A mediados de octubre de cada año se celebra en Alcalá de Henares lo que se conoce como la "semana cervantina", durante la cual en todo el casco histórico de la ciudad tiene lugar el mercado medieval más grande de toda Europa. A tan sólo 30 kilómetros de Madrid tiene lugar lo que sin duda es la celebración más especial de toda Alcalá de Henares, y una de las más importantes de toda la ciudad de Madrid.
Alcalá de Henares es una ciudad mundialmente conocida por haber sido la ciudad en la que nació el escritor español más importante de todos los tiempos: Miguel de Cervantes. Durante todo el año la ciudad siempre está estrechamente ligada a esta figura histórica, pero durante estos días Alcalá de Henares se viste en especial para conmemorar todo este legado.
¿Qué se celebra?
Esta festividad coincide con el día de la fiesta nacional habitualmente, el 12 de octubre, pero no tiene nada que ver con esto. Es cierto que el que se celebre en estas fechas hace que el mercado medieval sea especialmente visitado por personas de todo Madrid e incluso del resto del país. No hay excusa para no ir a visitarlo, y más si se vive en la propia ciudad.
Pero la festividad en sí conmemora la fecha del bautismo de Miguel de Cervantes un día como el 9 de octubre. A partir de ahí se le rinde homenaje durante fechas cercanas a este día en lo que constituye la ya mencionada "semana cervantina". No hay una fecha exacta para la celebración de esta festividad, pero normalmente suele hacerse coincidir con el segundo fin de semana de octubre para así aprovechar la festividad nacional del 12 de octubre y que muchas más personas puedan visitar el mercado.
El mercado medieval por dentro
Si la ciudad de Alcalá de Henares, especialmente dentro de la zona considerada como el casco histórico, normalmente tiene un aspecto propio de la Edad Media durante estas fechas aprovechan la configuración de todo el centro para montar toda esta feria que queda realmente lograda.
Desde la facultad de derecho hasta más allá de la plaza de los Santo Niños y extendiéndose por todas las calles adyacentes a la plaza de Cervantes, se extiende esta inmesa feria. Como todo mercado medieval consiste en una gran cantidad de puestos ambulantes que ofrecen objetos, comidas, servicios o espectáculos de todo tipo.
Los objetos que se venden son en su gran mayoría artesanales. Desde pulseras, objetos de mimbre, espadas matálicas o escudos a objetos que asi nada o nada tienen que ver con el mundo medieval, como pueden ser peluches. Casi todo tiene su sitio en los puestos de el mercado. Muchos de los objetos, como las cestas de mimbre por ejemplo, los hacen en el mismo lugar mientras venden los que ya tienen hechos, ofreciendo a la vez una especie de lección sobre realización artesanal. Máquinas de tejer o forjas de metales también se pueden encontrar a lo largo de todo el mercado.
Pero sin duda uno de los aspectos que más llaman la atención y por el que sin duda más colas se generan es por la comida. Quizás sean los puestos más abundantes de todos, congregándose su mayoría (y los mejores puedo decir por experiencia) enfrente de la fachada histórica de la Universidad de Alcalá de Henares. En este aspecto reinan los kebabs, pero de una calidad mucho mayor que los que se compran en tiendas. Parrilladas de carne y de chorizo también son habituales, practicamente se puede encontrar cualquier tipo de carne en el mercado.
También hay lugar para las bebidas: vinos o cervezas especiales son algo que se encuentra facilmente. El único aspecto negativo que se le puede encontrar a la comida el el precio excesivo que hay que pagar por ella. No suele salir muy rentable comer allí, pero es algo que hay que probar obligatoriamente.
Aunque también hay puestos de comida para llevarse a casa, tales como quesos, embutidos, panes artesanales o golosinas. Muy caros todos ellos.
El otro aspecto más destacado de la feria son los espectaculos. Estos los he ido viendo cambiar mucho a lo largo de todos los años en los que he ido. Han evolucionado aumentando en ciertos aspectos y reduciéndose en algunos otros, como es el caso de los espectáculos en los que se exponen animeles de por medio. Aún así sigue habiendo paseos en burros para los niños o el clásico hombre vestido con ropas hindúes que camina junto a flautistas con una serpiente que ofrece para colgársela a la gente que está allí.
La mayor novedad que he visto en cuanto a espéctaculos son las recreaciones de justas de caballos. La entrada para esto cuesta 5 euros, y aunque yo nunca he entrado personalemente dicen que está bastatne logrado y es entretenido.
Todo lo demás es ir descubriendo cosas, cada año suele haber puestos nuevos. También es habitual que haya atracciones del tipo norias o columpios artesanales (pero seguros) o puestos en los que te leen la mano y fingen adivinarte el futuro. Hay muchas cosas curiosas que descubrir que sólo ver que están allí hace que merezca la pena.
¿Cuándo ir? ¿Cómo moverse?
Este quizás sea el aspecto más importante a tener en cuenta por cualquier persona que tenga pensado visitar el mercado medieval haciéndose un pequeño viaje a Alcalá de Henares. Y es que hay que tener en cuenta que las calles son estrechas, es un centro histórico, por lo que sumado al espacio que quitan los puestos hace que el espacio para la circulación de personas sea mínimo. Lo habitual es que hay aglomeraciones que hagan casi imposible moverse con fluidez, salvo si se procuran evitar los días y las horas menos favorables para visitar el mercado.
Los peores días son los fines de semana y vísperas de los mismos como es obvio. Siempre que se pueda evitar es mejor viajar a Alcalá un día que no sea ni sábado ni domingo. Un viernes por la mañana sería una buena idea, o cualquier día entre semana por la tarde será mejor que un sábado o un domingo a cualquier hora.
Y es que no exagero, se puede llegar a hacer imposible moverse. He estado en conciertos en los que había más espacio vital del que suele haber en días de aglomeración del mercado medieval. Las peores horas son la hora de comer y la tarde-noche. Sin duda lo ideas sería madrugar e ir pronto, pero no siempre es posible. Así que mi recomendación sería un día entre semana después de comer, aprovechando la hora de la siesta.
En cuento a como moverse... No hay ningún secreto, es imposible. Lo único que se necesita es paciencia y ganas de ver el mercado medieval sin prisa. Al final merecerá la pena.