Un viaje que me arropó el alma * TAILANDIA, OCTUBRE 2016*

                            ¡LOS MOMENTOS SON AHORA!

Cualquier parte del mundo es buena como para refugiarse en ella, recreándose  en  su naturaleza y arquitectura por unos días. Así que, en esta ocasión nos decantamos por disfrutar de los atardeceres de Tailandia.

En este post intentaré relataros el viaje resaltando los detalles más significantes, es decir, iré contando como se fue dando nuestra andadura por tierras tailandesas. Antes de nada, me gustaría puntualizar que de la programación y de la organización se encargó la agencia LUGARIUM VIAJES, ubicada en Málaga, confiamos en ellos y fue todo un acierto.

Por suerte, el año 2016 ha venido cargado de momentos magníficos, entre otros, esta aventura hacia el continente asiático. El pasado mes octubre nos lanzamos a trotar sobre los vientos, en plural, debido a que esta vez el paseo hacia lo desconocido vino de la mano de unos grandes viajeros callejeros, mis padres.

  El atardecer y el Palacio Real iluminando nuestro primer día (Bangkok, Tailandia).

Volviendo a los días precedentes de realizar el viaje, he de decir 3 semanas antes de la partida, la agencia de viaje nos organizaó los 11 días de los que disponíamos para que pudiesemos disfrutar de todo lo que le pedimos, de las prioridades del viajero. Con esto me refiero a que nos hicieron un viaje a la carta, pero con recomendaciones, ya que están especializados en organizar hazañas a Tailandia. Además, el personal de la agencia fue muy amable y atento. Al haber visitado el país en varias ocasiones el país, el chico nos pudo guiar a inclinarnos a visitar unas ciudades u otras. Nuestra preferencia era visitar las playas paradisíacas y conocer la capital, y así fue.

1. DESCUBRIENDO.

DESPLIEGUE...11 DÍAS DE VIAJE, 9 DÍAS EN TAILANDIA. "BIENVENIDXS AL PAÍS DE LA ETERNA SONRISA".

Soñar, pero ¡qué bonito suena!, pues sí. Cuando somos luchadores y persistentes algunos  sueños se hacen realidad. Por este motivo, pienso que nunca deberíamos perder el niño soñador que llevamos dentro. Entonces, decidí que para este viaje por ponerme me puse feliz, me propuse aprovecharlo y sacarle todo el jugo que pudiese.

Nos tiramos a la piscina un 4 de octubre de 2016...Sí, de repente llegó el día, como cuando algo inesperado llega a tu vida. A las 1:45 poníamos  rumbo a  Estambul, una ciudad que me encantaría visitar, pero en esta ocasión no fue posible debido a las escasas horas de escalas que nos facilitaron en la agencia para que el viaje no se hiciese tan pesado entre espera y espera, ya que la espera desespera, hasta cuando es por placer.

Volviendo a la ruta de las vacaciones, el vuelo de Turquía tenía conexión con Bangkok, fueron unas 9 horas de avión, pero al fin llegamos. A las  7 am  hora local de Bangkok (5 horas menos en España), aterrizamos en la capital, aglomeraciones mañaneras, primer sello en el pasaporte y " pium" como diría Samuel, él es todo un genio. Samuel es uno de nuestros guías de las excursiones organizadas (gran profesional y mejor persona), cuando vea oportuna lo describiré un poco.

En cuanto al tema de alojamiento, en esta aventura decidimos alojaros en hoteles ( aunque en un principio a mí me atraía más el tema de mochileo, pero no disponiamos del tiempo suficiente como para realizar las vacaciones a mi manera). Para concretar, nos hospedamos en dos hoteles diferentes, ambos de cuatro estrellas, el de la capital llamado Nouvo City Hotel, recomendable tanto por el desayuno tan completo como por la atención del personal. Además, puedes disfrutar de una hermosa panorámica de la ciudad  desde su última planta, donde se encuentra la pisicina y la sala de masajes.

Al mencionar sala de masajes, se me viene a la cabeza una de las palabras más escuchadas por todos los rincones de la Ciudad de los Ángeles " MASAJES".

Masajes, masajes y más masajes... Uno por día para ser exactos. Ya nos dijeron que no encontraríamos otra oportunidad y que una vez que dejas Tailandia añoras que no te den un masaje diario, de esos que te dejan nuevx. Además, eran super baratos, unos 4 o 5 euros ( piernas) y unos 10 euros ( todo el cuerpo), este último era una gozada, y si añadimos que el momento clave para ello era después de las largas caminatas, pues nos venían como anillo al dedo.

¿TUC TUC?

Así se llama el medio de transporte más propenso a dejarte tirado mientras visitas un templo o cualquier otro monumento emblemático de Tailandia (digo templos porque te puedes aburrir de ellos, tienes un sin fín por la capital, todos y cada uno de ellos semejantes pero con un embrujo especial). Bueno a lo que voy, la anécdota del tuc tuc, la cual no nos ocurrió únicamente a nosotros, sino que también les pasó a otros muchos viajeros españoles con los que tuvimos la oportunidad de compartir momentos de esta experiencia. 

¡La broma quedó bonita! La verdad que a ello influyó un poco mi lucha continua por aprender inglés y no encontrar el momento adecuado. Ahora si, este viaje me ha servido para incitarme a mudarme a un país de habla inglesa, muy pero que muy pronto, por ejemplo ¿Dublín?

Sabemos que la comunicación es muy importante, pero en este caso no creo que especialmente el problema fuese  la comunicación ¿por qué digo esto? 

Porque no llegamos a ningún tipo de conclusión con el muchacho que conducía el tuc tuc, muy majo de primeras, pero a última hora algo extraño ocurrió... Así que decidimos bajarnos y seguir nuestro recorrido a pie. Seguidamente, le preguntamos ¿cuántos es?  A lo que la respuesta fue un acelerón y si te he visto no me acuerdo. De primeras quedamos perplejos, después las risas nos sanaron y tuvimos para rato. 

Con respecto a la comida, pudimos probar el conocido PAD THAI y unos rollitos de primevera, el primer día de "hazañas variadas", ya que recién llegados nos lanzamos de lleno a uno de los puestecillos de" la calle de los mochileros" Kao San Road.

Koa San Road y la niña voladora disfrutando del PAD THAI (Fideos de arroz con aceite de soja,cebolletas, ajo,salsa de pescado, azúcar moreno y zumo de limón). Ya lo puedes saborear al gusto del consumidor, bien puede ser sólo con huevos, o con huevo y pollo. También he de decir lo probamos en sitios diferentes y en cada uno de ellos tenía un toque especial. 

En cuanto al precio, por unos 2 euros te comías en buen plato de Pad Thai en cualquier puestecillo, ahora sí, por favor no olvidéis un protector de estómago  y una cajita de FORTASEC.

*Cada dia una nueva aventura, así es el camino cuando no lo conoces, caprichoso y divertido*.

2. ADAPTÁNDONOS

De buena mañana conocimos a Samuel, su nombre era "SDFGKQ", se denominó a sí mismo SAMUEL al presentarse porque era el nombre español que más se asemejaba a su nombre en tailandés. Éste era nuestro guía, del que os he hablado anteriormente, hablaba español que daba gusto escucharle, sabía el idioma porque a su hermana le tocó la lotería y pudo realizar sus estudios en España, una vez que regresó le enseñó a él.

De este día destaco la visita a  Damnoen sadauk (plantación de Orquídias), el cultivo es muy común el el país, dónde mercados y tiendas destinados al comercio se asentaban en cada esquina (no tendreís problemas para comprar souvenirs con vuestros numerosos BATH (moneda) en Tailandia, además el regateo es muy común). Por último, conocimos  el Mercado Flotante. Pudimos evadirnos unas horas, lejos de la abrumadora capital, Bangkok, donde el cielo es grís y la humedad y calidez de siente como cuando abres el horno a 220 grados y te da el aire de sopetón en la cara, así.

" Respirar aire, fresco y puro,  entre las flores".

MERCADO FLOTANTE. Me pareció un lugar del que debemos de disfrutar obligatoriamente. Su visita intrigante, ya que por curiosidad vi fotos antes de salir de España y ya me llamó bastante la atención. Todo lo novedoso nos atrae aún más, esto es de aquellas cosas que no tienes la oportunidad de ver todos los días por lo que debes dejarte llevar y limitarte recocijarte en ese pequeño instante de gloria.

Este excursión hacia lo desconocido resalta por su magía, desde que te montas en la barquilla hasta que te bajas y te muestran  lo que hay detrás. En principio, quedé fascinada con el paseo por las aguas tailandesas, luego por las casitas y por la gente al borde realizando labores, me pareció tan auténtico. Cuando nos bajamos me sentía como en un cuento de hadas,  continuamos andando y había  un pueblecito precioso,un pueblecito hechizado. A mí me hubiese quedado allí una larga temporada. Los trabajadores viven allí mismo y se sustentan del turismo, eran muy simpáticos y como todos siempre te regalaban una sonrisa, de esas que te alegran el día. Este lugar es perfecto para aprovechar y comprar detalles, sí os gusta la artesanía es el momento estrella.

Como ya he dicho había gente por todos los lados,  hasta debajo de las piedras. Gente que siente, que se mueve, que conecta, gente con ganas, ya que desde mi punto de vista el que emprende un viaje es una persona con ganas de experimentar, conocer y aprender de los otros a ser mejor personas.  En Tailandia te cruzas con personas de todas las nacionalidades, pero...el turismo español en estos momentos está pegando fuerte en esa zona, una alegría para nosotros cada vez que nos encontrábamos con ellos, te sentías como en casa, necesitamos un poco de norte para no perder el sur siempre viene bien.

3.EXPERIMENTANDO

Ayutthaya fue la antigua capital de Tailandia, se encuentra aproximadamente a una hora y media de la capital.

Los birmanos invadieron la ciudad en 1767, dejándolo todo destrozado, aún se conservan las ruinas y  algunos templos  gracias a las restauraciones. 

Wat Maha That, dónde se encuentra el conocido árbol con la cabeza de buda entre sus ramas, destaca por su extravagancia. Además, hay distintos templos cercanos,  el buda inclinado, entre otros. Esta excursión es recomendable que la contratéis, ya que hay variedad para visitar y las distancias entre una y otra no son cortas. Si de lo contrario preferís disfrutad del día allí, es decir, que disponéis de tiempo podéis  hacerlo sin problema en moto o andando.

Variedad de batidos de frutas  en una tienda/bar a la salida del Palacio de verano.

¡ No te quedes sin saborearlo!

Antes de saborear el mangkub, fruta tropical tailandesa que nos dieron a probar a la salida de Bang Pa- In Summer Palace.

Samuel nos explicó muchas cosas sobre la religión budista. Destaco el fondo de la imagen, donde se aprecia 2 de  los 7 budas de la semana, el domingo no hay buda y en cambio el miércoles tiene 2 budas. Según el día de la semana que hayas nacido te pertenecerá una posición de buda u otra, en mi caso fue en viernes por lo que el buda se encuentra de pie y con la mano en el pecho.

Tradiciones budistas, foto tomada el día de la sonrisa, en este caso el 7 de octubre, ya que cada año se celebra el primer viernes del mes de octubre. Los palitos mágicos tentaron a la suerte y predijeron mi futuro... Parece que algo bueno nos tiene preparado, ¿no?, mamá.

4.ENRIQUECIÉNDONOS

El Palacio Real de Bangkok y Wat Pho " Riqueza absoluta, brilla por sí mismo"

Monjes budistas, túnicas típicas y cabezas rapadas. Conocidos y valorados por las largas horas de meditación y por cumplir la religión budista a raja tabla.

Ah, un inciso, no olvidéis llevar unos zapatos confortables y sobre todo sencillos de quitar porque a la entrada de cada templo te lo tienes que quitar y cuando has entrado a 10 seguidos ya no tiene el mismo chiste que cuando entrastes a los dos primeros,  yo pensé ir descalza, de hecho lo hice en el recorrido de los que  estaban más próximos.

5.NUEVA AVENTURA

Nuestro viaje da un giro para adentrarnos en un episodio totalmente diferente, en la selva y en la costa tailandesa, en lo que nos comentaron que era algo así como el paraíso. Nos hospedamos en Krabi Thai Village Resort, localizado en un pueblecito costero,llamado Ao Nang,  perteneciente a Krabi.

6.PASAÍSO

Así denomino a las Islas Phi Phi  "el paraíso".

La gente, el paisaje, respirar naturaleza, saborear cada segundo sabiendo que no vas a volver a revivir el momento, en resumen, rozas la felicidad.

Este día me quede sin palabras, indescriptible...

Reflexión del día: ¡No olvidéis el autan!

7.ELEPHANT TREKING AND KRABI TOWN

Me resulta inevitable hacer una crítica sobre el maltrato animal, sí, el vivo ejemplo de la explotación de los animales para el disfrute del turismo. Una vez más no estás de acuerdo con muchas cosas de las que ves, pero bueno no pasa nada , sufres como con otras muchas más cosas en la vida, ya que el camino no es color de rosas, los altibajos son necesarios para apreciar los mejores momentos, pero  una y no más. Para la  próxima aventurilla en el continente asiático tengo pendiente una visita a un parque natural, ya que me he quedado con las ganas ¡ nunca es tarde si la dicha es buena!

Un bar cualquiera de Krabi Town, me fascina el mundo en el que las personas le vemos que las cosas sencillas y simples son lo mejor del universo.

8.DÍA INESPERADO

Cuevas del Tigre y Piscina de Esmeralda, momentos imprevistos y lugares idílicos. Debido a que teníamos un día de relax antes de que saliese el vuelo de vuelta, decidimos que nos quedaríamos descansando, pero no fue así. A tomar esta ligera decisión influyó el tiempo,  en principio los días anteriores no fueron muy soleados y otro motivo importante,somos 3 culillos inquietos, a lo que buscamos respuesta y decidimos contratar una excursión más. 

Cuenta la leyenda que los monjes que habitaban en la Cueva del Tigre se sentían protegidos por Buda.

La felicidad que se muestra en esta foto se debía a que todavía no había subido los 1.237 escalones, ya nos habían advertido que el camino era duro, pero mereció la pena. ¡Me encantan los retos!

9.RELAX AND BEER

Las últimas horas las pasamos en un chiringuito playero disfrutando de las vistas al mar y  de la cerveza tailandesa: phuket, shinga, thai, chang, leo, entre otras.

Las despedidas nunca fueron buenas, en este caso no hablamos de personas, pero sí del pueblecito costero que me dejó fascinada, por lo tanto no fue fácil abrir las alas y volver a la realidad.

Billetes desgastados rescatados en el tiempo, pero inevitable la sonrisilla del recuerdo.

Por cierto, los dos días que faltan por describir no se han quedado en el olvido, están guardados y rescatados en la caja del recuerdo. Os puedo asegurar que durante ese tiempo sobraron risas, largas horas de espera, buena comida y bebida a bordo de Bangkok Airways y Turkish Airlines.

Para concluir, me gustaría agradecer a mis padres haber formado parte de la gran experiencia y de haber podido disfrutar este magnífico viaje con ellos y destacar la excelente organización, atención y disponibiliad de la agencia Lugarium viajes a sus clientes.

 

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