Un trocito de Egipto en el Museo Arqueológico Nacional

¡Hola nuevamente! El otro día volví a visitar uno de mis museos favoritos en Madrid, el Museo Arqueológico Nacional (MAN). Después de recorrer cada una de las salas de este museo, puedo aseguraros que verdaderamente merece la pena. Tiene numerosos periodos históricos que ofrecer, como La Prehistoria, Grecia, la Hispania Romana, el Mundo Medieval, la Edad Moderna... Sin embargo, hoy quiero centrarme en uno de los momentos de la Historia más apasionantes: la civilización egipcia.

Seguramente, cuando pensamos en Egipto nos vienen las mismas imágenes a la cabeza: desiertos, pirámides, el río Nilo, faraones, sarcófagos, momias, amuletos, máscaras... Muchas de ellas pueden contemplarse en el MAN, como algunos sarcófagos y pequeñas estatuillas o joyas. No obstante, hoy me gustaría compartir con vosotros uno de los materiales más utilizados por esta brillante civilización: la fayenza.

Un poco de Historia acerca de la fayenza

La fayenza es un término italiano (faienza, de la antigua Faventia, en relación a la ciudad, que destaca por sus mayólicas de esmalte blanco). Se conoce como fayenza a la loza fina, resultante de una mezcla arcillo-silícea, cocida en torno a 1000 y 1300º C. Después, se cubre con un esmalte opaco de plomo y estaño. Como resultado, se obtienen piezas cerámicas vítreas.

Destacan objetos de fayenza del Antiguo Egipto, como cuentas de collar o restos cerámicos hallados en tumbas incluso desde el periodo predinástico (cultura Naqqada, 3500-3200 a. C.). Los egipcios partían de una pasta de arena o cuarzo granuloso que, anteriormente, era mezclado con un material aglutinante alcalino, como el natrón o la planta denominada ash. Después, la pasta era calentada en un horno, donde el componente sódico se concentraba en la parte exterior, obteniéndose una pieza con un acabado vítreo superficial.

Los colores más frecuentes eran azul celeste, azul verdoso y ocre. Las diferentes tonalidades de colores se obtenían aplicando pigmentos de cobre, hierro, cobalto o manganeso. Así, la fayenza trataría a veces de imitar ciertas piedras semipreciosas, como la turquesa o el lapislázuli. Además, dado su brillo y que suele aparecer en objetos mágicos o religiosos, podría ligarse al cielo, al Sol, a la regeneración y a la vida.

Objetos de fayenza en el Museo Arqueológico Nacional

Los objetos más numerosos y destacados de fayenza egipcios son amuletos, pequeños objetos de carácter mágico-religioso con un gran simbolismo ligado a la regeneración y a la vida. Destacan especialmente los escarabeos: pequeñas piezas con forma de escarabajo que se asociaron al sol, a Khepri, el astro de la mañana que renace cada día.

En el MAN encontraréis numerosos objetos de fayenza. Estos pueden agruparse en cinco categorías: recipientes, estatuillas de dioses y animales, amuletos, ajuar y ushebtis.

En los recipientes se depositarían todo tipo de alimentos y bebidas; las estatuillas de diosas y animales y los amuletos estarían ligados a la magia y al acercamiento a la divinidad y la resurrección, al igual que los ushebtis o “respondedores”, pequeñas estatuillas del difunto que le servirían en el Más Allá. Por su parte, el ajuar es el conjunto de objetos personales que el difunto requiere en su otra vida, como piezas cerámicas o de orfebrería.

Clasificación de los objetos de fayenza

Recipientes

-Cuenco: De época Meoítica, siglos III a.C.- III d.C. Necrópolis de Nag Masmás, Nubia, Egipto. Utilizado para comida o bebida.

un-trocito-egipto-museo-arqueologico-nacCuenco de fayenza

-Vasito de un depósito de fundación: fayenza verde claro; de Baja Época, 664-322 a.C.

-Vaso de año nuevo: De Baja Época, Dinastía XXVI, 664-525 a.C. Cantimplora con agua del río Nilo que se cogía al comienzo del año. En algunas aparecen inscripciones con deseos: “Que el dios X conceda un feliz año al poseedor del vaso”.

un-trocito-egipto-museo-arqueologico-nacEl precioso vaso de año nuevo

Estatuillas de dioses

-Amuleto de Bes: De Baja Época, 664-332 a.C.

-Diosa Sekhmet: De fayenza azul brillante; Tercer Periodo Intermedio, Dinastías XXII- XXIV; 943-722 a.C. Depósito del Museo Arqueológico de Antropología (Madrid).

-Cuatro Hijos de Horus: Hapi, Amset, Duamutef y Qebehsenuef.

-Bes: De Baja Época, 664-332 a.C. Bes fue un dios vinculado a la familia egipcia que, como protector, alejaba del hogar a los malvados y a los genios maléficos.

un-trocito-egipto-museo-arqueologico-nacEstatuilla del dios Bes

-Amuleto de Amón-carnero, dios principal de Napata: Del Tercer Periodo Intermedio, Dinastía XX, 750-665 a.C.

-Nefertum, hijo de Ptah y Sekhmet: De Baja Época; 664-332 a.C.

Estatuillas de animales

-Mosca: De Baja Época, 665-332 a.C.

-Halcón: De Baja Época, 664-332 a.C.

un-trocito-egipto-museo-arqueologico-nacEstatuilla de un halcón

-Liebre: De Baja Época, 664-332 a.C.

-Cabeza de león: De Baja Época, 664-332 a.C.

-Ranas sentadas: De fayenza y cornalina, de Baja Época, 664-332 a.C.

un-trocito-egipto-museo-arqueologico-nacEstatuillas de un grupo de ranas

-Dos cocodrilos: De Baja Época, 664-332 a.C.

-Piara de Cerditas: Dinastías XXV- XXVI; 722-650 a.C. Necrópolis del Tercer Periodo Intermedio, Heracleópolis Magna (Ehnasya el- Medina). El cerdo fue un animal que muy pronto se domesticó y a veces formó parte de la dieta del hombre egipcio.

Amuletos

-Escarabeo con inscripción: 750-650 a.C. Necrópolis del Tercer Periodo Intermedio.

-Ojo-Udjat, amuleto de protección: 750-650 a.C. Necrópolis del Tercer Periodo Intermedio.

-Ojo-Udjat: En azul egipcio, de Baja Época, 664-332 a.C.

-Escarabeo de Amenofis III y la reina Tiy: Del Reino Nuevo, Dinastía XVIII, 1390-1353 a.C.

un-trocito-egipto-museo-arqueologico-nacUn escarabeo

-Escarabeo con invocación al dios Ptah, señor de Iunu, Heliópolis: De Baja Época, 664-332 a.C.

-Escarabeo con decoración de roleos: Del Segundo Periodo Intermedio, 1759-1539 a.C.

-Escarabeo de anverso liso, sin las marcas anatómicas del escarabajo: Del Segundo Periodo Intermedio, 1759-1539 a.C.

-Escaraboide en forma de sello: Del Tercer Periodo Intermedio, Dinastías XXII-XXV; -63-722 a.C.

-Escarabeo: Del Reino Nuevo, 1539-1077 a.C.

Ajuar

-Anillo: De Baja Época, 664-332 a.C.

-Anillo con escarabeo con decoración de esfinge: De azul egipcio y cobre; Baja Época, 664-334 a.C.

un-trocito-egipto-museo-arqueologico-nacUn precioso anillo de fayenza

-Tres collares: De Baja Época, 664-532 a.C.

un-trocito-egipto-museo-arqueologico-nacUno de los collares

un-trocito-egipto-museo-arqueologico-nacMás collares egipcios

-Malla funeraria: De Baja Época, Dinastía XXVI, 664-525 a.C.

Ushebtis

-Ushebti de Shepenbastet: De la Dinastía XXII, 800 a.C. Necrópolis del Tercer Periodo Intermedio.

-Ushebti de Maatkare, esposa divina de Amón: Del Tercer Periodo Intermedio, Dinastía XXI, 1069-1040. Deir el- Bahari, Tebas, Luxor.

-Ushebti de la reina Henuttany, esposa del Primer Profeta de Amón Pinedjem I : Del Tercer Periodo Intermedio, Dinastía XXI, 1060 a.C. Deir el- Bahari, Tebas, Luxor

un-trocito-egipto-museo-arqueologico-nacUn ushebti de fayenza azul

-Ushebti del Sumo sacerdote de Amón: Del Tercer Periodo Intermedio, Tebas, Luxor.

-Ushebti de Hor, sacerdote de Amón: Del Tercer Periodo Intermedio, Dinastía XXI, 1076-944 a.C.

-Ushebti de Mentamón: Del Tercer Periodo Intermedio, Dinastía XXI, 1076-944 a.C. Deir el- Bahari, Tebas, Luxor.

-Ushebti de Isisemkheb, gran concubina del harén de Amón: Del Tercer Periodo Intermedio, Dinastía XXI, 1076-944 a.C. Deir el- Bahari, Tebas, Luxor.

-Ushebti de Horemheb: De Baja Época, Dinastía XXVI, 664-525 a.C.

-Ushebti del Escriba de Merymaat: Del Reino Nuevo, Dinastía XIX, 1292-1191 a.C.

-Ushebti de Isis, Cantora de Thot: Del Reino Nuevo, Dinastía XX, 1292-1191 a.C.

-Dos ushebtis de Psametico-men: De Baja Época, 664-332 a.C.

un-trocito-egipto-museo-arqueologico-nacMás ushebtis de fayenza

-Ushebti de Psametico, cuyo bello nombre es Iahmés: De Baja Época, Dinastía XXVI, 664-525 a.C.

La malla funeraria egipcia de fayenza

Por supuesto, no puedo dejar de dedicar un espacio a mi pieza preferida de la sala dedicada a Egipto: la malla funeraria.

un-trocito-egipto-museo-arqueologico-nacUna fabulosa malla egipcia

Se trata de una malla de Baja Época, Dinastía XXVI, 664-525 a.C. Este objeto hecho de fayenza forma parte del ajuar funerario del difunto.  El cuerpo del difunto se cubriría con una malla hecha de canutillos de fayenza, en forma de red. En el pecho se colocaría un escarabeo de corazón y alrededor estarían las figuras de los Cuatro Hijos de Horus.                                                                                   

Así, esta pieza forma parte del equipamiento de la momia, perteneciendo al mundo funerario egipcio. En la mentalidad egipcia, la muerte es un momento de la existencia, es decir, la vida en el Más Allá era posible, por lo que practicaban la momificación, que consistía en envolver el cuerpo del difunto con vendas, habiendo retirado algunos órganos y utilizando ungüentos y materiales para la conservación del cadáver: la momificación se realizaba para conservar el cuerpo y tener una vida eterna. Dado que el difunto reviviría, necesitaba objetos personales, cuidados, alimentos, etc. Por ello aparece en las tumbas el ajuar funerario, normalmente cerámicas, piezas de orfebrería, amuletos, etc. De este modo, esta malla formaría parte de dicho ajuar y se colocaría sobre la momia, una vez vendada y preparada para reposar en el sarcófago. Esta pieza de lujo debió pertenecer a algún egipcio de clase social elevada.

La malla es de fayenza de color azul y seguramente se trabajó con algún tipo de molde, pues la tecnología que se utilizó para lograr la forma tubular que presentan todas las piezas es muy avanzada y regular. Asimismo, la policromía de la malla es variada, pues mientras casi toda la malla está formada por estos tubos azules de fayenza, los bordes del objeto y las figuras presentan colores verdes, amarillos y naranjas.

La fayenza es un material que se inventó en el Egipto faraónico a finales del período Predinástico, cuando aparecen los primeros objetos de fayenza. Desde entonces fue empleada por la élite en diferentes objetos con distintas funciones. El término utilizado para designar la fayenza es "chehenetotchehenet", que tiene que ver con la raíz "chehen", que significaría "brillar, resplandecer, lucir". Así, el propio término tiene ideas de brillo y resplandor, lo que sugiere una relación con el fulgor de astros diurnos, como el sol, y nocturnos, como las estrellas. De hecho, un epíteto común de Ra, el Sol, es “El Resplandeciente”.

La fayenza no tiene un solo color, sino que da lugar a diferentes tonalidades y colores. El verde, azul oscuro (lapislázuli), azul turquesa y azul neutro. El color azul podría tener que ver con el cielo (diurno para el nombre del color azul claro y nocturno para el color del lapislázuli), y la acción en él de algunos astros, como el brillo del sol. El azul también podría tener relación con el agua (las inundaciones del Nilo) y la fertilidad. En cuanto al verde, se relaciona con la vegetación, la salud, la prosperidad y vitalidad.

En cuanto a la relación de la fayenza con la religión, en los "Textos de las Pirámides" se hacen menciones a este material, de hecho, incluso se identifica la fayenza como uno de los ojos de Ra. Así, se identifica el material con la luz y la capacidad de regeneración del sol en los primeros momentos del día.

El uso más habitual de la fayenza fue la fabricación de cuentas, a menudo tubulares, unidas formando mallas para mujeres, collares, brazaletes, cinturones, pulseras y tobilleras. Es decir, objetos que formarían parte del ajuar del difunto y que estarían en contacto con el cuerpo. Por ello, la elección del material de la fayenza para estos usos era intencionada: buscando la regeneración y el renacimiento. De este modo, quizás los antiguos egipcios pensaban que, al estar la fayenza junto al cuerpo del difunto, éste se vería beneficiado por sus atributos de brillo y regeneración y, junto con Heka, la magia, ayudaría la fayenza al difunto a pasar al Más Allá y lograr ascender hasta el cielo y completar el viaje en la barca solar.

un-trocito-egipto-museo-arqueologico-nacDetalle de la malla con la inscripción, el escarabeo y los Cuatro Hijos de Horus

La fayenza de color azul brillante de la malla, además de tratar de imitar la turquesa y otras piedras semipreciosas, evocaría, en cierto modo, el resplandor propio de la luna y las estrellas: se trata de una luz celeste, especialmente la del sol al amanecer, la divinidad y la regeneración. La pieza tiene la forma de un torso humano, apreciándose incluso el contorno del cuello, donde sería colocada encima alguna máscara funeraria. Al otro lado de la malla hay varias tiras de fayenza que cuelgan. En la parte central de la malla aparece una inscripción encabezada por el disco solar alado, seguida de un escarabeo rodeado por los cuatro hijos de Horus. En la inscripción vertical se alude al difunto como Osiris: "Palabras dichas por el Osiris venerado...". A continuación de dicha fórmula, aparece el nombre del difunto, el cual incluye la palabra "Amón".

Osiris era el Dios de los Muertos, pues fue el primer muerto que resucitó mediante la momificación: el dios Tierra dividió el reino entre sus hijos Osiris y Seth, pero finalmente proclamó a Osiris como único heredero, por lo que Seth mata a su hermano, metiéndole en un sarcófago que arroja al Nilo. Isis, esposa y hermana de Osiris, junto a Neftis, busca el cuerpo de su marido. Entonces Seth recupera el sarcófago y descuartiza el cuerpo de Osiris. Tras esto, Isis encuentra el cuerpo de su marido y reúne todos los pedazos, menos el falo, que ha sido comido por un pez: realiza la mujer la momificación de su difunto marido. Isis abraza entonces el cuerpo de Osiris y queda embarazada. El hijo de ambos será Horus, que vengará a su padre. Así se establece una lucha eterna entre Horus y Seth, donde Horus siempre vence a Seth, el Caos, pero nunca termina de erradicarlo.

Osiris es el dios muerto que resucita, venciendo la muerte: simboliza la esperanza en el reino del Más Allá y la posibilidad de alcanzarlo. Para ello, el difunto debe vencer cada hora de la noche un peligro que acecha al Sol, hasta llegar al Juicio de Osiris, donde realizará una confesión negativa, mostrando su rectitud moral.

El corazón del difunto es el único órgano que permanece en el cuerpo, pues en él residen el entendimiento y la voluntad. El corazón es pesado durante el Juicio de Osiris en una balanza con una pluma, simbolizando a Maat, la justicia. Si el corazón pesa menos que la pluma, el difunto tiene acceso a la vida eterna, si pesara más, Aamit devorará su corazón.

A veces el corazón era sustituido por un escarabeo, que sería equivalente al corazón, como si fuera un corazón mágico de repuesto. Así, el escarabajo alado que aparece bajo la inscripción de la malla es un amuleto que representaría por un lado el corazón (escarabeo-corazón) y, al mismo tiempo, es personificado por Khepri, el dios-sol asociado con la resurrección. Además de esta representación de Krepri mediante el escarabeo, en la parte superior aparece el disco solar alado, que uniría al difunto con la concepción solar, con Re, Dios del Sol, con la ascensión a las estrellas. Asimismo, en la inscripción aparece el nombre del difunto, el cual está ligado al Sol, pues contiene el nombre de Amón.

Por último, aparecen en la malla los Cuatro Hijos de Horus, los cuales están dispuestos de dos en dos, de perfil, mirándose de frente entre sí: Amset, en el lado superior izquierdo, se encuentra frente a Hapy, que está a la derecha; por su parte, Duamutef, que está en la parte inferior izquierda, mira a Quebeshenuef, que se encuentra en el lado derecho, bajo Hapy.

En el proceso de momificación, tras extraer el cerebro con un gancho metálico y todas las vísceras mediante la realización de incisiones, dichas vísceras eran lavadas y tratadas con natrón. Posteriormente, las rociaban con perfumes, sustancias aromáticas y resinas calientes para después ser vendadas en paquetes individuales y colocados en cuatro vasos canopos.

Los vasos canopos se utilizaban para depositar las vísceras de los difuntos y podían ser de calcita, piedra caliza, barro o cerámica, y se colocaban en la cámara sepulcral de la tumba, cerca del ataúd. Las tapaderas fueron adquiriendo la forma de cabezas humanas en el Imperio Medio, y desde el Periodo Ramésida empezaron a reproducir las cabezas de los cuatro Hijos de Horus. Cada vaso canopo representa a una divinidad que se denominan los Hijos de Horus y protegen el contenido (las vísceras). Estas divinidades eran:

-Amset: vasija con tapa antropomórfica, en la que se guardaba el hígado.

-Hapy: vasija con tapa en forma de cabeza de babuino, donde se depositaban los pulmones.

-Quebeshenuef: vasija con tapa en forma de cabeza de halcón, que contenía los intestinos.

-Duamutef: vasija con tapa en forma de cabeza de chacal, con el estómago del difunto.

De este modo, la malla egipcia de fayenza se colocaría sobre la momia, pretendiendo que este objeto ayudara al difunto a acceder al Más Allá por su simbología mágica, además de formar parte de su ajuar.

¿Os ha gustado esta entrada acerca de la fayenza en el mundo antiguo y sus usos? Si queréis conocer de primera mano cada uno de los objetos que he comentado en este post y, especialmente, la maravillosa malla funeraria, no os lo penséis dos veces, ¡en el MAN os esperan!


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