Tranvía Valenciano, La Verdad

Muchos Erasmus me preguntaron por el funcionamiento de los tranvías en Valencia. La verdad es que en general son puntuales y pasan muy a menudo, lo cual es muy de agradecer. Sin embargo siempre cuento la misma anécdota. Primero les digo que el precio es... jodididllo. Pero hay que pagarlo porque las multas del tranvía aquí no son como en Polonia, que es la risa.

Y es que hay personas que me desesperan. Algunas sin conocerlas, simplemente siento un rechazo-odio tan natural como irracional hacia ellas. Otras, muy cercanas a mí.
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Sin embargo, hoy he descubierto que hay un tercer "grupo" que consigue alterarme hasta límites insospechados. Los conductores del tranvía.
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Únicos en su especie, estos singulares cabrones pueden conseguir sacar al Hulk que llevo dentro con sólo apretar un botón, el de mover el puto tranvía (o palanca o lo que coño sea, no tengo un máster en conducir tranvías).
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Hoy, sin ir más lejos, me he visto corriendo a unos 60 o 70km/h, mientras el conductor me observaba desde su majestuoso sillón, sonriente, me veía correr hacia su carromato, tranquilo.
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Ingenuo de mí, he pensado que esperaría a que llegara y amablemente me abriría la puerta. Nada más lejos de la realidad, al acercarme a él a toda velocidad, he visto cómo esa sonrisa amable escondía crueldad, venganza, odio, y le aparecían semitransparentes unos colmillos, ojeras y una capa negra al cabronazo del conductor...
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Me he preguntado el porqué de tanto odio mientras pulsaba repetidas veces el botón de abrir la puerta, después de oír una risa macabra desde la cabina del conductor el tranvía ha comenzado a moverse, he corrido a su lado unos segundos, y ha sido entonces cuando ha ocurrido...
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El Hulk que llevo dentro ha aparecido, he golpeado con tamaña fuerza la ventana del tranvía que este ha quedado en "dos ruedas" durante unos segundos, justo antes de volcar. Los cristales han reventado por las ondas sonoras de mi furioso y diabólico grito desafiante, la gente gritaba y lloraba, me decía entre sollozos:
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-¿pero por qué haces esto oh todopoderoso Wacky?
-¿QUE POR QUÉ? -les gritaba yo con voz ronca del infierno - PORQUE ESE CABRÓN SE HA REÍDO DE MÍ'¡''¡¡''¡¡' MUAJAJAJ AAAAAAARHHGHF AAAAAAARHHGHF -seguía gritando mientras todo temblaba y las rocas del suelo saltaban por los aires
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Y después me he tocado los nudillos, me dolían de la hostia por el puñetazo inservible que le he dado a la ventana del tranvía, que ni se ha inmutado.
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Pero me ha servido para reflexionar sobre el porqué del cabronismo irracional de los conductores. Mi teoría es que para ser conductor de tranvía tienes que tragarte muchos rabos y pasar muchas penas, además de que cobran una mierda y se aburren mucho. Algunos deciden hacer huelga a la vieja usanza, otros deciden joder a la gente que corre hacia ellos, esperando a que lleguen para salir en cuanto pulsan el botón, supongo que es su pequeña venganza particular, pues que os aproveche mamonazos.
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Un beso a todos los conductores de tranvía.
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Suerte y salud hermanos/as!

¡Sí Modafokas! Sé que estáis deseosos de otra parte más de esta serie interminable de interesantísimos artículos de bazofia que nada tienen que ver con el concurso. ¡GENIAL! Seguiremos trabajando en ello.

Hasta entonces,

Has luego, hasta lueguito, adios adiosito, que ya nos veremos quiero decir, que eso, que hasta prontooooooooo, hasta la próximaaaaaaaaaaaaaa ¬¬ Lamentable.

Si tienen cualquier duda, o sugerencia, o lo que sea, pueden disquisicionar aquí abajo.

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