Viaje a Laponia organizado por la ESN con Timetravels - 2.ª Parte
Pues aquí seguimos, con el viaje a Laponia que hicimos hace dos semanas. En el último post os comenté lo perfectas que eran nuestras cabañas, y lo bien que dormimos la primera noche. Bueno, necesitábamos descansar porque el día siguiente iba a ser agotador para todos.
Día 3: martes
El martes tenía mi primera actividad a las 9:45. Así que, descansé pero no tanto como quería. Era el Safari de los Huskies. Cogí esta actividad porque es una de las actividades más típicas que la gente hace cuando está en Laponia; y además, es algo que no puedes hacer en otra parte del mundo. El recorrido fue genial, duró unos 5 kilómetros o 30 minutos. Nos dividieron en dos grupos, de modo que mientras el primer grupo montaba los huskies, el segundo grupo bebía un zumo caliente dentro de una tienda de campaña; y viceversa. Era el mismo zumo que probamos en el Castillo de Hielo el segundo día, debe ser alguna bebida típica de Laponia para mantenerse calentitos. El tour de los huskies no duró mucho tiempo, pero bastó para disfrutar del paisaje. Además, creo que no sería bueno para los huskies si llevasen a dos personas más de 30 minutos, pero esto es simplemente mi opinión.
Al principio, nuestros huskies estaban un poco cansados y perezosos para empezar a correr, pero al final sacaron fuerzas y empezaron a correr. A la mitad del viaje, se podía cambiar de posición, así que la persona que conducía el vehículo primero tenía que sentarse, y la persona que estaba sentada podía conducirlo.
Hay que tener cuidado al parar el vehículo cuando el que está delante se detiene, porque si no se podríais tener un accidente desafortunado. A mí me pasó eso. Nosotros estábamos muy contentos disfrutando de nuestra conversación y de los paisajes y no nos dimos cuenta de que teníamos que pararnos, de modo que no lo hicimos y chocamos con el vehículo que estaba delante de nosotros. Enseguida nuestros huskies y los del otro auto comenzaron a pelearse y la mujer que guiaba la excursión tuvo que venir para arreglar la situación. Lo cual fue aún peor porque en el momento en que ella dejó el vehículo, los huskies empezaron a correr sin ella. Así que, finalmente la pobre mujer tuvo que ir en otro auto con otras dos personas. La situación era un poco embarazosa pero también divertida, al menos es una buena historia para contar a la gente y reírnos en el futuro.
Finalizamos la excursión a las 14:00 más o menos, y después, teníamos tiempo libre hasta las 20:00, cuando hicimos nuestra segunda excursión: El safari de motos de nieve. Por lo que decidimos descansar y visitar los alrededores de nuestra cabaña. Caminamos desde nuestra cabaña hasta el centro del pueblo, que estaba a 15 minutos a pie.
Laponia es un lugar increíble y precioso; es difícil describirlo porque es imposible expresar lo que realmente vivimos solo con palabras o con imágenes... Todo, pero absolutamente todo estaba cubierto de nieve, kilómetros y kilómetros de tierra plana llena de pinos blancos. Incluso el cielo era diferente, no había niebla, pero estaba despejado y blanco. El sol también se veía blanco, era la primera vez en mi vida que podía ver el sol sin que me dolieran los ojos. Podría intentar describir el lugar... Pero no hay nada que se pueda comparar con lo que se ve en persona. Es como si estuvieras en una dimensión diferente, de verdad.
Luego, dimos un paseo por el pueblo. Había bastantes restaurantes y sitios de ocio, si tenemos en cuenta que Saariselkä es un pueblo de tan solo 300 habitantes. Después de ver algunas tiendas de souvenirs, decidimos entrar en un restaurante de burguer para probar la carne de reno. El nombre del lugar era Moussi Grilli y me parece que era uno de los lugares más baratos para comer. La hamburguesa de reno costaba 9 euros por persona y una coca cola unos 3 euros más o menos, un poco más cara, pero no estaba tan mal. Quiero decir que al principio no estaba muy segura de probar la carne de reno, porque después de haber visto tantos renos, me sentía mal al hacerlo, pero cuando la probé, tengo que decir que es ¡realmente deliciosa!
A las 19:00 regresamos a la cabaña para tener tiempo para prepararnos para el Safari de Motos de Nieve. Esta excursión fue la más cara de todas las que ofrece Timetravels, aunque también fue la más larga (excepto el Tour del Océano Ártico).
Un dato importante es que cuando estuvimos allí, listos para empezar la excursión en motos de nieve, nos dijeron que era necesario tener el carné de conducir y que, además, teníamos que confirmar que disponíamos de 900 euros en nuestra cuenta bancaria en caso de que rompiéramos las motos de nieve. Vale, la segunda parte ya la habían mencionado antes, pero no dijeron nada sobre que necesitábamos el carné de conducir, por lo que algunos se sorprendieron un poco y una chica decidió no hacer la actividad porque no lo tenía. Claro, puedes mentirles y simplemente hacerlo, no comprobaron si era real que tuviéramos el carné de conducir o no, pero si se rompe algo, será bajo vuestra responsabilidad y tendréis que pagar (si tenéis el carné de conducir debéis pagar también, así que en realidad da igual).
Creo que controlar la moto de nieve fue bastante fácil. Yo no suelo conducir motos ni tengo ninguna, pero pude conducir la moto de nieve sin ningún problema. Simplemente hay que apretar un manillar para acelerar la motonieve y soltarlo para reducir la velocidad.
El recorrido duró dos horas y media más o menos. Nos entregaron todo el equipo: un pantalón especial de abrigo, guantes de abrigo, botas de abrigo, un gorro de abrigo y un casco. Estábamos tan calentitos que no podía ni siquiera mover mi cuerpo sin dificultad. El tour era de noche, por lo que hacía más frío que de día, y con la velocidad y el viento, se siente más el frío y se debe estar muy preparado para ello.
En cada moto de nieve era obligatorio que fueran dos personas. La estructura del viaje era como el safari de los huskies, íbamos conduciendo y a mitad del camino podíamos cambiar de lugar.
Contábamos con dos guías y antes de empezar, nos enseñaban a usar las motos de nieve y otras cosas... Después, nos adentramos en los bosques oscuros. Al principio, no parecía muy divertido porque todas las motos de nieve iban en línea recta y no podías ir más rápido de 50 km/h, aunque creo que es suficiente porque íbamos por caminos muy estrechos y no teníamos mucha luz, así que ir más rápido hubiera sido un poco peligroso. Además, al ser muchos, el guía necesitaba vernos a todos todo el tiempo para saber si algo malo pasaba. Durante la primera parte del viaje yo era el copiloto, así que no tuve que hacer nada. Pero, tuve una mala experiencia tras unos minutos, mis manos empezaron a congelarse y no las sentía. La situación era terrible porque sentía un fuerte dolor en las manos y estaba un poco asustada.
Al cabo de 45 minutos nos paramos en un lugar para cambiarnos de sitio y ver las luces del norte. Intenté tomar algunas fotos con mi cámara quitándome los guantes, pero fue la peor decisión que tomé. De repente, me empezaron a doler más las manos y aquello fue horrible. Intentaba ponerme los guantes otra vez, y no podía hacerlo bien porque apenas podía mover los dedos... Finalmente, conseguí ponérmelos, pero no pude disfrutar tanto de la aurora boreal. De todas formas, la aurora boreal era muy potente y el lugar era muy tranquilo y bonito. Con la ayuda del guía nos pudimos tomar algunas fotos, y con una cámara profesional tomamos fotos realmente preciosas de la aurora boreal. Nos quedamos ahí como 10/15 minutos, y luego volvimos a continuar con el tour.
La vuelta fue mucho mejor porque conduje yo y la motonieve tenía el manillar caliente, así que mis manos estaban mucho más calientes y me sentí mejor. Creo que en general, la excursión en moto de nieve fue bastante buena, me gustó mucho. En cuanto al problema que tuve con mis manos, no era algo habitual, porque el resto de la gente estaba bien. La temperatura era de -12 ºC, así que en realidad no era tan baja. ¡No os asustéis! El frío en las manos depende de la persona, así que quizá no llegues a pasar por esta situación.
Aquella noche estábamos muy cansados otra vez, como podéis imaginar. Pero la vida de los Erasmus es así de dura, así que... Llegamos a la cabaña a las 23:00 y enseguida empezamos a beber... Nos esperaba una buena fiesta en la cabaña de al lado, así que nos esperaba una gran noche.
Día 4: miércoles
Fue muy difícil levantarse el miércoles por la mañana. Teníamos resaca y encima, a las 11:00 de la mañana teníamos nuestra tercera excursión. La excursión era de esquí de fondo. El esquí de fondo creo que es uno de los deportes más populares en Finlandia, aparte del hockey sobre hielo.
Era la primera vez en mi vida que utilizaba los esquís y si tenéis en cuenta esto y que mi condición física después de una noche de fiesta no era realmente buena... Fue muy difícil al principio. Para los que no saben lo que es el esquí de fondo... Es una variante del esquí normal pero utilizando esquís angostos y en tierra plana. Al igual que si estuvieras caminando pero con esquís. Puede parecer fácil pero no lo es, es realmente difícil y cansado, sobre todo para los principiantes como yo. Al principio, estábamos practicando un poco y después de 20 minutos nos dirigimos a una ruta especial para hacer esquí de fondo. Existe la posibilidad de practicar este deporte por uno mismo sin necesidad de realizar la excursión con el viaje, y creo que es bastante más barato. Pagamos en total alrededor de 40 euros y si decidís reservar la excursión directamente en Saariselkä cuesta solamente 15 euros la misma duración.
Estuvimos alrededor de una hora y media haciendo esquí de fondo, y en el camino nos paramos en un lugar para tomar algo y descansar. Era un bar muy acogedor donde criaban huskies, por lo que también podías verlos y acercarte a ellos. Me caí como 20 veces haciendo esquí de fondo; cuesta mucho, porque una vez que te caes, es difícil levantarte porque el suelo es resbaladizo... Por lo que al intentar levantarte, te caes de nuevo. Era gracioso ver como todos los mayores iban más rápido que yo.
Al terminar de esquiar nos fuimos a un restaurante a comer una sopa caliente y un poco de queso con pan, que estaba incluido en la excursión. Creo que pagamos la diferencia entre los 40 y 15 euros solo por la sopa. Pero en fin, me pareció buena idea comer algo caliente después de estar en la nieve haciendo ejercicio.
El miércoles tuvimos el resto de la tarde libre para hacer lo que quisiéramos. Así que, decidimos usar nuestra sauna y salir y tumbarnos en la nieve fría. Fue divertido pero también nos dolió un poco, algunos dicen que es bueno para la circulación de la sangre... No puedo confirmarlo, pero seguro que puedes tener un ataque al corazón.
Esa noche no salimos porque el jueves teníamos el Tour del Océano Ártico, sin duda un día muy cansado y necesitábamos estar preparados.
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