Tranvía Polaco Misterioso

Publicado por flag-es Félix Feligrés — hace 10 años

Blog: La Tierra de las Flores, de la Luz y del Amor
Etiquetas: General


En los tranvías polacos me han pasado toda, pero toda, clase de aventuras y desventuras. De todo tipo y a cualquier hora intempestiva durante mi estancia de diez meses en Lodz. Pero me quedaría con esta anécdota extraña y surrealista. A la que quiero titular:


EL 4º PASAJERO (Preludio)

Lugar: Tranvía polaco

Fecha: Indeterminada

Hora: 20:23 p.m.

Tras una amarga espera (-¿hay algún otro sabor para la espera? -sí, dulce..), subo al tranvía que para delante de mí.

Miro a la izquierda, luego a la derecha. Repito la jugada. Estoy llevando a cabo un minucioso proceso de selección titulado "dónde ubicaré mi culo durante el trayecto".

Por la simple razón de que no quiero volver a repetir la experiencia vivida horas antes (trayecto de ida en). En la que, el que llamaré... "El hombre apestoso del apestoso tatuaje" me ha dado el puto viaje...

(Congelo imagen. Horas antes...)

Me subo al tranvía. Sólo hay un asiento vacío cerca de mí. Justo enfrente de un tipo del que mis sentidos intentan defenderme a toda costa. Esto es: mala presencia (vista), mal olor (olfato), posiblemente mala calidad epidérmica (el olfato ya avisa, pero el táctil sin comprobar...), sobre el sabor (...), y finalmente, el oído.

Sí, el oído. Porque al parecer este tipo, versión grunge del Homo neanderthalensis,estaba esperando el momento justo en que mi trasero tocara el sucio plastiquete-asiento del tranvía para hacer lo que más odio que haga alguien cerca de mí en los transportes. Poner "música" en el móvil.

Para más inri, era un móvil viejo. Para más inri, era "música" de kebab. ¿Que cuál es la música de kebab?. Esa que tienen los moguís en una radio vieja o en un canal raro de fondo en sus kebaberías.

Es ese sonidito arrítmico, agudo, y aparentemente (y estoy casi seguro de que IN-aparentemente también) sin orden alguno. Al que se le suman berridos y alguna que otra... ¿percusión?.

En fin. Pues ese. TODO el maldito puto viaje con el cutretattoo-man (tenía una especie de urón deforme cagando tatuado en el brazo, o eso me ha parecido a mí que era) con el móvil en la mano y el pitido estridente clavándoseme en mi dañado (por su culpa) sentido auditivo.

[NOTA MENTAL: No volver a olvidar el mp3 para viajes en tranvía.]

En fin, por dónde iba...

(Descongelo imagen.)

Miro a ambos lados para no encontrarme con él y...

 


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