Vuelos de larga distancia: guía de supervivencia definitiva
'¡No puedo esperar para sentarme en un avión durante once horas!' dijo nadie nunca. Los vuelos de larga distancia son, en general, un poco como una pesadilla. Estás atrapado en un recipiente de metal, a cientos de pies del suelo, con falta de sueño y aburrido hasta las trancas. No hay nada bueno en eso, ¿verdad? Bueno, la verdad es que los viajes en avión son como tú quieras que sean. Si quieres sentarte ahí a hacer nada y a sentir pena por ti mismo, adelante, pero lo más probable es que no te lo pases muy bien. En su lugar, si quieres aprovechar la situación al máximo y (¿me atrevo a decirlo?) incluso disfrutar, ¡sigue leyendo y descubre mis mejores veinte consejos para los pasajeros de vuelos de larga distancia!.
Antes del vuelo
Si quieres tener el mejor vuelo posible, existen algunas cosas que deberías hacer incluso antes de embarcar.
Piensa detenidamente la aerolínea con la que quieres volar
Cuando viajo de un país a otro, las dos cosas que suelo buscar son precios bajos y horas de vuelo convenientes. No obstante, creo que con los viajes de largo recorrido merece la pena tener en cuenta qué aerolíneas distintas ofrecen esa ruta en particular que quieres. Algunas compañías serán más baratas, pero tendrás que sacrificar muchas cosas como entretenimiento gratuito, comidas calientes y espacio adecuado para las piernas. Si estás preparado para sufrir por el bien de tu cuenta bancaria, no dudes en ir a por ello, pero siempre merece la pena echar un vistazo a qué tipo de condiciones te sometes cuando estás a bordo.
Duerme bien
Si te pareces a mí, no dormirás mucho cuando estés en el avión, así que asegúrate de dormir bien las noches anteriores a tu viaje. Vete a dormir temprano e intenta no despertarte muy tarde. Como alternativa, considera apagar todas tus alarmas durante un par de días y deja que tu reloj interno decida cuándo es hora de levantarse. De esta forma, estarás bien descansado cuando llegue la hora de irse.
Comienza ajustándote a la nueva zona horaria
Si vas a ir en un vuelo de largo recorrido, lo más probable es que te tengas que adaptar a una zona horaria bastante distinta cuando aterrices en tu destino. Si quieres minimizar los efectos del jet lag, intenta, los días antes del viaje, ajustar tu horario y comienza a vivir según la hora que sea en Los Ángeles (o donde sea que vayas). Ni siquiera tienes que cambiar mucho las cosas: incluso encender las luces una o dos horas antes cada noche marcará la diferencia.
Minimiza tu consumo de alcohol
Salir de fiesta puede ser muy divertido, pero si vas a ir a algún sitio al día siguiente, probablemente sea mejor evitar esto. Si acabas con una resaca, puede que ni siquiera llegues al aeropuerto y, si llegas gracias a un milagro, tendrás que lidiar con un dolor de cabeza bastante severo durante tu vuelo. Si hay algún evento que no te puedes perder bajo ningún concepto, considera no beber esa noche: ¡te lo agradecerás a la mañana siguiente!
Lleva muchos aperitivos
Es una verdad universal el hecho de que la comida de los aviones no es la más apetitosa. Si eres quisquilloso con la comida (o incluso si tan solo prefieres organizarte tus propias comidas, asegúrate de abastecerte de snacks antes del vuelo. Es mejor hacerlo una vez hayas pasado el control de seguridad: no solo habrá descuentos en el duty free, sino que no te tendrás que preocupar acerca de las restricciones de los líquidos.
Descárgate películas, libros y música
La mayoría de las aerolíneas con vuelos de largo recorrido tienen sistemas de entretenimiento gratuito a bordo, pero si no quieres limitarte a su selección de películas y música, asegúrate de descargarte las tuyas propias antes de despegar. ¡Tan solo asegúrate de que ninguna de las películas tengan accidentes aéreos o cualquier otro tipo de escena que te pueda inquietar durante el viaje!
Carga tus dispositivos
Si planeas usar portátiles, teléfonos u otros dispositivos electrónicos a bordo, asegúrate de cargarlos todos antes del viaje. ¿No sabes si tu dispositivo aguantará las once (o las que sean) horas? Maneja la posibilidad de invertir en una batería portátil: ¡también te será útil cuando aterrices!
Durante el vuelo
Ahora que has tomado todas las medidas de precaución necesarias, ¡es hora de subir a bordo y llevar a cabo este viaje! Aquí debajo estás todas las cosas que os recomiendo hacer durante vuestro vuelo, con el fin de que lo disfrutéis, estéis cómodos y pase lo más rápido posible.
Lleva ropa cómoda
Si quieres relajarte por completo cuando estés en el avión, no hace falta decir que debes llevar ropa cómoda. Deja a un lado las camisetas y los vaqueros ajustados y, en su lugar, ponte una camiseta ancha y un par de pantalones del chándal. También recuerda que puede hacer algo de frío cuando estés ahí arriba, así que asegúrate de llevar uno o dos jerséis por si comienzas a sentir escalofríos.
Mantente ocupado
Dicen que el tiempo vuela cuando te lo estás pasando bien, así que mantente entretenido durante el vuelo ¡y habrás aterrizado antes de darte cuenta! Aprovecha al máximo los sistemas de entretenimiento que hay a bordo y echa un vistazo a las últimas películas taquilleras. ¿No hay ninguna que te convenza? Piensa en emplear este tiempo para ser productivo y hacer algún trabajo. Si tienes que hacer algo de trabajo, aprovecha la ausencia de wifi (y, por tanto, de distracciones) ¡y ponte a ello! Como alternativa, empieza a hacer planes para cuando aterrices: lee algunas guías turísticas o incluso comienza a planear qué conjuntos te vas a poner cada día.
Siempre me pasa que, cuando tengo mucho que hacer en poco tiempo, tengo que trabajar a contrarreloj. Haz una lista de las cosas que quisieras haber conseguido una vez hayas llegado a tu destino, ¡y te prometo que el tiempo pasará volando!
Levántate y camina con frecuencia
Estar sentado durante mucho tiempo puede causar todo tipo de problemas, desde rigidez articular hasta un descenso en la circulación de la sangre, así que levántate y camina por la cabina de forma regular. Lo ideal sería que hicieses esto por lo menos una vez cada hora, pero si te da mucha pereza moverte de tu asiento (o te da miedo durante las turbulencias), estira las piernas hacia el pasillo, por lo menos. ¡Tan solo asegúrate de que no molestas a nadie cuando lo haces!
Lávate las manos con frecuencia
No hay mejor lugar para la propagación de enfermedades que en un avión. No solo hay cientos de pasajeros en cada uno (algunos de los cuales estarán un poco enfermos), sino que también hay un montón de superficies en las que se pueden pegar los gérmenes, por no mencionar las salidas de aire acondicionado, que los propagan de una persona a otra. Para minimizar el riesgo de contagiarte de cualquier enfermedad, asegúrate de lavarte las manos bien y con frecuencia. Incluso puedes continuar tus visitas al lavabo con un paseo por la cabina, ¡y así matas dos pájaros de un tiro!
Mantente hidratado
Es sencillo olvidarse de beber cuando no estás gastando mucha energía, pero es muy importante mantenerse hidratado cuando estás a tanta altitud. Lleva una botella grande de agua contigo, bebe tantas veces como puedas y pídeles a las azafatas que te la rellenen si lo necesitas. Asimismo, asegúrate de consumir cualquier bebida gratis que sirvan durante el vuelo.
Mantente hidratado, pero en otro sentido
Además de esto, asegúrate de mantener tu piel hidratada. Los viajes en avión, con su falta de humedad, pueden hacer que te salgan algunos horribles granos, así que ponte cremas en la cara de forma regular y dale ese acabado húmedo que se merece.
Toma descansos de mirar a la pantalla
Una vez me pase todo un vuelo de seis horas viendo películas. Esto estuvo bien mientras estaba en el avión, pero madre mía, ¡el dolor de cabeza de después fue horrible! Incluso las mejores películas tienen partes menos emocionantes, así que ponla en pausa en algunos momentos y dales un descanso a tus ojos y a tu cerebro.
Duerme cuando apaguen las luces
Si eres una de esas almas con el don de dormir en los aviones, hazlo sí o sí, pero intenta cronometrar estas siestas para que coincidan con el tiempo en el que las luces de la cabina se bajan. Muchas aerolíneas bajan a propósito el brillo dentro del avión cuando es de noche en tu destino, con el fin de ayudarte a alterar tu horario de sueño, así que sigue sus instrucciones ¡y dile adiós al jet lag!
Rellena los documentos necesarios
En algunos vuelos de largo recorrido, tendrás que rellenar varios documentos que más tarde tendrás que entregar a la oficina de inmigración en el país de destino. Asegúrate de hacer esto tan pronto como los recibas: ¡no hay nada más estresante que hacerlo en la cola!
Después del vuelo
Felicidades: ¡has conseguido superar el vuelo! Todo lo que queda ahora es superar el jet lag, siguiendo los simples cuatro pasos que os dejo aquí debajo.
No duermas hasta la noche
Cuando vuelvas finalmente a tierra, probablemente solo quieras llegar a tu habitación de hotel e ir a dormir. No obstante, si es medio día, esto no es buena idea. Intenta resistir la tentación de dormir (por mucho que te cueste) y, en su lugar, ajusta tu reloj interno a la nueva zona horaria.
Exponte a la luz del sol
Una de las mejores formas de mantenerte despierto es exponerte a la luz del sol. No solo la luz te ayudará a mantener los ojos abiertos, sino que también le enviará señales a tu cerebro para que se mantenga alerta y ayudará a tu cuerpo a recalibrar su reloj del sueño.
Mantente activo
Además de esto, asegúrate de mantenerte activo. Es mejor tomarse las cosas relativamente en modo fácil los primeros días del viaje: no organices ningunas expediciones largas, ¡a no ser que quieras estar cansadísimo durante el resto de tus vacaciones! Aún así, tienes que salir de casa tantas veces como puedas y hacer mucho ejercicio.
Bebe mucha agua
Beber agua es otra de las mejores formas de aumentar tu energía, así que asegúrate de llevar contigo una botella mientras estés por ahí y bebe con frecuencia. Tu cuerpo rendirá mejor, además de ayudarte a eliminar las enfermedades que podrían haber entrado en tu sistema durante el vuelo.
¡Buen viaje!
Así que aquí lo tenéis: ¡mi guía de supervivencia definitiva para los vuelos de largo recorrido! Que tengas muy buen viaje si vas a algún lugar lejano pronto y recuerda: no importa lo malo que sea el viaje, una vez llegues a tu destino, ¡el esfuerzo habrá merecido la pena!
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