Viernes 3 de Junio 2016 - Gritos, gritos y más gritos

Viernes 3 de Junio 2016

El jefe ha vuelto a las andadas con sus gritos y más gritos. Esta mañana el jefe nos ha gritado con su ya típico “¡KURWA MACH!” porque habíamos tirado la basura en el contenedor equivocado. El tema es que recién hoy ha explicado que las cosas a reciclar se tiran en el contenedor verde, y las de orgánicos en el violeta (a pesar que el violeta dice “home rehuse”). Pensé “Puff, hoy va a ser otro de esos días”.
Ciertamente me parece una reacción excesiva, la manera de gesticular, de gritar y de darle importancia a algo tan tonto… Podría entenderlo si hubiésemos tirado a la basura algo muy valioso que, por estar entre la basura se haya arruinado o que ya se lo haya llevado el camión. Pero ¿ponerse así por esto?
Ayer, en una de las habitaciones, habían un montón de bolsas en donde nos dijo “todo esto es basura”. Entre esas bolsas había ropa vieja, zapatillas, cosas por el estilo. Nos ha gritado porque habíamos tirado a la basura una bolsa con cosas aparentemente útiles, pero que estoy totalmente seguro que esa bolsa estaba entre medio de todo el resto que nos dijo que era basura. Se lo dije pero no me hizo caso.

Este tipo parece olvidársele que todo eso lo hicimos de favor para ayudarlo. La verdad si le pidiese de favor a alguien (que encima apenas conozco) que me ayude con algo que no tiene porqué hacerlo y luego le dijese algo así de negativo o le gritase se me caería la cara de vergüenza. Con esos dos gritos ya se me quitaron las ganas de querer ayudarlo y se me ha ido toda la alegría de hacer algo bueno por él. No solo me jode que me grite sino que también me frustra porque parece ser que nada de lo que haga le parece bien.

Le he comentado al jefe mi idea de utilizar la cinta bifaz para pegar nuevamente los leds que habían sido pegados y despegados. Parece ser que no se le había ocurrido hacer eso. Dentro de todo le pareció una buena idea.

Hoy estábamos en el negocio solo “El Mendas” y yo. El jefe le dio el día libre al otro español ya que él le había pedido salir temprano hoy ya que quería visitar Dublín durante el fin de semana y el autobús salía a las 3 de la tarde. El jefe le dijo que no había problema y de hecho le dio todo el día libre.

Durante la tarde salimos a hacer un trabajo a un mini mercado polaco. Ya de entrada no me gustó mucho tener que salir con el jefe ya que él estaba muy nervioso por el tema de la casa que quiere comprar mediante oferta. Cada vez que su celular llamaba empezaba con sus “¡¡KURWA!!” pensando que era la que llevaba el tema de las ofertas. Por ahora él tiene la oferta más alta y si recibía una llamada de la agencia significaba que la oferta había sido superada.
 
La tarea que tenía que hacer el jefe era tirar un cable desde la CGP (Caja General de Protección, o sea, la caja donde están los magnetotérmicos, diferenciales, elementos de protección eléctricas) para un aire acondicionado de potencia considerable que algún otro electricista instaló en un enchufe común y corriente (haciendo que cada dos por tres salte el magnetotérmico por sobrecarga).
El supermercado seguía abierto y habían clientes por allí (sin embargo no eran molestos, a diferencia del gimnasio para mujeres).
Sinceramente no quería que me asignara ninguna tarea ya que a esta altura mi frustración es tal que ya me estoy imaginando que cualquier cosa que haga (o que no haga) le va a parecer mal y va a empezar con sus rabietas. Al “Mendas” le dio la tarea de reemplazar una tira de leds defectuosa que había sido instalada con anterioridad (algunas luces no se encendían). Le dio unas instrucciones muy rápidas (hacer un agujero en unas tablas de madera, pasar cable con un pasacables), en mi opinión las instrucciones las dio como se les daría a alguien que ya tiene mucha experiencia al respecto. “El Mendas” ciertamente tiene más experiencia que yo, más aún cortando madera. El tema es que el jefe parece no darse cuenta de varios conceptos muy básicos. Primero, casi cada trabajo es una experiencia nueva para nosotros. En este caso había que abrir unas tablas de madera por donde pasaban los cables. No teníamos mucha idea de cómo hacerlo y estuvimos un rato mirando y viendo como hacerlo (con la presión de que si lo hacíamos mal nos íbamos a llevar un regaño total). Luego, teníamos que ver como hacer el agujero y pasar el pasacables. No es que seamos unos inútiles, pero tenemos que tomar nuestro tiempo para ver como hacer tal o cual cosa (más aún cuando una de las muletillas del jefe es “¡¡Piensen!!”. Más de una vez me he encontrado en la situación de tener que utilizar alguna herramienta por primera vez (como la caladora de mano) y tratar de descubrir como se hace.
Alguno puede decir “es muy fácil usar una caladora de mano, no se necesita entrenamiento para eso” y puede que sea así. Pero una cosa es conocer el funcionamiento y otra MUY distinta es tener la práctica y la técnica necesarias para eso. Si uno agarra un martillo por primera vez puede saber enseguida como funciona, pero si nunca ha clavado un clavo anteriormente entonces obviamente que le va a costar hacerlo. Mientras que un albañil experimentado lo clavaría en tres segundos un neófito tardaría un par de minutos y unos cuantos clavos doblados en el proceso

“El Mendas” se puso a hacer la tarea (que requería subir a una escalera, por lo que no pueden haber dos personas en la misma escalera) y yo me quedé abajo atento a lo que él pueda necesitar.

Lo que ocurrió es que “El Mendas” empezó a tirar el pasacables de una manera incorrecta (según el jefe). La reacción del jefe fue ponerse rojo, al punto de casi llorar, llevarse las manos a la cara gritando “FOR FUCK SAKE!!!!” mientras se sentaba en una caja, haciendo la rabieta. Todo esto en presencia de la encargada del lugar y de algún cliente que lo miraron sorprendidos por su reacción.
La encargada se le acercó y creo que le preguntó (en polaco) si estaba bien.
Yo estaba agradecido de que no había sido yo el que hizo eso. Sin embargo no puedo entender como es que al jefe no le importe dar una imagen semejante.

“El Mendas” no hizo mayor caso y tiró el pasacables por el cielorraso junto a los cables. Pero hubo un error en el orden de cómo debía de haber hecho el asunto; en realidad debería de haber abierto el agujero en la madera primero, pasar el cable por ahí, y luego llevarlo con el pasacables. El jefe se enteró y le gritó de nuevo (al punto de llamarlo inútil y niñato) porque ahora “iba a tener que hacer un agujero más grande porque iba a tener que pasar la tira de leds por ahí”.
De nuevo otra reacción desmedida. Sin embargo me enfoqué en una solución en vez de dejarme llevar (aunque en este caso no tenía nada que ver con el asunto) y le dije “no hay problema, tan solo hacemos el agujero normal, sacamos el cable, lo pasamos con el pasacables de nuevo y listo”. A lo que él se molestó y sarcásticamente dijo “¡¡BIEN!! ¡Si quieren hacer el mismo trabajo 3 veces entonces ¡Bien!”. Cosa que hicimos.

Como debíamos cortar la sección dañada de los leds (que a todo esto estaban encendidas) antes de que “El Mendas” las corte le dije que esperara porque no me parecía para nada una buena idea cortar los leds en funcionamiento. Si, puede que sean solo 12 Voltios. Pero he visto en el gimnasio como un cortocircuito de 12 voltios puede derretir los cables. Ni la lógica ni la seguridad indicaban que eso era una buena idea. Así que, como no sabía donde estaba el interruptor para apagarlas le pregunté al jefe. Me respondió muy molesto que “eso era una estupidez” acá discutí un poco con él, porque el alicate, al ser de metal y al hacer un puente entre el positivo y el negativo estaría haciendo un cortocircuito. A regañadientes cortó la electricidad de esas luces, no sin antes hacer gestos de molestia.

Luego de haber cortado la sección dañada (y que hemos reemplazado con las que instalamos) nos indicó que, como ciertas secciones de la tira de led que estaba instalada se estaba despegando del techo, colocara esos tacos sujeta cables que se clavan a la pared (no sé como se llaman) para sujetar la tira de leds donde éstos se estaban despegando. En ciertas secciones eso ya estaba instalado (ni idea de si por él o por quién). Pero el Mendas, con mucho esfuerzo lo hizo (especialmente porque varias maderas se doblaban fácilmente). Cuando el jefe revisó le gritó (si, le gritó, frente al cliente, por enésima vez) porque la tira estaba torcida. Cosa que NO fue culpa de él porque ese “torcimiento” ya estaba así de antes. Entonces el jefe se puso a sacar esos tacos, arreglar la tira, todo esto con toda la furia, con movimientos bruscos y puteando por lo bajo. Cortó otra sección de la tira de leds que estaban encendidas (y en el proceso éstas parpadearon) y luego se volteó hacía mi diciendo “¿¿Ven como no sucede nada??”. A todo esto lanzando todo tipo de quejas diciendo que le hacíamos perder el tiempo. De verdad que la pasé bastante mal otra vez (aunque no tanto como aquel Jueves en el gimnasio).

De nuevo decía “¡La puta madre! ¡Para un trabajo de 5 minutos ustedes pierden tanto tiempo! ¡Jesús!”. Yo tenía unas ganas tremendas de decirle “Será un trabajo de 5 minutos para un electricista experimentado o para ti, pero nosotros NO somos electricistas experimentados, no tenemos experiencia, estamos aprendiendo, y además gratis”. Pero sé bien de que discutir frente al cliente deja una MUY mala imagen (muy a pesar de sus gritos). Así que pensé en guardármelo para decírselo en el coche de vuelta.
Podría minimamente entender una molestia (ni ahí sus reacciones) si en realidad hubiese tenido que deshacer todo lo que hicimos y rehacerlo todo de nuevo, haciéndole “gastar” más tiempo del que hubiese empleado si él lo hubiese hecho solo o que esté muy apurado por llegar a un nuevo trabajo.

Pero no era el caso. Al finalizar guardamos todas las herramientas de vuelta en el vehículo. Sin embargo noté que el jefe se puso a hablar con la encargada. A saber de qué hablaban porque era todo en polaco. Habremos tardado unos 5 minutos en guardar todo, más otros 5 minutos en que nos quedamos esperando. ¿No era que le hacíamos perder el tiempo? ¿No estaba apurado? Fue ahí cuando puse mi reloj en modo cronómetro y me puse a ver cuanto tiempo tardaba el jefe en volver. En el mientras tanto noté como “El Mendas” estaba cabreado porque el jefe le había regañado (y más por algo que no fue su culpa) no me corté y le dije “Ahhh… ¿Viste como no causa ninguna gracia que te griten de esa manera?”
Esperamos y esperamos al jefe. Al finalizar tardó MEDIA hora en volver (eso desde que empecé a cronometrarlo. Habrá tardado unos 40 – 45 minutos en realidad) repartidos entre la charla, el mostrarle fotos y hablar por teléfono. Y la verdad no es la primera vez que hace eso de quedarse apurarnos y luego quedarse hablando con la gente.

Estaba por decirle lo de la contradicción. Sin embargo al subirse al coche se mostraba contento y haciendo planes para el fin de semana. Me enfrenté al dilema de si debía decirle eso y arruinarle su repentino buen humor. Pero al final decidí no hacerlo. De todas maneras no comprendo como puede ser que alguien cambie tanto de carácter y de emoción de un momento al otro.

Aunque me queje del “Mendas” algo que debo decir es que sus lemas “Que la chupe” y “¿Para lo poco que falta te vas a molestar?” me han ayudado mucho a soportar todo esto.

Al volver al negocio hemos bajado cosas de su departamento a la tienda. No sin antes con varios gritos e insultos en el proceso (aunque afortunadamente ninguno de esos fueron dirigidos a nosotros). Estaba alegre. Tanto que nos invitó whisky. “El Mendas” aceptó aunque yo preferí no hacerlo, no me parecía buena idea mezclar alcohol con mover objetos grandes por las escaleras.

Por lo pronto el jefe está muy expectante de ver si logra conseguir esa casa cerca del mar. Pareciera ser que su oferta era la más alta, pero ahora tiene que aceptarla el banco o algo así. La verdad yo también deseo que logre conseguirla, porque de no ocurrir ya me imagino que las dos semanas que vienen van a ser un mayor infierno de lo que ya es ya que él va a estar más frustrado y enojado. Si consigue la casa por lo menos va a estar de mejor humor, aunque eso no evitaría que nos vuelva a gritar por cualquier estupidez otra vez…

Un algo que mencionó es que el Miércoles que viene vendrá otro estudiante, un Italiano, la verdad que prefiero que venga mucha más gente así él se los lleva (y por ende les grita a ellos) mientras yo me quedo en el negocio aburriéndome (cosa que prefiero a esta altura).

En buena parte me molesta quejarme de mis problemas. Pero eso es lo que realmente ocurre. De verdad parece que este tipo quiere que rindamos tan bien como él, que seamos tan expertos como él y que pensemos exactamente como él. Constantemente parece que se le olvida que somos estudiantes en prácticas y que NO cobramos nada. También me ha dado cierto “corte” el haber escrito tan detalladamente lo que sucedía. Pero es una manera no solo de descargarme, también para que la gente tenga una mínima idea de lo que he tenido que pasar. Aunque esta vez no tuve ese temor por mi integridad física de todas maneras todo esto se va acumulando.

Por lo pronto vengo contando los días que me quedan aquí: 18 días. De los cuales laborales (y por lo tanto, los que voy a tener que verle la cara) son 9 y medio (ESPERO que el último día sea más que nada para que me firme los papeles)

Una cosa a mencionar es que el Lunes 6 será feriado, no tengo ni idea que feriado es. Así que este será un fin de semana largo.

Aparte de todo esto tengo dos cosas extra para contar. Al volver a la residencia nos hemos encontrado con un par de sorpresas; primero, la administradora había llamado a un técnico para arreglar la lavadora escacharrada. Éste tuvo que desarmar el tambor y quitó un par de cosas que estaban obstruyendo el desagüe del agua.

Me hice el “dolobu” porque esas toallitas las reconocí enseguida. Son de esas toallitas que se ponen entre la ropa para evitar la transferencia de color. El detalle es que como ambas son lavadoras/secadoras había descubierto una función en la que era posible lavar la ropa y a continuación que se activase el ciclo de secado automáticamente y había pasado un par de veces que al quitar la ropa no veía las toallitas por ninguna parte. Creí que se habían desecho pero no. Ahí habían ido a parar, junto a esa tira metálica de sujetador que obviamente no es mía. No dije nada y obviamente nunca se supo que fui yo. Al final todos tuvieron que pagar 10€ cada uno del dinero del depósito. La administradora mandó un email a todos diciendo del gasto y que se aseguren de no utilizar el ciclo de secado sin quitar las toallitas antes.
Segundo, el landlord se le dio por hacer un par de modificaciones. En particular movió una estufa. Esta es su nueva posición:

¿Acaso no conocen lo básico de la termodinámica y que el aire caliente sube? En éstos días, como está haciendo calorcito las estufas están apagadas. Pero por como lo veo la estufa va a terminar sobrecalentando los cables de la televisión, quizá haciendo un cortocircuito. Además que a la televisión misma no le va a hacer ningún bien estar encima de una estufa (a pesar que está la madera de por medio). Eso se lo he dicho a la administradora la cual también le pareció una tontería ponerla ahí, pero como la orden vino del landlord mismo no podía hacer nada al respecto.

Más tarde me he dado una vuelta más allá de la terminal de omnibus y allí he visto un cartel:

¡Una exposición de autos americanos de los que a mi me gustan! ¡Definitivamente voy a ir! Aunque voy a tener que averiguar donde queda esto (hay unas coordenadas y una referencia de un club de rugby, pero tengo que ver donde es exactamente). Y un detalle no menor es que voy a ir solo. Así es, no le voy a decir a nadie de esto. De esa manera no voy a tener que andar en grupo y voy a poder mirar lo que quiera, cuanto quiera e irme cuando quiera y tener tranquilidad.

Gastos del día: Lidl: 2 latas de 500 ml de sidras de pera: 2,70€ – lata de cerveza heineken: 2€
Total: 4,70€
Promedio diario: 13,42€

Galería de fotos