Unas breves líneas sobre el blog

¡Hola chicos!

Sé que este post no encajará dentro de ninguna categoría existente, pero realmente quiero empezar el blog con una introducción: para compartir con vosotros quién soy y cómo acabé viviendo en Salamanca, en una pequeña pero importante ciudad universitaria, la cual será la protagonista de mis futuras entradas.

Soy una veinteañera de Hungría y he vivido la mayor parte de mi vida en Budapest, una de las mejores capitales de Europa, justo hasta 2013, el año en el que mi experiencia Erasmus empezó. He tenido la oportunidad de pasar nada menos que 10 inolvidables meses en Escocia viviendo en Paisley, una ciudad al lado de Glasgow, y estudiando en la University of the West of Scotland.

Tenía conciencia antes, basándome en blogs de viajes, de que para la mayoría de la gente, el Erasmus es una experiencia que te define, pero siempre me había preguntado hasta qué punto podía confiar en esas historias, y cómo mi propio Erasmus sería. Sentada ya en el avión hacia Londres (y después a Glasgow), me sentí un poco agobiada, quizás incluso con morriña, y empecé a cuestionar mi decisión de dejarlo todo atrás y avanzar hacia algo completamente desconocido para mí. No podía ni imaginarme en aquel momento que esos 10 meses en una insignificante pequeña ciudad, alejada de los que quiero podría cambiarme tanto la vida. Porque eso es lo que pasó.

¿Y, a qué me refiero con que me cambió la vida?

Lo primero de todo, ¡me dió el vicio de viajar! Ya no puedo imaginarme mi vida sin viajar. Siento un constante deseo por explorar nuevos lugares. La segunda razón es que conocí a gente de toda Europa. He ganado amigos de Italia, Dinamarca, Alemania, España, Francia - solo por mencionar algunos países de la lista. Pero he tenido la suerte de conocer húngaros también, quienes se han convertido en verdaderos amigos. Si no hubiese sido por el Erasmus, es muy improbable que nos hubiésemos cruzado en nuestras vidas. Otra cosa que puedo agradecer al Erasmus es mi actual nivel del inglés, el cual me ha abierto algunas puertas y espero que continúe haciéndolo en el futuro. Además, debo señalar que, como persona, ahora soy mucho más tolerante y he aprendido a apreciar la diversidad cultural. He aprendido a mirar detrás de lo superficial y fijarme en lo que es realmente significante.

Por último, pero no por ello menos importante, el Erasmus me dio una de las personas más imprtante en mi vida: mi novio. Él es español y vive en Salamanca. Y así es como llegamos al siguiente capítulo de mi vida.

Después del Erasmus, volví a Hungría para seguir con mis estudios. Esto, al mismo tiempo significó un año de una relación a distancia, que no fue pan comido. Pero funcionó. ¡Somos la prueba de que esto puede funcionar! :)

Asi que, con mi diploma en mano, decidí tomarme un año sabático antes de inscribirme a un master y me mudé a Salamanca en Septiembre. Y aquí estoy ahora mismo, asistiendo a un curso intensivo de español en la E. O. I. (Escuela Oficial de Idiomas) - porque en caso de que alguien tenga dudas, no había estudiado nunca el idioma. El resto del tiempo enseño inglés a niños de educación primaria y secundaria e intento viajar y empaparme lo máximo que puedo de la cultura española. Así que, de esos es de lo que voy a hablar.

No puedo esperar para compartir más historias y pensamientos con vosotros!

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