Cruzamos la parte frontal de la clase hasta los dos sitios de la primera fila que seguían libres y nos sentamos todo lo rápido y en silencio que pudimos. No dijo nada, pero seguro que se dio cuenta de que habíamos entrado. Estaba hablando de marketing, el curso y las normas. Una de ella era llegar puntuales; primer fallo... Siguió y nos dimos cuenta de que le entendíamos bastante bien por lo alto que estaba hablando (incluso sin micrófono creo que todo el mundo le estaba entendiendo, cosa que es impresionante) y la voz tan clara que tenía. Además, estaba hablando bastante despacio. Cosa que el 99, 9 % de los franceses no hace. Así que me gustó por como hablaba, pero a grandes rasgos tenía algo de miedo porque parecía bastante estricto, y lógicamente yo no entendía todo lo que decía.

Habló sobre el plan del curso, y luego dijo algo como "en mi clase los ganadores serán los que estudien en casa todas las semanas" y anunció que habría un examen cada semana sobre las cosas aprendidas la semana anterior. Mi amiga y yo estábamos en shock. ¿Cómo íbamos a hacer eso? Pero decidimos probar. ¿Qué pasaría aparte de no aprobar una asignatura? Y al menos no habría un examen grande a final de curso. Además, nos enteramos de que no habría clase todas las semanas, sino solo 8 días repartidos a través de todo el semestre hasta abril. Eso estaba genial, porque yo ya odiaba tener los jueves clase de 5 a 8 p. m. ¡Estaba cansada y quería dormir!

Así que empezó (gracias a Dios) con su presentación de PowerPoint y pude entender más que en las otras clases gracias a su manera de hablar. También mencionó algo acerca de un grupo de Facebook en el que encontraríamos todos los materiales del curso; eso me sorprendió porque él parecía tan anticuado, y en realidad ¿qué profesor subiría sus materiales a Facebook? Y al buscarlo, encontré un grupo de Facebook con todas las presentaciones, otra ventaja.

Bueno, la desventaja era que había un examen después de la primera clase. Estaba algo asustada porque el explicó la tarea una vez y luego tuvimos 5 minutos para realizarla. Pero no era excesivamente difícil, y pensé que lo había hecho bien. Nos dijo que diría pronto los resultados, y terminó la clase. Mientras salía del aula vi muchos estudiantes franceses con caras de sorpresa, así que di por hecho que ese profesor era una excepción, y estaba segura de que una gran parte de los estudiantes ni siquiera vendrían a la siguiente clase. Pero me gustaba su modo de enseñanza; era simple, y solamente con asistir y prestar atención sacarías buena nota.

Todavía asustada pero orgullosa de mí misma por haber escrito mi primer examen en francés, cogí el autobús en dirección a casa y me metí en la cama; cansada y ansiosa por conocer las sorpresas que el siguiente día me depararía.

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