Trondheim sigue presente

Hago un alto en el camino de mi andadura murciana para narrar el mensaje que recibí ayer.

Aunque suene raro, yo no soy mucho de Facebook. Lo tengo, lo entiendo, lo uso; pero no me gusta demasiado. Eso hace que no le preste especial atención, aunque fijaos: ¿No os ha pasado nunca eso de no hacer nunca algo y de repente, en el mismo instante que lo ejecutáis, dais gracias por haberlo hecho ya que habéis dado con algo relativamente importante? Pues eso es lo que me ocurrió ayer a mí al meterme a la bandeja de los mensajes de 'otros' de Facebook. No sé cuántos mensajes vanos contenía el inbox, pero curiosamente el último que me había llegado era de un tal Nick y decía así:

"hi! This is a slightly hopeful request. You published a picture of a guy in a wheel chair who was lifted up above the crowd at the Træna festival. I work in Nordland - the county where Træna is. I would like to use the picture in a report on festival accessibility for disabled people. Do you still have the original picture - the file on facebook is too small to use on paper. (need megabyte rather than kilobyte) If so can I use it? best regards, Nick W. Council for equality of the disabled in Nordland".

La fotografía es la siguiente:

El tipo había visto esta imagen publicada en el Facebook del Træna festivalen, un festival al que acudí como voluntaria en 2011. La historia de ese viaje es un tanto peculiar y en otro momento la recordaré, pero lo cierto es que aquella aventura fue muy especial para mí. Me fui completamente sola a Træna, una isla del norte de Noruega, para trabajar recogiendo basura y cocinando carne de ballena (cada actividad en horarios diferentes, claro está) justo unos días después del trágico atentado terrorista en Utøya (ya podéis imaginar el grito que puso mi madre en el cielo entonces).

Nick comenzaba su mensaje diciendo "Esta es una petición poco esperanzadora". Realmente eso me llegó al alma. Alguien que comienza así es porque vuelca todo su espíritu en lo que está haciendo y ansía dar con ese 1% de posibilidad de que le contesten, ¿o no? A mí también me ha pasado alguna vez, y en muchas ocasiones nunca llegué a obtener respuesta. Como sé cómo podría llegar a sentirse Nick si yo ignorara su mensaje -eso que llaman empatía- decidí contestarle. Su inmediata -y seguramente irracional- respuesta fue gritarme: ¡¡GRACIAS!! ¡¡ERES UN ÁNGEL!!

Según me ha contado, su misión es la de escribir un artículo para conseguir que la Diputación Provincial destine un dinero para la mejora de la accesibilidad en los festivales de personas con movilidad reducida. Gracias a que un día se me ocurrió compartir este maravilloso shoot como agradecimiento a la organización del Trænafestivalen, Nick contactó conmigo y logró así que su misión también fuera la mía. Como escribió el maravilloso Frank Capra: Life can be wonderful.

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